Costa es un personaje necesario para comprender la cultura callejera de Madrid. Detrás de la pose y los tatuajes se esconde un artista puro, sensible. Detrás de lo explícito, también hay ternura. Acaba de lanzar Salvaje, su último álbum. (Puedes ver la entrevista pinchando en la imagen superior)

P: Salvaje. Un disco bastante coherente con tu estilo y últimas referencias. Pero me gustaría centrarme en Puñales en el corazón, una cumbia con Astros de Mendoza; y Aguardiente, una ranchera.

R: Es lo que más me apetece hacer ahora. Me flipa la cumbia, el corrido y las rancheras. Y necesitaba darle un puntito así. Tuve la suerte de que, a través de un contacto, pude trabajar con los Astros de Mendoza, que son muy auténticos. Es esa cumbia mexicana norteña... y los tíos rezuman historia. Estoy muy contento con ese tema porque me parece que es muy honesto siendo, a la vez, muy diferente.

P: No me lo esperaba para nada. De hecho, pensé que eran argentinos.

R: La cumbia, de alguna manera, está en toda Sudamérica y cada país la adaptaba a su manera. Y la cumbia norteña mexicana me llegó de forma natural.

P: A pesar de las diferencias, el hip hop, la cumbia y los corridos tienen un nexo de unión bastante interesante: son estilos callejeros.

R: Son callejeros, hablan en primera persona, de una vivencia diaria... Pero igual que el flamenco o el punk.

P: No sé si escuchas algo de corridos tumbados.

R: De hecho, es lo que me metió en el corrido. Todo Rancho Humilde, Fuerza Regida, Adrian Favela, Buknas De Culiacán...

P: Te pega muchísimo ir para allá a hacerte algo

R: Estoy en contacto ya para hacerlo. 

P: Otro tema que me ha gustado mucho es el que lleva el nombre de tu barrio: Malasaña.

R: He salido del barrio y ahora me siento liberado porque Malasaña implicaba muchas cosas. No las que todo el mundo se cree, de salir todos los días, ponerte hasta el culo y tal, sino muchas pequeñas jaulas personales. Malasaña ha cambiado como lo ha hecho este país. La situación de las mujeres, la perspectiva política, todo. Cuando era pequeño, Malasaña y Chueca eran barrios muy malos. Soy de la calle del Desengaño. Justo donde se une con la Corredera Baja y La Luna. 

P: Bastante poético nacer ahí.

R: Sí, como la canción de Manu Chao. Es que desde la generación del 27 ha habido lo mismo en esa calle. Que compren los fondos buitres los pisos, no va a hacer que la gente se marche. Como ahí hay esa vida callejera, no pueden con esas dos tres calles y siguen teniendo esa esencia. El culo de Gran Vía.

P: Percibo en tu música una dualidad bastante importante entre lo salvaje y lo sensible. 

R: Me he sentido hipersensible desde pequeño. De hecho, creo que todos lo somos de alguna manera. La sensibilidad es algo basto y brutal en cada uno de nosotros. En mí está clarísimo. Tanto la fuerza como la desesperación, están dentro. Al final, a mi público acérrimo es lo que les cala.

P: También es una cosa que se ha visto en tu carrera, como empieza Chocolate en un estilo y cómo termina Salvaje en un concepto bastante diferente. Pero manteniendo un nexo de unión entre todos. 

R: Pero es que es mi vida, mi oficio, mi pasión, mi día a día, mi tristeza y mi alegría.

P: Aparte de esa dualidad emocional, creo que también la tienes ideológica. Recuerdo una entrevista en la que sales con dos banderas de fondo: la de EEUU y la del Movimiento 26 de julio, de la revolución cubana.

R: Lo que celebra el 26 de julio no es cuando los Barbudos llegaron a La Habana, sino cuando atacaron el Cuartel de Moncada. Y los financiaron desde Estados Unidos. Venían de coger el dinero en Nueva York, cogieron el barco en Florida y llegaron a Cuba en el Granma. 

Costa en ElPlural.com

Costa posa para ElPlural.com / Foto: Manuel Rodríguez

P: Es que también estás muy influido por Estados Unidos. 

R: Por la cultura americana, el hip hop y la creación narrativa y artística. Son parte del cambio de siglo.

P: ¿Cómo es vivir en Nueva York?

R: Es un sitio de aprendizaje, de inspiración, de cosas muy bonitas. Viví en varios barrios, nunca en Manhattan. Dónde más tiempo viví es en el Bronx. Y nunca he tenido un susto. La gente es más abierta allí.

P: Conseguir eso, ¿qué es? ¿Actitud?

R: Eso desde luego. Hay que dar la sensación de ir seguro por la calle. 

P: Siempre digo que, con un chándal, una playeras rotas y no mirar al suelo, es difícil que te pase algo.

R: Dar la sensación de que vas donde vas, no volver por el mismo sitio si estás perdido... Luego hay otra premisa en estas cosas y es que si eres uno, no eres una amenaza; pero si sois tres extraños andando por el Bronx, eres una amenaza y eres susceptible a que te pasen cosas. Yo pasaba inadvertido y era un placer brutal.

