Ken Follett tiene claro que escribe para el entretenimiento. No pretende enseñar a nadie ni se considera más formado que ninguno de sus lectores -que son muchos, repartidos en 80 países-, tal y como ha dejado claro este jueves en Madrid, durante la presentación de su nueva novela, ‘El círculo de los días’ (Plaza & Janés), en la que viaja a la Prehistoria para adentarse en los secretos de la construcción de uno de los monumentos más enigmáticos del mundo, el círculo de Stonehenge, levantado hace 5.000 años, en pleno Neolítico, cuando no se había descubierto todavía la rueda. El autor de ‘Los pilares de la Tierra’ ha tirado de ironía y, sobre todo, de sinceridad al ser preguntado por sus posibilidades ante la Academia Sueca, un poco antes de saberse que este año, habían decidido entregar el galardón al escritor húngaro László Krasznahorkai: "Definitivamente no me darán el Nobel".
"La gente que otorga el Premio Nobel tiene su propia concepción de la literatura, como yo tengo la mía y no son exactamente iguales. Mi literatura es puramente para el entretenimiento", ha argumentado. "Ellos tienen un concepto intelectual, más sesudo, aunque le dieron el Premio Nobel de Literatura a Bob Dylan un año, las letras de sus canciones son verdadera poesía, en el sentido de que a veces no tienen mucho sentido y yo, lo último que quiero en el mundo es escribir algo que no tenga mucho sentido. Eso es absolutamente lo opuesto a lo que hago. Siempre es interesante ver quién recibe un Premio Nobel, pero no seré yo", ha dicho. Con o sin Nobel, lo cierto es que es uno de los escritores que más libros venden en todo el mundo, con más de 198 millones de ejemplares, y seguro que sigue haciéndolo.
Un viaje a la Prehistoria
La idea de adentrarse en los secretos de Stonehenge surgió al ser consciente de lo poco que sabemos de este imponente monumento. "¿Quién construyó esto? ¿Cómo lo construyeron? ¿Y por qué lo construyeron? Y mientras empezaba a pensar en esas preguntas, me di cuenta de que esta podría ser una muy buena historia", explicó. Dicho y hecho. Se puso manos a la obra para hacer lo que mejor sabe: recrear una época a través de un relato en el que mezcla historia, amor, violencia, guerra, venganzas y pasiones humanas.
'El círculo de los días' está en las librerías desde el pasado 23 de septiembre, editado en castellano por Plaza & Janés y en catalán por Rosa dels Vents. El autor mantiene la esencia de su saga más célebre, que giraba en torno a la construcción de una catedral imponente uniendo fuerzas. En este caso, la construcción es diferente, pero la situación es comparable, enfrentarse a un reto "extremadamente difícil" que sólo podría consguir mediante un "gigantesco esfuerzo comunitario".
En esta ocasión, Follett recrea un tiempo remoto en el que no existían ni la rueda ni la escritura. La acción gira en torno a dos personajes principales: Seft, un joven ingeniero del sílex, y Joia, una sacerdotisa de gran carisma. "Tenía que haber un personaje que liderara este movimiento social, alguien de gran encanto y carisma. Y esa es una mujer llamada Joia", explicó. Para el autor, resultaba "creíble" que ese liderazgo recayera en una mujer: "Todo el mundo piensa que en la historia los hombres hicieron todo, pero no es verdad. Las mujeres también hicieron cosas. Entonces pensé: ¿por qué deberían ser sacerdotes? Voy a hacerlas sacerdotisas".
No habrá segundas partes... "pero nunca digas nunca"
Follett no ve en ‘El círculo de los días’ el inicio de una nueva serie. "Si miramos lo que se logró en la Edad de Piedra, podemos ver Stonehenge, y realmente no hay mucho más. No hicieron mucho en la Edad de Piedra, al menos hasta donde yo sé. Así que no veo una secuela. Sería la misma historia con distintos personajes, Pero hay un dicho en inglés: nunca digas nunca", comentó.
Ken Follet en el círculo de Stonehenge, uno de los monumentos más emblemáticos y misteriosos del mundo. (Foto: Gareth Iwan Jones)
"Soy escritor porque nací con imaginación"
El escritor galés reivindicó una vez más la imaginación como la base de su trabajo. "Soy escritor porque nací con imaginación y la he perfeccionado a lo largo de los años", aseguró. Lejos de considerar la Prehistoria un desafío ante la falta de documentos que atestiguen cómo fueron aquellos tiempos, la vivió como un ejercicio normal dentro de su profesión, perfeccionado a lo largo de los años: "No me ha resultado muy difícil imaginar a la gente de la Edad de Piedra, su religión, lo que comían, sus relaciones entre ellos, el sexo... He hecho lo que hago todos los días".
El autor reconoce, eso sí, que en esta novela ha tenido que tirar más de imaginación. "Si normalmente la realidad y la ficción van al 50% en una novela histórica, en este caso, la realidad es un 20% y la imaginación, el 80%".
Una sociedad en torno al sílex
La novela muestra una sociedad compleja y cooperativa, en la que el sílex, “la única herramienta de corte”, era también la base de una economía rudimentaria. "Me sorprendió descubrir que había toda una economía construida alrededor del sílex. Era lo más parecido que tenían al dinero, porque todo el mundo lo necesitaba todo el tiempo. No se podía vivir sin un sílex", explicó.
Más allá de la ambientación, ‘El círculo de los días’ refleja inquietudes que, según Follett, siguen siendo universales. "Hay algunas cosas que preocupan a la gente en todas las épocas: la violencia, el crimen, la guerra, el amor, el trabajo, la familia. Son los mismos dramas en todas las épocas de la historia", señaló. Su interés no es trazar paralelismos con la actualidad, sino mostrar que las emociones humanas apenas han cambiado.
"No escribo libros para enseñar lecciones a la gente. Las personas que leen son inteligentes y no quieren que les diga qué pensar"
"No escribo libros para enseñar lecciones a la gente. Las personas que leen son inteligentes y no quieren que les diga qué pensar. Intento presentar la historia de manera realista e intento escribir una historia que la gente ame", afirmó. En ese sentido, su literatura, insiste, no busca adoctrinar sino entretener con rigor y emoción.
El autor se mostró abierto a futuras adaptaciones audiovisuales, pero no es su objetivo cuando escribe: "Siempre estoy dispuesto a que mis historias se conviertan en series de televisión o películas o musicales. Es un cumplido a mi historia si se puede trasladar a un medio diferente".
Al mismo tiempo, reconoció que no entiende el funcionamiento de Hollywood y la industria cinematográfica. "Yo entiendo de libros, sé por qué a la gente le gustan unos libros y otros no, y también por qué algunos libros, siendo buenos, no encajan, pero el cine es un mundo diferente".
La presentación tuvo lugar en el Cupra City Garage de Madrid, un espacio de coworking que acogerá una exposición inmersiva dedicada a ‘El círculo de los días’, que se podrá visitar de forma gratuita todo el fin de semana. Una experiencia que prolonga la invitación que lanza el propio Follett en su novela: viajar miles de años atrás para descubrir que, en el fondo, los humanos seguimos siendo los mismos.