La bayeta es uno de los utensilios más utilizados en la cocina, pero también uno de los más olvidados a la hora de la limpieza. Se ensucian con rapidez y el lavado que necesitan es importante para evitar que acumule bacterias y gérmenes. Si pensamos bien, ¿cuántas veces hemos lavado la bayeta a la semana? 

Si las usamos para limpiar, seguramente pensemos que sean higiénicas, pero ¿realmente lo son? La OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) realizó una investigación y preguntó a los encuestados cuál era el método usado para la desinfección, cada cuánto tiempo lo hacía o el periodo aproximado en el que suelen renovarlo. 

Varios datos de la OCU revelan que las bayetas se han convertido en uno de los focos de infección más peligrosos en un hogar. El estudio realizado reveló que solo un 6% de los españoles lava las bayetas, y es que 9 de cada 10 que las lava, lo hace de forma inapropiada, porque no las desinfecta bien. 

Cómo desinfectar la bayeta

La mejor manera de desinfectar la bayeta es mucho más sencilla de lo que crees. Aquí tienes el mejor truco para limpiar la bayeta, según la OCU:

  • Elimina los restos de comida y suciedad después de cada uso. Las bacterias son seres vivos y necesitan nutrientes, mejor no darles la facilidad de que crezcan ahí. 
  • Aclarar y escurrir bien la bayeta. Después, dejarla extendida para que se seque bien. Es importante dejar la bayeta bien estirada para evitar que se acumule la humedad. 
  • Por lo menos una vez a la semana, ponerla en remojo durante 5 minutos mezclando agua con un 10% de lejía
  • No esperes a que se estropeen, si no cámbialas periódicamente. Cuanto más desgastados estén, mayor será la probabilidad de que capten bacterias. 
  • Y lo más importante: no uses la misma bayeta para todo. Utiliza una bayeta para cada parte de la casa, es decir, una para el baño, otra para la cocina y guárdalos en sitios distintos.

También se puede hacer en la lavadora y microondas

Además del consejo anteriormente mencionado, también puedes lavar la bayeta en la lavadora. Consiste en meter los trapos en la lavadora a 60º tras cada uso, pudiendo utilizar un detergente neutro y programar un lavado normal. 

Pero no es el único método alternativo, también se puede calentar la bayeta en un recipiente con agua durante unos minutos en el microondas. Esto puede resultar un buen truco para aquellos que no quieran lavar las bayetas con el resto de la ropa o que, directamente, no tengan las suficientes prendas para poner una lavadora entera. 

Una vez que las bayetas estén limpias, sin importar cuál de los métodos se hayan utilizado, es importante que las centrifuguemos o sequemos bien, ya que los microorganismos se quedan adheridos a la humedad. 

No solamente las bayetas son los únicos utensilios que se pueden meter en la lavadora, aquí hay algunos que quizás no sabías que se podían meter también

Biofilms, el gran foco de infección

Si una bayeta permanece húmeda y no se limpia de manera adecuada, los biofilms se convierten en el gran foco de infección. En aquellas superficies donde las células están adheridas, es difícil eliminarlas posteriormente sin químicos. Las bacterias pueden ser muy diferentes entre sí dependiendo del lugar del hogar en que las utilicemos.

Esta es una de las mayores pesadillas para los expertos en seguridad alimentaria, por eso las maderas apenas se usan en la industria alimentaria, por prevención. Por ejemplo, la E. coli por una mala higiene en el baño o Salmonella por las superficies de la cocina. Estas bacterias pueden causar enfermedades leves, pero algunas de ellas pueden provocar incluso la muerte.

Por tanto, juegan un papel importante en la prevención de biofilms cuatro factores: la limpieza y desinfección, el tiempo de exposición, la temperatura y la actividad.