La prevención de los incendios impide la celebración de barbacoas en el campo, montes o terrenos forestales durante el verano. Así lo establece el Reglamento de Prevención y Lucha contra los Incendios Forestales, donde se cita que queda totalmente prohibido encender fuego para la elaboración de productos alimenticios u otra finalidad, a excepción del uso de barbacoas en zonas autorizadas.

A partir del día 1 de junio y hasta mediados de septiembre quedan estrictamente prohibidas las barbacoas en terreno forestal a nivel nacional, aunque cada comunidad autónoma puede aplicar sus peculiaridades y extender la prohibición hasta mediados de octubre.

En terreno urbano, donde el riesgo de incendio es menor, se puede realizar en determinadas circunstancias, ya que dependerá de la norma vigente en cada localidad o comunidad. En este sentido, se establece un límite de metros referente a la cercanía con el terreno forestal más próximo. En propiedades privadas como jardines, terrazas o patios hay más libertad, pero hay que tener siempre mucho cuidado y prestar la debida atención para que el juego no se pueda descontrolar.

Estas prohibiciones surgen con el único motivo de prevenir los incendios forestales que se agravan en los meses de verano y que azotan a importantes masas forestales cada año. El viento es uno de los factores clave para que las llamas se extiendan, así como las altas temperaturas.

Medidas para controlar las barbacoas

Cuando las barbacoas estén permitidas es importante seguir una serie de normas para evitar y prevenir incendios:

  • Encender el carbón o la leña de forma adecuada, sin utilizar combustibles u otros elementos para acelerar el proceso de combustión y que puedan contribuir a su descontrol.
  • Prestar atención en todo momento al fuego y mantenerlo controlado.
  • Una vez se haya cocinado es conveniente extender las brasas hacia el fondo para que no se caigan fuera.
  • Antes de irse, comprobar que las brasas se han enfriado y apagado.
  • No hacer barbacoas en días muy calurosos ni con mucho viento.

Los incendios son una lacra que, lamentablemente, nos acompaña cada año. Este verano el más violento ha sido, seguramente, el que se ha producido entre los municipios de Navalacruz y Cepeda de la Mora (Ávila) y que se estima, ha arrasado ya más de 12.000 hectáreas.