La periodista sueca Kim Wall jamás regresó de aquel viaje en un submarino casero, junto a su inventor Peter Madsen un 10 de agosto de 2017. Nunca imaginó que hacerle una entrevista a semejante personaje bajo el agua, se convertiría en su sentencia de muerte. Al poco de zarpar del puerto de Copenhague (Dinamarca), el submarino se hundió. A la mañana siguiente Madsen fue rescatado con vida, pero no había ni rastro de Kim Wall tras el hundimiento. El constructor del submarino, fue detenido como único sospechoso de su desaparición. Sus versiones de lo ocurrido se sucedían e iban variando, mientras los investigadores se afanaban por dar con el cuerpo y atar cabos. Finalmente en base a las partes del cuerpo de la joven encontrados y a sólidos y poderosos indicios sobre su sádico pasado,  fue condenado a cadena perpetua. Se concluyó que había torturado, violado y asesinado a sangre fría a la periodista sueca y se había deshecho del cadáver arrojándolo en bolsas al mar.

Los actores Søren Malling y Pilou Asbaek en una escena de la serie ‘The Investigation’. Movistar

La realidad superó por desgracia a la ficción

El conocido como ‘Caso Submarino’ dio la vuelta al mundo. La realidad superaba con creces a la ficción, con  una asombrosa y morbosa historia, rodeada y salpicada de grandes incógnitas. Periódicos y televisiones se hacían las mismas preguntas ¿Qué había ocurrido en el breve trayecto bajo el agua? ¿Estaba muerta la intrépida reportera? ¿Había sido asesinada? De ser así ¿cómo la mató el inventor y dónde fue a parar el cuerpo? ¿Hundió el sospechoso el submarino para esconder su atroz barbarie? La policía pronto tuvo claro que la mujer no estaba viva y que su anfitrión en aquel viaje, era quien la había matado. Sin embargo faltaba la principal prueba de cargo: el cuerpo. Sin cadáver no había muerte, ni asesinato, ni delito, ni condena. Encontrarlo en el fondo del mar y atar los suficientes cabos para incriminar al sanguinario indiviuo, se convirtió en la máxima prioridad de los agentes y en un arduo y complicado rompecabezas, de cerca de tres interminables meses de ingente investigación.

Escena de la serie ‘The Investigation’. Movistar

‘The Investigation’, la fantástica serie danesa sobre el ‘Caso Submarino’ que emite con éxito Movistar +, relata esa minuciosa investigación, llevada a cabo por la policía de aquel país, en las semanas posteriores al extraño suceso. Lo hace eso sí, de un modo bien distinto, al que nos tienen acostumbrados otros sangrientos thrillers y true crimen. En ningún momento vemos la cara, ni conocemos la identidad del asesino. Siempre se refieren a él como el sospechoso. Ni rastro tampoco de la periodista desaparecida. Ni una imagen de ella viva, ni por supuesto muerta. Lo terrible del crimen se cuenta, se palpa, pero no se ve ni antes, ni durante, ni después. El gran mérito de ‘The Investigation’ es que sin una gota de sangre, la emoción, la tensión, la angustia y la desazón están más que garantizadas.

Fotograma de la serie danesa ‘The Investigation’. Movistar

El peso de la historia no recae ni el crimen, ni en el asesino que lo cometió. El gran protagonista de la historia es el jefe de homicidios de la policía de Copenhague, Jens Møller a quien interpreta el actor de ‘Borgen’ Søren Malling; un detective de voz suave y modales apacibles que no podría estar más lejos de esos agresivos policías y detectives inconformistas que pueblan habitualmente las series norteamericanas. En medio de ese ritmo lento, pausado, oscuro y frío tan identificativos del ‘Nordic Noir’ asistimos a su angustiosa y obsesiva investigación y agotadora búsqueda del cadáver en el mar, a lo largo de seis intensos episodios perfectamente narrados desde el punto de vista más exquisitamente policial.

 ‘The Investigation’ otra de las grandes series europeas que ha traído a España Movistar +, de visionado obligatorio para los grandes amantes de true crime, es el mejor ejemplo de que se puede contar una historia tan sólida y real como esta, huyendo del morbo barato y de la tan socorrida y sangrienta casquería barata.