La de Ginés Paredes Giménez (Murcia, 2000) es un viaje artístico en constante evolución. De ser uno de los freestyler más prominentes de las Batallas de Gallos a consolidarse como una figura esencial en el mainstream español. Tras su álbum Los Niños del Parque, ha dado un paso audaz con su último trabajo, Luna 18, consolidando su propuesta rock de una manera sorprendente. Con once cautivadoras canciones que fusionan elementos de rock, pop y punk, Walls demuestra una evolución impecable hacia un sonido distintivo y profundamente personal.
Pregunta: ¿Dejar el parque es hacerse adulto?
Respuesta: Sí y no. El parque no lo dejo atrás pero sí he hecho un disco más maduro y adulto.
P: He leído que Luna 18 es un término del tarot, ¿ha tenido algo que ver esto en el nombre?
R: Primera noticia que tengo. Es un lugar de Madrid.
P: ¡Claro! Calle de la Luna número 18.
R: Me lo acabas de sacar. No lo suelo decir pero es dónde he vivido en los últimos dos años y medio. Este disco habla de mis vivencias desde Los Niños del Parque y el proceso de maduración y reflexión que he experimentado en estos años. Y para ello, necesitas un sitio. Es el título que mejor resumen todo lo que quería contar.
P: Es un trabajo con mucho amor y sensibilidad.
R: Si te dedicas a comunicar, intentas ser una persona sensible y con tacto para poder conectar con la gente y contigo mismo. Si te pasas el día diciendo tonterías e interpretando algo que no eres, al final llegas a casa y no estás a gusto. El disco puede ir mejor o peor, pero estoy a gusto conmigo mismo y cómo ha quedado.
P: Es muy interesante tu travesía en el arte a pesar de tu juventud. De las batallas al rock en apenas unos años. ¿Cómo ha sido el proceso para alcanzar este sonido?
R: Ahora te puedo decir que la música que más me representa es el rock. Pero ha sido todo muy natural. Dejo las batallas y empiezo con un estilo que podía tener más relación con lo que hacía. Luego voy cambiando porque la vida me ha traído aquí. No había nada planeado. Solo he hecho lo que me ha ido apeteciendo. Como la vida misma.
P: ¿También ha habido un cambio en tus preferencias musicales?
R: Sigo escuchando rap y todos sus derivados, pero el rock siempre ha sido una música que ha estado presente en mi vida. Si quieres hacer algo, tienes que estar informado sobre ello. Poco a poco intento aprender más.
P: Es valiente también la decisión, teniendo en cuenta que debes cambiar de público y esa batalla interna de tener que lidiar con la opinión de la gente.
R: Hay que cuidar a tu público. Tengo suerte porque las opiniones negativas que recibo no vienen de él. Entiendo que alguien que me seguía cuando hacía freestyle, me ve ahora en Tik Tok y se sorprenda. El problema es cuando me dejan comentarios con un poco de inquina. Pero los fans como tal, son la hostia. He sabido crecer junto con la gente que me sigue. Lo malo forma parte de la vida, que todos los problemas sean esos.
P: Tú carrera, además, en el futuro puede irse por otro camino.
R: A pesar de que ahora esté muy cómodo, no cierro la puerta a nada. Soy un alma libre.
P: ¿Eres muy rockanrolla en tu vida?
R: Ahora estoy más calmado, pero, sí. Entre semana me cuido un poco más. Me llevo bien con la noche y me gusta mucho salir. Desde chico. Lo debo llevar en la sangre porque mis padres son iguales. Me encanta salir con ellos.
P: ¿Y qué planes hacéis?
R: Los mismos que haría sin ellos. Molan bastante.
P: ¿Cómo te llevas con el mainstream?
R: Ya pertenezco a él. No me da asco en sí porque lo consumo. Pero lo que está detrás de él... Las caras buenas, tener que sonreír cuando no quieres, el bienquedismo…
P: En los Huesos aparece Costa.
R: Es un poco surrealista eso.
P: ¿Qué tal trabajar con él?
R: La hostia. Hugo es una leyenda. Es súper majo, una gran persona. Pone muchísimas facilidades a la hora de trabajar, además. Quería meter a un rapero en el disco. Qué mejor que Costa.
P: También se le da bien la noche.
R: Hombre. Es un duro.
P: Se define como un ser hipersensible.
R: Por las apariencias puede parecer una cosa, pero es una persona muy sensible y delicada. Qué gusto de persona. Sirve de ejemplo de que las apariencias no significan nada.
P: ¿Qué es la moda para ti?
R: Siendo un principiante y un paleto en el mundo de la moda, siento que, como la música, es otra forma de expresarte. También tienes que hacer investigación y debes entrar en ese mundo para entenderlo. Poco a poco voy aprendiendo y entendiendo. Hay ciertas prendas que puedes ponerte y otras no porque debes saber defenderlas. La misma prenda en dos personas es diferente. La moda es como el rock, actitud. Ahora estoy trabajando con Nacho Florit, un colega mío de toda la vida que también es mi estilista. Y me ayuda mucho.
P: ¿Quién es tu modelo en este ámbito?
R: Todo lo que sea punk, me gusta. Lo metalizado. El rollo trash, sucio, me mola. Y he cogido eso para este disco. Me ha venido bien porque he dejado de preocuparme por salir guapo en las fotos.
P: ¿Qué metas tienes en la música?
R: A mi tío, que fue músico, le dije que quería hacerme un Wizink. Y me contestó: ‘Gines, lo importante es crear’. Aspiro a hacer cosas grandes, pero aunque suene hippie, lo que quiero es sentirme a gusto haciendo música.
P: No sé si Wizink, pero estás rozando el sold out en cuatro fechas de marzo en Madrid en La Paqui.
R: Está bastante guapo, la verdad. Además, los directos me flipan. Nos pasamos todo el día pensando cosas, pero en un escenario no lo hago. Puede haber ensayo y preparación, pero cuando estás ahí, sientes libertad total. Además, la gente que viene a mis conciertos no viene a pensar mucho.
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