Nickzzy es una de las figuras más importantes de la nueva horneada de artistas en la escena urbana española. Un katxorro dominicano, puntero en el drill, pero cuya versatilidad le permite acercarse sin problema a otros géneros. Incluso innovar desde el propio drill.

El próximo 10 de febrero presenta su primer álbum, Ahora no lloro, donde cuenta sus orígenes, su esencia. Una historia real de superación de las adversidades y mucho esfuerzo por salir de un estilo de vida marginal. De República Dominicana a Barakaldo. Sus letras hacen un recorrido a través de la superación de las adversidades en su vida, dentro y fuera de la música. 

En una conversación en un sofá de la tienda de moda Nigra Mercato de Madrid, ElPlural.com mantiene una conversación con Nickzzy.

Pregunta: ¿Cómo fueron tus orígenes?

Respuesta: No he crecido con una vida como la de cualquier niño. Mi familia era de poco recursos y me crié en un ambiente muy humilde en el que se vivía del día a día. Trabajas hoy y lo gastas hoy. Pero siempre tuve lo que necesité. Y a los 10 años crucé el Océano y llegué a Bilbao. Y ahí surgió la música.

P: Me imagino el impacto que tuvo que suponer pasar del Caribe al norte de España.

R: Vienes a intentar encontrar una vida mejor, pasa el tiempo y al final tienes que buscarte una salida tu solo. Pero siento que gracias a estar aquí, mi vida ha mejorado.

P: Es interesante esa dualidad vasco-dominicano. Supongo que se te haya impregnado algo ya del carácter típico.

R: Si, joer (ríe). A mí siempre me ha gustado la cultura que tienen aquí. También con el equipo de fútbol.

P: ¿Eres muy del Athletic?

R: Claro. Siempre me han hecho recto y un buen vasco. He cogido algunas cotorras bacanas de aquí. Además, en Bilbao, te dan un cariño muy grande. Me siento como en casa.

P: La gente del norte puede parecer cerrada pero luego es muy acogedora.

R: Una vez que te adaptas, es el mejor sitio que hay. La mejor comida, también. Cuando me quiero despejar del ambiente musical, el primer sitio en el que quiero estar es Bilbao. Mi casa, tranquilo. Bajarme al bar y ver un partido del Athletic y gozármelas.

P: Me mola el plan.

R: Es la mayor tranquilidad que tengo. Mi cuna.

P: ¿Escuchas música tradicional vasca?

R: Eso te lo ponen desde pequeño (canta una estrofa en euskera). Se me ha quitado hasta la costumbre de decir Feliz Navidad o adiós. Ahora es Eguberri on y agur. Tu día a día es así. Me gustan las fiestas, los ritmos, el ambiente. Y Bilbao es muy suyo.

P: Los inmigrantes habéis ayudado a crear una nueva cultura vasca de la que ya formáis parte.

R: Está costando. Pero poco a poco estamos consiguiéndolo. Desde la música urbana ayudamos a que los chavales puedan salir. Hay muchos inmigrantes que se están atreviendo a cumplir su sueño. 

P: Mira a los hermanos Williams.

R: Iñaki es una de las primeras personas que apoyó mi proyecto musical. Y siendo ya una figura grande. Es una persona con la que tengo suerte de compartir cosas. Un ídolo. Cuando llegué, el racismo entre los críos estaba todavía latente. Éramos niños, pero había esa mentalidad. Y que esté ahí Iñaki es un gran paso. Un vasco negro. En esa época fue muy importante para nosotros. Más que inspiración, es motivación.

P: Algo que puedes ser tú para chavales de hoy en día.

R:
 Exacto. Hay muchos niños que escuchan nuestra música. Por eso tengo cuidado con las letras. Y muchos de ellos te desean el bien. Y me motiva ser un ídolo para ellos. No solo en Bilbao. También fuera. Yo podía decir: ‘Este chico era mi ídolo y lo he podido conocer gracias a lo que hago. Y, aparte, soy el ídolo de otros críos a los que tengo que dejar la misma imagen que otros me han dejado a mí'. 

P: Una gran responsabilidad.

R: Hay mucho público que es pasivo. Desaparecen dependiendo si pegas o no un tema. La música es un sube y baja. Aparecen y desaparecen. Pero en todo ese trámite siempre queda un público que te quiere de verdad y te apoya desde cero. Gente que te quiere ver bien y que apuesta por ti. Al igual que yo apostaba por mis ídolos, ahora hay quien apuesta por mi.

Portada de Ahora no lloro, primer álbum de Nickzzy

P: También tienes una relación muy especial con el boxeador Kerman Lejarraga.

R: Me llevo con él desde pequeño ya que mi familia era mucho del mundo del deporte de contacto. Y en base ahí comencé a ir a las veladas y me dieron la oportunidad de conocerle. Siempre me ha dado cariño. Es un referente para el País Vasco.

P: ¿Cómo defines el drill?

R: Para mí es un estilo variado. La palabra es cruda pero el estilo depende de cada uno. Hay gente que habla de cosas agresivas, violentas. Pero también se puede vincular al romanticismo. Drill sentimental, en el que, por cierto, me estoy centrando. Lo importante es ser transparente para mi público porque es lo que hace que se identifiquen con tu música. 

P: Entonces, ¿los drilleros también lloran?

R: Yo tengo mis sentimientos y los reflejo en mis temas. Y nunca he querido basar mi música en lo oscuro. Sé que puede perjudicar a tu público. Hay a quién le funciona lo de te voy a apuñalar, te voy a matar… De eso te hablan la mayoría de chavales que entran en la música. Porque funciona. Pero yo no te puedo vender una imagen mía cuando me miras a la cara y ves que soy un crío. Yo no te voy a hablar de que te voy a apuñalar cuando lo primero que hago cuando salgo de casa es estar con mis amigos y pasarlo bien. Todo el mundo tiene su maldad, sí. Pero no me gusta reflejarlo en mi música. 

P: ¿Cuáles son tus aspiraciones como artista?

R: Quiero llegar a lo más alto pero lo importante es llegar a ese momento de sentarme, relajado, y pensar ‘lo logré’. De cumplir mi meta. Sin desesperación. Aspiro a motivar a la gente. En ser un cantante respetado. Por eso me mantengo encerrado en mi círculo para dar lo mejor de mi y reflejar lo que soy. Tengo mis metas y, poco a poco, las voy cumpliendo. 

P: ¿Con qué estás ahora?

R: Empezamos una gira. También estoy enfocado en la presentación del álbum. Y esa es una meta más que me he marcado. Yo me pongo mis propios límites. Espero que la gente lo pueda disfrutar tanto como yo he disfrutado haciéndolo. 

P: Y que el Atheltic gane la Copa del Rey. 

R: Qué te digo. No quiero decir nada. Esas expectativas son de ellos… pero estoy muy contento con el equipo. Igual este es el año de sacar la Gabarra.