En los próximos meses llegan varios días festivos y/o puentes, por lo que a continuación te recomendamos una localidad reconocida entre el más de centenar de municipios que forman parte de los más bonitos de España y que se puede visitar en tan solo un día. Concretamente, se encuentra en Segovia y en ella convivieron varias religiones.

Hoy en día, aunque el origen de lo que es ahora se sitúa por aquel entonces, ha quedado en una especie de villa fortificada cuyo castillo no se conserva en la actualidad y un embalse que es, seguramente, lo más famoso del lugar debido a la historia que se relata a continuación.

Historia de Maderuelo

Hay que remontarse al año 977, durante los saqueos de Almanzor, cuando se funda la villa medieval de Castro Maderolum, donde conviven musulmanes y cristianos dentro de lo que es un enclave estratégico. El siguiente momento importante desde el punto de vista histórico es seguramente el año 1389, cuando las tierras pasan a ser propiedad de la reina Doña Leonor de Navarra; y ya después en 1423; momento en el que es concedido a Don Álvaro de Luna. A la familia con dicho apellido pertenece el lugar hasta 1811, cuando se eliminaron los señoríos del reino.

Con todo, el cambio más drástico no llegaría hasta el siglo XX, momento en el que se inaugura el embalse de Linares, que inunda prácticamente por completo el pueblo de Linares del Arroyo, al que debe su nombre. La intención primera del embalse fue la de crear nuevas zonas de regadío que abastecieran a la población después de la guerra, pero acabó por provocar la tragedia en cientos de familias que tuvieron que dejar atrás sus vidas, algo similar a lo que ocurrió con otros pantanos de España, que afectaron a unos 500 municipios. Tras diez años de construcción, en 1953 el pueblo ya estaba completamente inundado. En 1957 se instalaron las primeras turbinas para generar además energía eléctrica.

Entre otras curiosidades de este área, cabría destacar que en sus alrededores participó el siempre recordado presentador Félix Rodríguez de la Fuente; lo hizo en la creación de una reserva natural a través de la cual discurre el río Riaza y un espectacular cañón en el que anidan especies como los buitres leonados. En la actualidad, el embalse ofrece unas vistas panorámicas increíbles del territorio.

Un pueblo medieval y amurallado

En sus comienzos, Maderuelo estaba completamente rodeada de murallas y tenía un castillo, ya que en época de la Reconquista formando parte del núcleo defensivo de este lado del mapa a la izquierda del Duero junto a Sepúlveda, Coca o Cuéllar. Para ser precisos, en la actualidad solo se conservan algunos tramos del muro y el Arco de la Villa, ya que se perdió el puente, el foso y los torreones, aunque mantuvo los cerrojos, las puertas de madera con blindaje y otros elementos del siglo XV. En este sentido, también en lo que respecta al torreón se conservan únicamente los restos del mismo.

Destaca también la historia del Puente Nuevo y el Puente Viejo. Así las cosas, había un puente que partía en dos el pueblo desde la ermita de Vera Cruz hasta Maderuelo y que quedó igualmente inundado con la subida del embalse. Sin embargo, todavía puede apreciarse cuando las aguas del embalse bajan.

De hecho, la ermita forma parte de uno de los puntos más importantes de la localidad. Actualmente, la estructura se presenta simple y acaba en arco de medio punto con algunos canecillos y artesonado de madera. Con todo, lo que más interés suscitaba era un conjunto pictórico románico considerado como uno de los más importantes de nuestro país y que se trasladaron al Museo del Prado coincidiendo con la construcción del pantano.

Entre otros de sus rincones que dan buena muestra de que el pueblo al que nos referimos era medieval se encuentra la Plaza de San Miguel, rodeada de edificios de esta época, algunos de ellos con portadas románicas y góticas, en una de las cuales está colocado el escudo de los marqueses de Villena, los Enríquez.

Con el mismo nombre se levanta otra ermita, en este caso el de San Miguel, que también tuvo en su momento, se supone, una importante función defensiva a juzgar por su aspecto actual. Y una tercera, la de Castroboda, en su caso de estilo neoclásico, de finales del siglo XVIII y que fue edificada por los vecinos para albergar a la patrona, la Virgen de Castroboda. Con todo, pocas cosas como las calles de Maderuelo, de camino empedrado y estructura irregular. 

Otros puntos de interés en Maderuelo 

Además de las mencionadas ermitas, como no podía ser de otra manera Maderuelo contiene su iglesia, la de Santa María del Castillo. El edificio se reconstruyó después de un incendio que sufrió la localidad en el siglo XVI con restos de otros templos de la villa.

En lo referido a los elementos puramente artísticos, conserva muchos románicos y son, en su mayoría, de ladrillo, mampostería y sillería. Cuenta con cinco campanas, una portada con molduras de dientes de sierra y puntas de diamante y otra lateral de estilo mudéjar; y ya en el interior se aprecian los mismos materiales y, por encima de ellos, el retablo mayor, con imágenes de la vida de Cristo y obras del Maestro de Maello y Gabriel de Sosa.

Pese a ello, lo que desde aquí recomendamos no es tanto la iglesia -sin que ésta deje de ser atractiva- como su alcarcel, desde donde las vistas al embalse son, sencillamente, únicas. Para quien no lo sepa, el alcarcel es el espacio que queda entre la barbacana de la iglesia y la muralla que se utilizaba para sembrar la cebada, de la cual una parte se utilizaba para el animal que el cura utilizaba para llegar a la iglesia. En la misma ubicación está reproducida una catapulta, por lo que todo hace pensar que aquí había armas antaño de labor defensiva para proteger la zona.