Flashes en Mondo Sonoro: “Estaba enganchado a todo el mundo podcast y estaba un poco harto de que la mayoría de entrevistas que se hacían a artistas jóvenes, parecían de mofa. Es gente que trabaja mucho y cuando llegan para hablar de un proyecto al que igual han dedicado un año de su vida, no se habla nada del arte y el contenido. Mi idea surge de crear un programa de entrevistas donde se pueda hablar en un tono relajado. Buscaba referencias y a la gente le enseñaba los programas de El Loco de la Colina”
“Las primeras entrevistas han sido las que más me han marcado. Era la primera vez que me ponía delante de una cámara y es toda una experiencia. El programa empezó como podcast pero yo quería llevarlo al vídeo. En cuanto a personajes, Alba Flores me resultó una gran experiencia. También Hijos de la Ruina, por experiencia personal de haber crecido en el barrio escuchándolos. Pero todas han sido interesantes. Es un género que presta mucho a aprender de la gente que tienes delante”
Género urbano: “Es una palabra que me gusta porque he crecido escuchando reguetón y ya les escuchabas utilizando ese término. Ha vivido un momento tan álgido en la última década en España que ha sido un estallido absoluto de creatividad y talento. Con cosas realmente nuevas. Me encanta la música en general pero, a día de hoy, como persona interesada en la cultura y el arte, más que como crítico de urbano, donde se acometen los cambios y donde se innova, es aquí. Siento que mi papel es estar ahí”.
Reguetón: “Es un género que se ha extendido a tales niveles y cotas de calidad que se convierte en incuestionable. Pero me sigue sorprendiendo que, de vez en cuando, te encuentras gente que te está replicando lo mismo que decía la gente de los años 50 sobre el rock. Es acojonante. Es entendible que alguien que haya nacido en los 70, esto le pille lejos. También se crean espacios de socialización. Si has salido de fiesta en los últimos 20 años, te has tenido que encontrar con eso, y si no, has estado rehuyéndolo”
Clasismo: “Las élites culturales, también por posición económica, se han adherido al rock y otros géneros, primero por la complejidad de los mismos, por ser visto como algo virtuoso y también porque se ha creado una iconografía y una mitología muy fuerte y muy bien hecha alrededor de ellos. Al reguetón le ha faltado eso. Esa especie de historia y relato. La retirada de Daddy Yankee puede ser vista como la actual disolución de Los Beatles. E irán surgiendo nuevos relatos”.
Carrera y futuro: “Además del trabajo en prensa, toco más palos en la industria cultural. Y quiero tocar más. No sé si seré capaz de mantenerme al quite durante diez años más, como poco, en una industria tan cambiante”
Chanel y Eurovision: “La gran victoria es del jurado del Benidorm Fest. En cuanto a los cambios de opinión, estamos en un momento en el que todo es relato. Y pierdes un poco la noción sobre lo que sucede. Si no haces un esfuerzo por seguir la información, dentro de un año te has olvidado de lo que ha sucedido Sin entrar a valorar sobre lo que hace Chanel, es esa especie de cerrazón y defensa a ultranza de lo que consideras tuyo. Las élites culturales están más preocupadas en plantear estos conflictos a salir de fiesta y escuchar esa música. A la vista está el resultado. Ha sido como tenía que ser”.
Dualidad entre el periodismo cultural y la industria: “Surge a raíz de un tema económico. Es complicado hacerse con un hueco en medios y tienes que buscarte la vida. Te surgen oportunidades, por ejemplo, para llevar la comunicación de determinado artista, sello o marca. Creo que los medios deberían hablar más sobre lo que sucede en la industria. La gente aprendería mucho más porque es apasionante. Es un trabajo que disfruto porque te permite ver los dos lados y tener una visión completa del elemento. Soy partidario de entender el mundo de forma transversal. La superespecialización te limita. Hablar de profesiones en ciertos ámbitos está bien, pero igual tienes que decir cuatro cosas. Dabid Muñoz, ¿qué es? ¿Cocinero, empresario, director creativo? C. Tangana igual, ¿qué es?”
Crítica cultural: “Es mi formación. Aunque haga menos, quizás sea mejor crítico de cine o series que de música. Es un mundo en el que me gustaría entrar. Al igual que estoy en proyectos musicales, también poder estar en una serie. No quiero limitarme. Para la expresión de la sociedad es igual de importante la música que las series, por ejemplo. Y hay que estar ahí”.
Apoyo económico a la cultura: “Si hablamos de apoyo económico, los dos últimos años han sido una broma. Es el único sector al que se ha impedido trabajar sin un plan especial. En otros países sí ha sucedido. Hay un componente de hipocresía porque desde las élites culturales se denuncia la precariedad de la cultura pero la gente que dirige la industria son esas mismas élites. Te encuentras con proyectos donde la gente no tiene posibilidad de vivir de ello. Es surrealista. La cultura es un mundo donde muchas veces la gente con la que te cruzas es rica. Aunque parezca que no, han tenido estudios de cine en una escuela privada o ha podido mantenerse en Madrid grabando cortos mientras trabajaba 10 horas semanales en una tienda... Si no tienes pasta, no puedes hacer eso. 'Como yo no he necesitado eso y estoy dirigiendo el cotarro, no voy a procurar que el resto saque dinero”.
Tangana: “Es un referente en todo. Es una persona auténticamente brillante. Se nota. Hay poca gente así. Me inspira. Hay una cosa en El Madrileño que es entender que la cultura del idioma español cruza el Atlántico. Es una forma bonita de mirar a Latinoamérica y a la cultura española con respeto y admiración, y una especie de conciliación entre generaciones. Es una persona nacida en los 90 mirando con reverencia hacía atrás. Entiende que sin el pasado es imposible el presente y el futuro”.
Rosalía: “Los Ángeles me flipó. El intermedio hacia Motomami, a pesar de tener canciones absolutamente brillantes como Di mi nombre o Pienso en tu mirada, me ha gustado menos. Motomami es una obra maestra brutal. Cargado de sentimientos, con mirada bonita a la tradición, generando un imaginario e iconografía propia. El personaje más allá del artista me gusta menos. En la promoción, según el medio dónde iba, parecía una persona diferente. O que no te tomes en serio a la prensa”
Una película: “La Gran Belleza, de Paolo Sorrentino. Fui tres veces al cine a verla y es la película que me hizo entender que el cine no es solo un entretenimiento y que había un valor artístico extra. También menciono The Young Pope. Es un reflejo perfecto de lo que yo entiendo por fe y misterio”.
Un libro: “El Gran Gatsby, de Scott Fitzgerald. Me gusta su obra porque tiene espíritu generacional además de que escribe muy bien. Vive el mundo de su tiempo y dice: 'esta es mi interpretación de las cosas'. Luego, lo que me ha volado la cabeza es “El mapa y el territorio” de Michel Houellebecq. No recuerdo haber leído algo igual. Absolutamente brillante”
Un álbum: “Blonde on Blonde y Highay 61 de Bob Dylan me parecen una locura. Por el componente de mi propia vida, te diría Ídolo de Tangana. Quizás no perdure como El Madrileño pero fue una apertura de puertas. Y también te diría Kendrick Lamar. El último, Mr Morale and The Big Steppers pero también DAMN y good kid, m.A.A.d city. En esos álbumes que te he dicho podría vivir toda mi vida”.