Hojas de acelga con patatas y salsa de pimentón.

¿Con qué?

Las hojas de dos manojos de acelgas, seis patatas pequeñas, dos dientes de ajo, aceite de oliva virgen, pimentón dulce, un pellizco de pimentón picante y sal.

¿Cómo?

Cortamos las patatas después de pelarlas en gajos pequeños y las ponemos a hervir en agua con sal y dos cucharadas de aceite de oliva. Cuando lleven hirviendo diez minutos le añadimos las hojas de acelgas cortadas en tiras trasversales y dejamos que se cuezan con las patatas. En una sartén vertemos tres cucharadas de aceite de oliva y echamos los dientes de ajo fileteados, retiramos la sartén cuando los ajos estén dorados y espolvoreamos una cucharada de pimentón dulce, un pellizco de picante y media taza de caldo donde han cocido las acelgas y las patatas. Removemos todo y lo echamos en las patatas con las acelgas secas y dejamos que cueza tres minutos. Apagamos dejamos reposar y servimos.

Arroz con costra.

 ¿Con qué?

Medio kilo de carne (magro y trocitos de muslo de pollo deshuesado) diferentes embutidos a voluntad. Tomate triturado, medio pimiento rojo y una cabeza de ajos secos, trescientos gramos de arroz, aceite de oliva, sal, azafrán, un poco de pimienta molida y cuatro huevos.

 ¿Cómo?

Esta es una receta de autor, la segunda que me envía en menos de un mes, Remedios Cantó, de Novelda, Alicante. Freímos ajos sin pelar y pimiento y apartamos. Freímos la carne y le echamos el tomate hasta que tome un color oscurito. Una vez frito vertemos en olla que habremos puesto con agua a hervir. Salpimentamos y echamos una pizca de azafrán. Dejamos que hierva un poco, si el magro está tierno con unos quince minutos es suficiente. Echar arroz en paella -debe caber en el horno y mejor un perol de barro- y darle unas vueltas. Verter caldo con la carne y ponerle el embutido como morcilla, blanco, longaniza, etc. -a  trocitos- si se quiere; echar el pimiento. El arroz se irá haciendo normal, pero a los diez minutos, más o menos, le quedará poco caldo. En ese momento le añadimos por encima los huevos que habremos batido y puesto un poco de sal. Metemos en el horno a 220º C -con el gratinador encendido- para que termine de hacerse. El huevo debe de quedar cuajado sin quemarse. Servirlo haciendo trozos como una tortilla, sin revolver.

Pastelitos de la pastelería de siempre.