Máximo Huerta (Utiel, Valencia,1971) se siente feliz. Tras reinventarse por enésima vez, ha conseguido resolver un enigma que le llevaba persiguiendo desde hace 10 años, cuando descubrió a dos falleras representadas en uno de los mosaicos de la Basílica del Sagrado Corazón de París. Llevan allí desde 1924 y, aunque no ha conseguido saber la historia real, sí la ha recreado en la ficción. Esta insólita escena cobra vida en su nueva novela, ‘París despertaba tarde’ (Planeta, 2024), a través de Kiki de Montparnasse, la bailarina y modelo que se convirtió en un icono de los felices años 20.

Detalle del mosaico de una de las capillas del Sagrado Corazón de París en el que se puede ver a dos falleras Detalle del mosaico de una de las capillas del Sagrado Corazón de París en el que se puede ver a dos falleras

“No se sabe por qué se representaron estas dos falleras, pero esas telas salieron de uno de los mejores talleres valencianos. La fallera de rojo tiene un perfil muy peculiar y para mí es Kiki de Montparnasse, la mujer más famosa en ese momento, en contraste con Juana de Arco, que aparece en el exterior de la Basílica”, nos explica a un grupo de periodistas, que hemos tenido la suerte de visitar con él los escenarios de su nueva novela. La nueva heroína es modernidad, luz y color frente a los tiempos oscuros y grises.

¿De qué va ‘París despertaba tarde’?

‘París despertaba tarde’ nos traslada a 1924, año en el que la ciudad los que serían los últimos Juegos Olímpicos del barón de Coubertin. El autor recupera en la novela a uno de sus personajes, Alice Humbert, que protagonizó la novela 'Una tienda en París' (2012). Esta modista de orígenes humildes ve cumplido el sueño de su vida, tener una boutique de moda, aunque a costa de perder a su gran amor. A través de las cartas nunca enviadas a su antiguo amante, un homenaje al género epistolar, vamos descubriendo el porqué de esta renuncia. 

Junto a los personajes de ficción convive un amplio elenco de lo más granado de aquella sociedad hedonista y disfrutona que transformó la ciudad para siempre. Además de Kiki de Montparnasse destacan los vidrieros de la Casa Maumejean (a quienes atribuye la cerámica del Sagrado Corazón), Baudelaire, Modigliani, Coco Chanel, Claude Monet, André Citroën, Man Ray, Lee Miller o Moïse Kisling, entre otros. “El París de la novela no es todo París, de hecho, algunos iconos de la ciudad no salen porque me he centrado en Montmartre y Montparnasse, los dos escenarios principales, que eran entonces dos islotes de libertad, donde convivían homosexuales, travestis, artistas, putas… se celebraban fiestas desenfrenadas, era un tiempo de tránsito y de correr, después de la Primera Guerra Mundial, la ciudad estaba en metamorfosis, se había convertido en un refugio y un paraíso”, nos explica.

El mercado de la carne

Más allá de este París canalla, Máximo Huerta ha querido reivindicar el papel de las mujeres. Muchos hombres habían muerto en la guerra y los que regresaron lo hicieron traumatizados o tullidos. Las mujeres tuvieron que salir solas adelante y se reinventaron. "Tiraron el corsé, se cortaron el pelo y salieron a bailar, fumar y disfrutar de la vida", enfatiza. 

En ese contexto, da voz a las modelos que posaron para los grandes artistas de la época. La mayoría de los talleres en los que trabajaban estaban en la calle Campagne Premier, de Montparnasse. “Era el mercado de la carne, las chicas iban allí para desfilar y poder ganar unos francos. ‘¿Cuándo vienen las nuevas putas’, se refería a ellas literalmente el polaco Kisling, que juega un papel importante en la trama”, subraya el autor.

El ascenso a los cielos de Kiki de Montparnasse

Kiki de Montparanasse (a la izquierda con un enorme collar), fue la mujer más famosa del momento y no podía faltar en la galería fotográfica que adorna el restaurante Chez Dome, muy frecuentado por los protagonistas de 'París despertaba tarde'Kiki de Montparanasse (a la izquierda con un enorme collar), fue la mujer más famosa del momento y no podía faltar en la galería fotográfica que adorna el restaurante Chez Dome, muy frecuentado por los protagonistas de 'París despertaba tarde'

Al frente de todas ellas está la irreverente Kiki de Montparnasse, quien llegó a París con apenas 13 años y empezó su carrera en ese sórdido mercado. La novela es toda una metáfora de cómo sale de este infierno para instalarse en el cielo de Sacre Coeur, ubicada en el punto más alto de la ciudad. En la ficción, es ella una de las falleras que alza a un bebé para recibir la bendición del Señor. "Virgen otra vez", interpreta cuando le hacen el ofrecimiento para posar de esta manera, "esto será una experiencia inesperada".

"La única manera que tenemos de alargar la vida es gastarla"

Según Máximo Huerta todos debemos dejar la timidez atrás y ser más Kiki de Montparnasse, una lección que él ha ido aprendiendo con el tiempo. "La única manera que tenemos de alargar la vida es gastarla. No hay otra opción, lo que pasa es que, como nos queremos inmortales, creemos que vamos a vivir mucho y no te quiero, ni hacemos cosas que nos gustaría, ni nos descalzamos más a menudo. Entonces creo que no hacemos esa, no tenemos esa alegría de vivir que se tenían en este tiempo, que a mí me gusta tanto", nos confiesa. 

"Escribir sobre una ciudad es como empadronarse en ella", nos cuenta Máximo Huerta, feliz siempre en su París, su 'ciudad de adopción'.  (Foto: Javier Ocaña)"Escribir sobre una ciudad es como empadronarse en ella", nos cuenta Máximo Huerta, feliz siempre en París, su 'ciudad de adopción' (Foto: Javier Ocaña)

'París despertaba tarde' es probablemente la historia que más tiempo ha estado madurando el escritor. Al igual que los personajes de su novela ha ido soltando lastres en su vida hasta cumplir sus sueños, el último, montar La Librería de Doña Leo, que se ha convertido en un importante reclamo turístico y cultural para Buñol, el pueblo en el que creció y donde ha vuelto a instalarse para cuidar de su madre. "Ver autobuses que llegan a la librería, tanta gente, autores como Dolores Redondo, Luz Gabás o Irene Vallejo que han venido a firmar y todos los que van a venir... Para mí ha sido toda una sorpresa", nos explica. Su afición por el turismo de librerías viene de lejos, algunos de los capítulos de este libro los escribió desde la mítica Shakespeare and Company, a tiro de piedra de 'Mélodies Graphiques', la papelería y tienda de artículos vintage que tomó como referente para montar Doña Leo. La ha visitado infinidad de veces en los últimos años y es uno de los sitios que elegiría para perderse. En ella sitúa la tienda de moda de su protagonista Alice Humbert.

"Escribir sobre una ciudad es como empadronarse en ella"

'París despertaba tarde' es también la culminación de un sueño para Máximo Huerta, empadronarse en su ciudad fetiche, un lugar que visita con frecuencia y en el que se siente feliz. Ha elegido 2024 para publicarla porque son justo 100 años después de ese periodo de entreguerras que tanto le atrae y cuando, además, la ciudad vuelve a celebrar unos Juegos Olímpicos. Está a la venta desde este miércoles en todas las librerías.