El incendio que se declaró el pasado sábado en la provincia de Ávila, entre los municipios de Navalacruz y Cepeda de la Mora, ya está estabilizado. Con miles de hectáreas calcinadas y un perímetro de 130 kilómetros, se convierte en el peor incendio que se ha producido en España en lo que va de año.

El consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, ha confirmado hoy que ya no hay llama en los 130 kilómetros de su perímetro, solo alguna reproducción interior. Pero, en relación a las hectáreas que se han quemado, hay diferencias en función de las fuentes: el Ejecutivo regional cuantifica en no menos de 12.000 las hectáreas calcinadas, mientras que el servicio de Emergencias de Copernicus de la Unión Europea, que proporciona información geoespacial precisa, calcula que se ha quemado una superficie de 21.993 hectáreas, que ascienden a 22.723 sumando las 730 hectáreas de otro fuego declarado muy cerca, en El Tiemblo.

Este es el incendio más extenso en los últimos 40 años en la comunidad de Castilla y León y uno de los más importantes ocurridos en España en los últimos años. La Junta no prevé por el momento bajar el nivel 2 de peligrosidad en la escala de 0 a 3. Tampoco considera disminuir el despliegue de medios materiales y de equipos de extinción de incendios de la zona, ya que todavía siguen preocupando las altas temperaturas, el viento y las posibles reproducciones que se pueden generar en las próximas horas.

El incendio se inició al arder un vehículo en Navalacruz, en el entorno del valle de Ambles y durante días se ha extendido por la sierra de la Paramera. Suarez-Quiñones ha asegurado que ya se está trabajando en el plan de restauración para reestablecer el suministro de pastos para la ganadería, la protección de los acuíferos y captaciones de agua de las poblaciones, la extracción de la parte de madera quemada y la repoblación forestal en las partes arboladas.