Los bomberos de Castilla y León se suman este lunes a la manifestación convocada por la sociedad civil en Ávila para protestar contra la Junta y la Diputación de Ávila por la mala planificación frente al incendio que afectó la región en agosto, el peor ocurrido desde los años 80, con más de 20.000 hectáreas arrasadas.

La convocatoria de esta manifestación se produce una semana después de que la Coordinadora Unitaria de Bomberos Profesionales, una de la principales asociaciones de profesionales del país, presentase una denuncia por la actuación frentre a las llamas en Ávila y las "múltiples irregularidades en la forma de actuar para atajar y extinguir el incendio, que podrían constituir actuaciones delictivas, por acción u omisión por parte de las mismas", según informa Eldiario.es.

No se actuó de manera inmediata

La asociación de bomberos cree que no se actuó "de forma inmediata por parte de ningún servicio público de prevención, extinción de incendios y salvamento" frente al incendio de un vehículo, el pasado 14 de agosto a las 10:27, en el punto kilométrico 38 de la N-502, en el término de Navalacruz. Según su denuncia, los efectivos tardaron hasta una hora en llegar después del aviso, lo que atribuyen a la falta de medidas de prevención de la Diputación, ya que la provincia de Ávila no cuenta con ningún parque de bomberos provincial, delegando las competencias para toda la provincia al de Ávila capital.

Los bomberos han precisado que tras detectar que había un vehículo ardiendo en la zona, "no se procede a su extinción inmediata. Si esa actuación hubiera sido inmediata, diligente y adecuada, el fuego podía haberse evitado, apagando el fuego del vehículo con inmediatez, evitando que se extendiera al monte de forma inexorable". Además, consideran que hubo fallos en la clasificación del incendio, que fue considerado de nivel 0 a pesar de su cercanía con una zona de monte bajo, una decisión que "fue negligente y generadora probablemente de responsabilidad penal y/o civil, subestimando el alcance y gravedad de la situación".

Se incumplió la ley

Según la denuncia, los hechos evidencian un incumplimiento de la Ley Reguladora de las Bases del Régimen Local (art. 36C) que regula la prestación del servicio de prevención y extinción de incendios por parte de la Diputación. Además, los profesionales consideran que se ha incumplido la la Ley 4/2007 de 28 de marzo, de Protección Ciudadana de Castilla y León, según la cual se debe desempeñar mediante un servicio de bomberos profesionales y agentes de la autoridad en el ejercicio de sus funciones. 

El portavoz de la coordinadora de bomberos, Juan Carlos Prieto, ha criticado la falta de parques de bomberos y el hecho de que el Gobierno regional desestimó la ayuda de profesionales de otras provincias, como Salamanca y Valladolid , que se ofrecieron a participar en las labores de extinción. "Se excusaron diciendo que no tenia capacidad para coordinar a tanto efectivo, pero llamaron a la UME y a los voluntarios de Salamanca", afirmó Prieto.

Los bomberos señalan a la Diputación de Ávila

"La ciudadanía tiene que saber que los bomberos que ve en muchas de sus ciudades no lo son. Son personas sin preparación que llevan uniforme. Es como no, si la administración pusiera batas a curanderos y dijera que son médicos", denuncia Prieto. Según critican desde la asociación, la Junta y varias diputaciones, como la de Ávila, prefieren optar por tener menos parques de bomberos y contar con voluntarios, que son más baratos, y que estos cobren "ilegalmente, porque no pueden ni deben cobrar, por ley".

Según la denuncia presentada, ha habido dejación de competencias en materia de prevención y extinción de incendios por parte de la Diputación de Ávila, lo que podría generar responsabilidades penales a la vista de lo acontecido en Navalacruz, con inacción o actuación tardía y poco efectiva, además de una importante descoordinación entre las diversas administraciones. Desde la plataforma reiteran la necesidad de aprobar una Ley de Coordinación de los Cuerpos de Bomberos, que sirva para minimizar la peligrosidad de fuegos como el de Navalacruz.