'La tríada del escorpión' (Ilitia editorial, 2024) es la nueva novela del escritor catalán Damián Patón, autor que navega a contracorriente tanto en los temas como en las formas. En este libro el individuo protagonizará una aventura en donde un poder absoluto crece a sus espaldas. Estamos ante una obra crítica con el poder que ejercen las grandes corporaciones por encima de los gobiernos y de la propia libertad individual. Pero Patón no se queda con la rebeldía de sus historias y personajes, en sus argumentos expone con rotundidad su negativa a formar parte de un mercado editorial que consagra la distracción y aparta toda literatura que haga dudar.
La realidad supera a la ficción y la ficción, superada por los hechos, se transforma en una realidad intangible
Pregunta: En tu novela la democracia global está en peligro por el poder de las grandes corporaciones. ¿Hemos llegado a ese punto o esto es sólo ficción?
Respuesta: Para empezar, tendríamos que saber que significa eso de democracia global y si alguna vez la hubo, cosa que dudo. En este momento las grandes corporaciones según mi parecer, están construyendo sus feudos virtuales, alejados del contacto de las personas comunes. Una élite que no necesita ir a la arena real, para saber qué pasa. Jugará un papel importante la Inteligencia artificial, como lo es Internet, controlado por las élites. El poder de las grandes corporaciones es grandísimo; se ha llegado a ese punto de la ficción de mi novela, porque en sus inicios, esas grandes corporaciones, usaban el consumismo y otras artimañas. Ahora, como aventuró la novela, ya pueden reinventar nuestras vidas, pueden construir una ficción falsas vidas, adheridas a la realidad, Construir un relato. No soy ningún experto en la materia. Sólo un escritor que tiene su visión. No escribo visiones profetices, sino lo que siento. La realidad supera a la ficción y la ficción, superada por los hechos, se transforma en una realidad intangible. Es paradójico.
Yo tengo un credo: entretener, profundizando, para abrir las mentes. No escribo panfletos; no soy defensor de causas políticas
P: ¿La ficción es una piedra en el zapato del sistema o es un mero entretenimiento?
R: Buena pregunta. Siempre hemos necesitado la ficción, para sentirnos aliviados y compensados con el peso de la vida. La ficción, purifica, ayuda y abre la mente. Al ser humano le gusta que le cuenten historias; eso es evidente. La ficción es una realidad que nace de nuestro inconsciente, al tiempo que lo invitamos a la fiesta para que nos cuente cómo nos va en esa fiesta. La ficción nos previene del control, nos avisa en su devenir. No somos esclavos mudos, sin la voz de nuestra conciencia. El archiconocido ejemplo de 1984, Un mundo Feliz, Farenheith, etcétera, Todos conocemos estas historias, que no resultan peligrosas, porque de tanto contarlas pierden su efectividad, convertidas en mero producto para entretener. Yo tengo un credo: entretener, profundizando, para abrir las mentes. No escribo panfletos; no soy defensor de causas políticas. La ficción tiene que poner en alerta a las personas. Y la ficción se amaña con los datos de la realidad, como de la ciencia, para asustar con cuentos de terror al personal, como ocurrió durante la pandemia. Tergiversar el relato informativo.
P: ¿Cómo surge la idea de esta obra?
R: Surge de la indignación. Yo estaba deprimido y sin apenas fuerzas. Sufría acoso laboral, así que me dieron la baja. Dios mío, no sé como saqué fuerzas para escribir la novela. Alguien de una gran corporación se suicidó, tirándose desde la ventana de un edificio. En fin, en medio de toda mi desazón, pensé, en el mundo. En cómo nos controlan y nos dejamos controlar y a su vez este juego se pasa a las relaciones humanas y laborales. En como nos comunicamos unos a otros y qué sucedería si nuestro mundo sufriera un control extremo como en las dictaduras comunistas, sólo que ahora con las nuevas tecnologías, con Internet, con la Inteligencia artificial, con armas de destrucción masiva, con los medios de comunicación sometidos o dependientes del poder de esas élites-el estado ya no cuenta-, hasta qué punto llegaríamos. Pues bien, estamos entrando en esa fase.
P: ¿Hay una gama de géneros en la novela, o predomina el espionaje?
R: Hay una gama de géneros en la novela; no predomina el espionaje. En la novela, apenas intervienen las autoridades, porque quise enforcarla en el ciudadano común, que es quién al final siempre sufre las consecuencias. Un sólo hombre puede desestabilizar todo un estado. A los poderes facticos, no les asusta tanto un grupo terrorista, sino más bien un sólo hombre o mujer; es más difícil de controlar.
La literatura de mercado no es mala de por sí. Lo malo es que sólo se ofrezca eso y el lector no tenga una variedad visible, afín a sus gustos
P: Eres crítico con la llamada literatura de mercado. ¿Qué le cuestionas?
R: La literatura de mercado no es mala de por sí. Lo malo es que sólo se ofrezca eso y el lector no tenga una variedad visible, afín a sus gustos. Se venden los mismos productos literarios-vamos a llamarlo así-, siempre al mismo lector masivo. La literatura critica no les aporta dinero, porque no les interesa. Y no fomentan variados puntos de vista, al contrario, arrinconan las alternativas. El entramado editorial de intermediarios, de amigos, de grandes corporaciones que manipulan la obra, los negros literarios, los distintos géneros literarios que no aportan nada, sino una insoportable vacuidad, con autores en general que escriben refritos o tópicos de telefilms y demás. Todo eso le cuestiono al mercado.
P: Eres un autor de una dilatada producción, sin embargo, con esta nueva novela irrumpes con más fuerza. ¿Qué novela de las anteriores recomiendas al lector?
R: Sí, tengo algunas obras. Yo recomendaría lo que los lectores han dicho, decirlo yo, sería demasiado pretencioso. Recomiendan siempre; 'El trópico y el fuego' - editorial Ilitia / 'El tahúr ausente'- editorial Avant y 'Tal como sale' / 'Alexis, el apátrida' y, lógicamente, 'La tríada del escorpión' - editorial Ilitia. Espero no parecer engreído, me atengo al testimonio de los lectores.
P: ¿Qué clase de libros lees cuando no escribes?
R: Leo, generalmente novela, ensayo, historia, biografía. Leo obras fuera del circuito del mercado “oficial”. Busco autores nuevos que sobreviven bajo el radar, autores en la sombra, autores anónimos.
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