P: Ahí grabaste Gamberro

R: Nueva York y Popeyes es en un plano secuencia.

P: Joder, eso es muy gángster.

R: Era mi día a día

P: Serías el único rapero español grabándose un vídeo ahí.

R: Lo de ser precursor no te convierte en ser el dueño de una verdad que los demás no conocen. Es solo que tú la trasladas por tu circunstancia.

P: También, años después, grabaste Christian Dior.

R: La grabamos con Nico de Voleurs de Pain y es el último es que hemos hecho en Nueva York. Este tema fue un paso muy importante, pero en ese momento estaba también haciendo música con Edgar Kerry y Cubano en Machete.

P: Por ahí quería ir yo. Concretamente por Latin Trap. Grabáis en Río de Janeiro y acabas jugando a la play en la favela y con un AK-47.

R: Edgar había actuado en el Ultra, un festival de Miami. Yo estaba en La Habana grabando el vídeo de Utopía. Miró en internet y me dijo que salía el billete por 300 pavos. ‘¿Te vienes para acá y grabamos un vídeo?’. Le contesté que solo iba si grabábamos en la favela, en Ciudad de Dios. Hasta el fondo. Llegué, y al día siguiente nos llama el jefe de producción y nos dice que va a tener un hijo y que no hay producción. Que nos busquemos la vida. El equipo desapareció. Y tuvimos que encontrar una cámara. Y ahí vi mi posibilidad de decir ‘mira, lo que quiero es esto’. Y lo que quería era ir a la favela y grabar con los chavales y con las armas. Era mi fetiche estúpido y lo conseguí.

P: Cómo gestionas el miedo ahí.

R: Antes de irme a Nueva York, me acuerdo una reflexión de decir ‘joder, tienes miedo'. Pero pensé que también hay niños y familias en el barrio al que vas. No será tan terrible. Era mi manera de quitarme el miedo a mí mismo. Y al momento, cuando llegas a esos sitios, te das cuenta de que eso no es sólo así, sino que abarca una realidad mucho más extensa de la que tú te podrías imaginar. 

Es más el hecho que la conjetura. ¿Hay gente vendiendo drogas en las favelas? Obviamente. ¿Son un peligro para ti si eres de la favela? Más que una bala perdida, no. Es más peligrosa la policía. 

P: Donde siempre quise estar es en el videoclip de Demonios y bares de viejos, con Natos y Waor.

R: Creo que todavía no somos capaces de abarcar hasta qué punto son importantes. Lo que están significando Natos y Waor… No ha habido comparación de que lo underground se haya convertido en tan mainstream. Es brutal. Me pone feliz que cambie el país y que las mentes cambien para bien. Me pone muy feliz.

P: Luego la importancia de los bares castizos de Madrid. Son símbolos.

R: Yo me he criado en un bar de viejos. Mis padres no tenían ningún problema con el alcohol, pero entre las cervecitas, el café y no sé qué, me pasaba el día jugando a la pelota en la puerta del bar, viendo culos, serrín, servilletas y cabezas de gambas.

P: No dejan de ser espacios de aprendizaje.

R: En Madrid creo que nos hemos pasado los bares. Pero tienen algo especial. La tontería esa ‘nos vemos parroquia’. Es que algo de parroquia tiene.

P: También has tenido tus pinitos como actor. Me gusta mucho lo que has hecho con Carlos Salado, Ramón el Cristo y Uña y Carne.

R: Es un orgullo y una alegría maravillosa el llevarme esto al pecho. Querría darle valor a la música de Uña y Carne. Me parece fascinante. Cuando lo escuché por primera vez, ya quise conocer a Carlos. 

P: Y para el final me estaba guardando los dos mejores temas. El primero, ¿qué sentiste al ver a Jiménez Losantos cantando Labios Tatuados para atacar a Íñigo Errejón?

R: Qué fuerte. Es lo más fuerte que me ha pasado en la vida. Si alguna vez creo un universo estético, eso tiene que estar ahí.

P: Es imposible llegar más lejos

R: Sólo te digo que una persona que no voy a revelar, pero venero, me dijo que se postraba a mis pies desde que había visto eso. Fue muy revelador. Está zumbado (ríe).

P: Y para el final, hoy juega el Real Madrid (La entrevista fue grabada minutos antes del Real Madrid-Chelsea disputado el pasado miércoles 12 de abril)

R: Soy madridista. Es una afición adquirida de mis abuelos. Pero muy profunda.

P: ¿Has ido habitualmente al campo?

R: Desde pequeño. Pero se puso tan mal el tema de los nazis que dejé de ir. Me pase muchos años sin ir y otros tantos yendo estando amenazado. Tenía que salir corriendo por la puerta, mirando para todos lados.  

P: Gracias a Dios ya no están.

R: Algo bueno que ha hecho Florentino.

P: Y fichar a Benzema.

R: (Ríe).