¿Alguna vez has notado que las hamburguesas en los restaurantes son increíblemente jugosas, mientras que las que preparas en casa tienden a secarse rápidamente? La diferencia no está en los ingredientes caros, como la nata o la mantequilla, sino en un sencillo truco que los chefs prefieren mantener en secreto.

El secreto de los chefs

El truco es mucho más simple de lo que parece: poner un trozo de hielo en el centro de cada hamburguesa. Sí, hielo normal, de ese que tenemos en el congelador. Al cocinarse, el hielo se derrite lentamente y genera vapor desde el interior de la carne, evitando que pierda humedad. Además, la grasa de la carne no se derrite rápidamente, lo que permite que se mantenga dentro de las fibras, ayudando a que la hamburguesa se mantenga jugosa y sabrosa.

Es importante tener cuidado al preparar las hamburguesas: el hielo debe quedar completamente cubierto por la carne picada para evitar que el jugo se filtre en la sartén. Además, el tamaño del trozo de hielo debe ser pequeño, aproximadamente del tamaño de una cucharadita. Si el trozo es demasiado grande, la hamburguesa podría desmoronarse durante la cocción.

¿Existen otras alternativas al hielo?

Para aquellos que no quieren arriesgarse con el hielo, hay una alternativa: añadir calabacín rallado a la carne picada. Esta verdura, que apenas tiene sabor, actúa como una esponja que retiene la humedad. Solo se necesita añadir 100 g de calabacín por cada 500 g de carne picada, asegurándose de exprimir el exceso de jugo para evitar que la mezcla se vuelva demasiado líquida.

Otro aspecto clave es la temperatura de los ingredientes. La carne molida debe estar a temperatura ambiente antes de cocinarla. Si está demasiado fría, la grasa se solidificará y no se distribuirá de manera uniforme, lo que afectará la cocción. Es recomendable dejar que la carne repose entre 10 y 15 minutos fuera del refrigerador.

La importancia de la sal en la hamburguesa

También es fundamental no salar la carne antes de tiempo. La sal extrae los jugos y puede hacer que las hamburguesas se queden duras. Es mejor añadirla justo antes de formar las hamburguesas. Al mezclar la carne, es importante hacerlo con cuidado, sin presionar demasiado, ya que esto puede hacer que las hamburguesas queden más densas.

Cómo cocinar diferentes tipos de carne

Por último, la elección de la carne es crucial. Una mezcla 50/50 de carne de cerdo y res es ideal, ya que la carne de cerdo aporta la grasa necesaria, mientras que la carne de res proporciona un sabor más rico. Si se usa pollo picado, añadir una cucharada de aceite vegetal por cada 400 g de carne puede compensar la falta de grasa.

Para cocinar, forme las hamburguesas de forma ligeramente plana, pero no demasiado delgada. Cocine a fuego medio, tapado, durante los primeros 5 minutos para que el vapor ayude a mantener los jugos. Luego, retire la tapa, suba el fuego y deje que se cocinen hasta que estén crujientes. Y, por último, nunca pinche las hamburguesas con un tenedor para ver si están listas, ya que eso hará que pierdan todos sus jugos. Es mejor presionar ligeramente con una espátula y observar si sale un líquido transparente. Si es así, la hamburguesa está lista para disfrutar.

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