En verano no solo cambia nuestra rutina, sino también la de nuestras mascotas. Es frecuente que los paseos sean más largos, que se realicen viajes, que haya cambios de alimentación y que el contacto con otros animales se mayor. Algunas mascotas, incluso, pasan unos días en algún tipo de 'hotel canino' mientras sus dueños no están en casa. Todo esto hace que el riesgo de exposición a parásitos y enfermedades aumente y, por tanto, es recomendable chequear su salud.
Estos días son un buen momento para revisar su estado general, la desparasitación y la vacunación. “Es fundamental aprovechar este momento para garantizar que los protocolos preventivos estén actualizados. De esta manera no solo se protege al animal, sino que también se refuerza la seguridad de su entorno y de toda la comunidad”, señala Rubén Duque Moreno, director técnico del Hospital Veterinario Madrid Centro.
En este sentido, subraya la importancia de la desparasitación interna y externa. “Tras los meses de calor, la actividad de pulgas, garrapatas y mosquitos aumenta de forma notable, lo que incrementa el riesgo de enfermedades como la leishmaniosis o la filariosis", precisa Duque, que señala también que el control interno, por su parte, previene infecciones intestinales que con frecuencia pasan desapercibidas y pueden afectar, tanto al animal como a su entorno”.
Del mismo modo, someter a nuestra mascota a una revisión veterinaria general, permite detectar alteraciones de peso, problemas articulares tras un verano más activo, enfermedades bucodentales o anomalías en parámetros internos que no siempre son visibles a simple vista. "Este tipo de chequeos ayudan a establecer diagnósticos precoces y facilitan un tratamiento eficaz en caso de que sea necesario", indica este especialista.
Estas fechas son, a su juicio, un momento idóneo para planificar un calendario preventivo a medio y largo plazo, adaptado a la edad, el estilo de vida y las necesidades concretas de cada animal. “Una rutina segura no se limita a resolver problemas cuando aparecen, sino a anticiparse con una estrategia de prevención personalizada", expone. "Es lo que marca la diferencia en la calidad de vida de perros y gatos”, enfatiza.
Vacunas esenciales
En lo que respecta a las vacunas, según las guías de la Asociación Mundial de Veterinarios de Pequeños Animales (WSAVA), las esenciales en perros son las de moquillo, adenovirus y parvovirus, mientras que en gatos abarcan la panleucopenia, el calicivirus y el herpesvirus felino.
Asimismo, la vacunación frente a la rabia, la única obligatoria en nuestro país, resulta relevante por su impacto en la salud pública, ya que se trata de una enfermedad zoonótica con una mortalidad humana próxima al 99 % en casos no prevenidos
Salud para todos
Estas recomendaciones preventivas se enmarcan en la estrategia ‘Una Salud’ (One Health), que respaldan la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Mundial de Sanidad Animal (WOAH), y que recuerda que la salud humana, la salud animal y la salud del medio ambiente están estrechamente vinculadas.
"Mantener al día la vacunación y la desparasitación de perros y gatos no solo repercute en su bienestar, sino que reduce el riesgo de transmisión de enfermedades zoonóticas", explica Duque, que pone como ejemplo la rabia, que continúa siendo un problema de salud global. Según la OMS, esta enfermedad provoca cada año en el mundo alrededor de 59.000 muertes humanas, casi siempre por falta de prevención adecuada en los animales domésticos.
“Cuidar de su salud es también cuidar de la nuestra. La prevención en animales de compañía tiene un impacto positivo directo en la salud de las personas y en la sociedad en su conjunto”, subraya el director técnico del Hospital Veterinario Madrid Centro.
Por último, Duque recalca: “Cuidar hoy es anticiparse al mañana”.