Robert De Niro, una de las voces más reconocidas de Hollywood y crítico habitual del expresidente Donald Trump, ha vuelto a levantar la suya para pedir que la ciudadanía no baje la guardia. El actor de Taxi Driver y El irlandés participó este fin de semana en las protestas nacionales del movimiento “No Kings”, que congregaron a millones de personas en todo Estados Unidos para denunciar lo que consideran una deriva autoritaria del actual gobierno. “No podemos rendirnos -dijo De Niro- porque él no quiere dejar la Casa Blanca. No hay otra forma de enfrentarse a un abusador; hay que plantarle cara, luchar y hacerlo retroceder. Es la única manera de que esto funcione”.
El actor intervino el domingo en el programa The Weekend, de la cadena MSNBC, para reflexionar sobre las marchas del día anterior, calificadas como una de las mayores movilizaciones políticas en la historia reciente del país. Según los organizadores, más de siete millones de personas participaron en las protestas del 18 de octubre, repartidas en más de 2.700 ciudades y pueblos. Las concentraciones fueron especialmente multitudinarias en Nueva York, Los Ángeles, Chicago, San Francisco y Washington D. C. El movimiento “No Kings” denuncia el estilo personalista y confrontativo de Trump, a quien acusan de querer perpetuarse en el poder más allá de los límites constitucionales.
Durante la entrevista, De Niro recordó el origen histórico de la consigna: “La protesta original de ‘No Kings’ tuvo lugar hace 250 años”, dijo en referencia a la Revolución estadounidense. “Entonces, los estadounidenses decidieron que no querían vivir bajo el reinado del rey Jorge III. Declararon su independencia y libraron una sangrienta guerra por la democracia. Ahora tenemos un aspirante a rey que quiere arrebatárnosla. El rey Donald I. ¡Al diablo con eso! Nos estamos alzando de nuevo, alzando nuestras voces pacíficamente para declarar: no a los reyes”.
Las declaraciones del intérprete de Toro salvaje coincidieron con una jornada marcada por la diversidad y la masividad. Las marchas se desarrollaron bajo un ambiente festivo pero reivindicativo, con pancartas que decían “Democracia, no monarquía” o “Ningún hombre está por encima de la ley”. En Los Ángeles, el actor Mark Ruffalo, la directora Spike Lee, Jamie Lee Curtis y Ben Stiller se unieron a las manifestaciones, sumándose a un movimiento que ha reunido a sectores progresistas, moderados e incluso a conservadores descontentos con el rumbo del país.
De Niro, que en los últimos años se ha convertido en una figura recurrente del activismo político en EE. UU., insistió en la importancia de mantener viva la movilización. “Necesitamos mucho más de esto en el futuro -afirmó- porque eso es lo único que los políticos van a reconocer. Tienen que temer más la ira del pueblo que la de Trump. Solo así se moverán”. Para el actor, el país atraviesa un punto crítico y la ciudadanía debe “seguir alzando la voz para que el poder entienda que no puede intimidar a quienes lo desafían”.
Para De Niro, el desafío que enfrenta Estados Unidos no es solo político, sino moral y cultural. “Los republicanos lo saben -dijo-, pero lo toleran. Es una situación típica de acoso. Lo vemos, y no hay otra manera de enfrentar a un abusador: hay que hacerlo retroceder. Solo así funcionará”. Sus palabras resuenan en una nación cada vez más polarizada, donde la figura de Trump sigue generando adhesiones inquebrantables y rechazos igualmente apasionados.
El actor, de 82 años, ha sido un crítico implacable de Trump desde su primera campaña presidencial. En los últimos años ha calificado al republicano de “sociópata” y “amenaza para la democracia estadounidense”. Durante la gala de los Tony Awards de 2018, en plena presidencia de Trump, De Niro lanzó su ya célebre “F*** Trump” desde el escenario, provocando una ovación entre sus colegas. Su involucramiento actual, sin embargo, va más allá de una declaración simbólica: ha participado en vídeos del grupo activista Indivisible, que promueve la participación ciudadana y la defensa de los derechos civiles frente a políticas autoritarias.
El trasfondo de esta nueva ola de protestas es la incertidumbre política sobre un posible tercer mandato de Trump, que ha insinuado su intención de “mantener la estabilidad nacional más allá de los límites establecidos” en la Constitución. Para buena parte de los manifestantes, esa afirmación equivale a una amenaza directa a la alternancia democrática. “Hemos tenido dos siglos y medio de democracia, a veces confusa pero esencial”, dijo De Niro. “No podemos permitir que un hombre destruya eso. No se trata de partidos, sino de la idea misma de libertad”.
Las palabras del actor resumen el espíritu de una movilización que busca reavivar el compromiso ciudadano. “No podemos rendirnos”, insistió. “No podemos ceder, porque si bajamos el ritmo, perdemos lo que nos hace libres”.
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