Tras tres años de su lanzamiento, Motomami, el tercer álbum de estudio de la cantante y compositora Rosalía, continúa siendo un referente en la música contemporánea. A lo largo de 16 temas que abarcan géneros como el reguetón, la bachata, el flamenco, el pop y la música electrónica, Motomami no solo consolidó a Rosalía como una de las artistas más influyentes de su generación, sino que marcó un punto de inflexión en la forma en que se percibe la música latina en el panorama global. A través de este álbum, Rosalía no solo reafirmó su capacidad para reinventarse, sino que también transformó las expectativas de lo que puede significar el cruce de fronteras entre géneros y culturas.

De Los Ángeles a Motomami

Portadas discos Los Ángeles (2017) y Motomami (2022)

Portadas discos Los Ángeles (2017) y Motomami (2022)

Para comprender el impacto de Motomami, es crucial mirar la evolución musical de Rosalía. Desde su debut en 2017 con Los Ángeles, un álbum que la presentaba como una prometedora cantante de flamenco contemporáneo, hasta El Mal Querer (2018), que la catapultó al estrellato internacional con temas como Malamente y Pienso en tu mirá, Rosalía había demostrado una capacidad única para fusionar el flamenco con elementos del pop, el reguetón y otros géneros populares. Sin embargo, Motomami representó un cambio radical.

Con este disco, Rosalía dejó atrás las estructuras musicales más convencionales para adentrarse en un terreno experimental, que parece no tener miedo a mezclar influencias de todo el mundo. Mientras El Mal Querer contaba con una estética más estructurada y conceptual, Motomami es más libre, menos encasillada en un solo estilo. La artista fusiona la música latina tradicional con la vanguardia, creando un sonido que es irreconocible en comparación con otros discos del pop latino. Esta capacidad de reinventarse y de llevar su sonido a un nivel global es lo que la distingue de otros artistas dentro de la música urbana.

El ADN de Motomami

Desde el primer track del álbum, Saoko, Rosalía introduce una producción electrónica que se funde con los elementos del reguetón y la salsa, creando un ritmo poderoso que invita al movimiento, pero también refleja un sentido de reinvención. La canción toma como referencia la palabra “Saoko”, que en el argot de la música urbana significa energía, sabor, y energía renovada

Por otro lado, en canciones como La Combi Versace, Rosalía se adentra en los sonidos de la música trap y el rap, influencias de la cultura urbana global, que conviven a la perfección con su acento flamenco y su estilo único. Este cruce de fronteras musicales no solo genera un impacto sonoro, sino que refuerza el concepto de Motomami como un reflejo de la globalización musical, un proyecto que no está atado a ninguna categoría predefinida.

La bachata también tiene su lugar en el álbum, como en la exitosa Bizcochito, donde Rosalía adopta el ritmo caribeño pero lo lleva a su propio territorio. La canción ofrece una mezcla deliciosa de sensualidad y ritmo, fusionando la cadencia de la bachata con la fluidez electrónica. Este enfoque de la música latina moderna representa un intento de reinterpretar y actualizar géneros tradicionales para una audiencia contemporánea.

Impacto cultural

Uno de los mayores logros de Motomami es su capacidad para romper barreras culturales. Rosalía, nacida en San Esteban Sasroviras, un pequeño municipio de Barcelona, ha logrado convertirse en un fenómeno global, llevando el flamenco a un público joven que nunca había estado en contacto con esta tradición española. En un mundo donde la música latina está en constante expansión, Motomami contribuyó a consolidar el poder de la cultura hispana y su influencia en el mercado global.

La canción homónima, Motomami, es una declaración de intenciones, un manifiesto sobre lo que representa la artista y lo que significa ser una “motomami”, un término que fusiona el amor por la innovación y el deseo de sobresalir. El álbum se presentó no solo como un proyecto musical, sino como una propuesta estética que abarca desde la portada del disco hasta los videoclips y las actuaciones en vivo.

Motomami tuvo un impacto profundo en la forma en que se percibe la mujer dentro de la música urbana. Rosalía, quien ya había sido reconocida por su capacidad de empoderamiento femenino en su carrera anterior, da un paso más al reivindicar su libertad de expresión en todos los aspectos. Las letras de sus canciones, muchas veces atrevidas, no solo cuestionan las expectativas sociales sobre el comportamiento femenino, sino que también celebran una sensualidad cruda y directa, que juega con la ironía y la provocación.

El Impacto Visual y Sonoro en Motomami Tour

Las actuaciones del Motomami Tour han sido un verdadero despliegue de innovación estética, fusionando elementos visuales con una producción musical espectacular. Desde el inicio de cada show, Rosalía sumerge al público en un ambiente que va más allá de la música, creando una experiencia multisensorial. Los escenarios están cargados de pantallas gigantes, luces dinámicas y efectos visuales que se complementan perfectamente con la estética del álbum Motomami. Cada canción se transforma en un viaje visual donde la tecnología y el arte se encuentran para dar vida a la narrativa de su disco, desde la sensualidad de Bizcochito hasta la potencia de Saoko. La utilización de colores vibrantes, detalles futuristas y una puesta en escena que resalta la feminidad y el empoderamiento ha consolidado a Rosalía como una artista que no solo canta, sino que también transforma el espacio en una obra de arte viviente.

Además, la estética de las actuaciones refleja la evolución del estilo personal de Rosalía. Sus trajes, que van desde lo futurista hasta lo tradicionalmente flamenco, refuerzan la dualidad del disco: la fusión entre lo moderno y lo clásico. En cada show, su presencia en el escenario no solo se limita a cantar, sino que se convierte en una poderosa declaración visual y simbólica. Su movimiento y energía, junto a los cambios rápidos de vestuario y el uso del cuerpo como un medio de expresión, mantienen la atención del público cautiva durante toda la actuación. Rosalía ha logrado crear una atmósfera única en cada uno de sus conciertos, haciendo del Motomami Tour un reflejo de su capacidad para reinventar no solo su música, sino la manera en que se presenta al mundo.

Rosalía en su Motomami Tour. EP.

Rosalía en su Motomami Tour. EP.

Además, el impacto de Motomami no se limita a su éxito comercial o sus colaboraciones con artistas internacionales, sino que también se extiende a su capacidad para ser una voz relevante en la cultura popular. Con el lanzamiento de Motomami, Rosalía no solo conquistó listas de éxitos en América Latina y España, sino que también se hizo un nombre en mercados como el estadounidense, el europeo y el asiático. Su habilidad para conectar con audiencias de diferentes orígenes culturales ha hecho de ella una de las artistas más representativas de la globalización de la música latina.

Súmate a El Plural

Apoya nuestro trabajo. Navega sin publicidad. Entra a todos los contenidos.

hazte socio