La Vila Joiosa (en castellano Villajoyosa y coloquialmente La Vila), en Alicante, es uno de los pueblos más bonitos de la Costa Blanca, con sus calles pintorescas llenas de colorido y más de 15 kilómetros de playa de aguas cristalinas. Este paraíso mediterráneo estuvo poblado por los íberos y en el siglo XVI tuvo un importante papel defensivo ante los numerosos ataques por parte de piratas berberiscos. Pero si hay algo que lo distingue de cualquier otro destino turístico de España es el chocolate, lo que le ha valido el título de la ‘ciudad del chocolate’.

¿Por qué La Vila Joiosa es la ‘ciudad del chocolate’?

Aunque la leyenda atribuye el origen de esta actividad a un maestro chocolatero francés, que llegó a La Vila en 1810 huyendo de las tropas napoleónicas, ya había una fábrica de chocolate anteriormente: Marcos Tonda, fundada en 1793. Desde principios del siglo XIX los emprendedores vileros importaron sistemáticamente cacao de Guinea Ecuatorial y Ecuador para alimentar a esta creciente industria que dio forma y vida comercial a la localidad. Surgieron así marcas como Chocolates Pérez, Clavileño y, sobre todo, Chocolates Valor, una de las más importantes del sector y que cuenta con un interesante museo sobre la historia del chocolate, ubicado junto a la fábrica.

El Museo del Chocolate está ubicado en los terrenos de la fábrica Valor / (Foto: web Chocolates Valor)

¿Qué ver en el Museo del Chocolate?

Durante la ruta turística por el museo, reconocido por la Generalitat Valenciana como Museo Valenciano del Chocolate en 2008, además de ver la maquinaria antigua y conocer los orígenes del cacao, se explica el proceso de producción, inicialmente de forma artesanal. Durante la ruta, es fácil que te llegue el aroma intenso del tueste de las habas del cacao. Toda una experiencia para los sentidos difícil de describir.

Chocolates Pérez y Clavileño siguen hoy en día en activo y ambas fábricas se pueden también visitar. Todas ellas ya han industrializado el proceso de producción y cuentan con una amplia gama de productos gourmet. Los primeros maestros chocolateros trabajaban de forma manual, moliendo incluso el cacao con un rodillo de piedra, de ahí el “chocolate a la pedra”, que era como se conocía en aquella época. Las primeras elaboraciones mezclaban a partes iguales cacao y azúcar, pero empezaron a añadir otros ingredientes como manteca, vainilla o frutos secos. Inicialmente se consumía derretido, rebajado con agua o leche (a la taza), pero no tardaría en extenderse su consumo directamente de la tableta.

Desde 1911 tiene la consideración de ciudad, un título que le otorgó el rey Alfonso XIII, en reconocimiento a su lealtad y por su extraordinario desarrollo pesquero e industrial. Este reconocimiento trajo consigo la llegada del ferrocarril (el ‘trenet’ o Ferrocaril de vía estrecha, que sigue funcionado y comunica Alicante hasta Denia) y la construcción de un importante puerto, donde ahora conviven pesqueros y embarcaciones de recreo.

Como los pescadores de La Vila Joiosa pasaban muchos meses en altamar, cada casa tenía un color diferente para poder divisarla al acercarse al puerto / (Foto: Turismo de La Vila Joiosa)

Las casas de colores de La Vila

Una de las características más singulares de la ciudad, que son sus casas de colores, está marcada precisamente por la tradición pesquera. Como los pescadores pasaban muchos meses en altamar, cada casa tenía un color diferente para poder divisarla al acercarse al puerto. Cuenta la tradición que colgaban sábanas negras de los balcones si había habido un fallecimiento en la familia o blancas si había nacido un bebé. Otra versión es que se pintaban con los restos de la pintura sobrante de los barcos. Sea cual sea el origen, pasear por sus callejuelas es una delicia. 

Las casas colgantes de La Vila Joiosa se levantan sobre la antigua muralla / (Foto: Turismo de La Vila Joiosa)

En la Vila encontramos también unas casas colgantes, también de colores, suspendidas sobre el barranco del río Amadorio. Cuelgan directamente desde la vieja muralla renacentista que rodeaba todo el casco antiguo y cuyos restos han quedado integrados en la ciudad. Todavía se conservan varios torreones y la iglesia de la Asunción, construida a mediados del siglo XVI, que conserva varios sillares procedentes de la antigua ciudad romana, conocida como Allon.

La Vila Joiosa, un escenario de película

Es tal el cromatismo, personalidad y belleza de este pintoresco casco histórico que en los últimos años ha sido el escernario para rodar numerosas series de televisión, películas y videoclips. Entre ellas detaca la serie de Atresmedia 'Alba' (2021), la comedia 'Mañana es hoy' (2022), una película intepretada por Carmen Machi y Javier Gutiérrez, y 'El Pacto' (‘The Covenant’), la última película del director británico Guy Ritchie, que convierte el pantano de la Vila Joiosa en Afganistan.

La serie 'Alba' (Atresmedia), protagonizada por la actriz Elena Rivera, fue rodada en las calles de La Vila Joiosa

Senderismo para todos

En los alrededores de la ciudad podemos ver algunas de las antiguas torres de vigilancia ubicadas en puntos estratégicos de la costa alicantina. Es el caso de la Torre del Xarco, construida en el siglo XVI para repeler los ataques de los piratas, y la Torre del Aguiló, de planta cuadrada. Desde este enclave se puede acceder a través de un camino hasta la torre de Hércules o Sant Josep, del siglo II. De origen romano, está considerada una de las torres funerarias más importantes de España. Esta ruta costera que transcurre en paralelo al mar es muy sencilla apta para niños mayores de seis años, desde la que se pueden disfrutar de vistas impresionantes. 

Los restos de un antiguo navío romano descansan a 25 metros bajo el mar en las costas de  La Vila joiosa / (Foto: Turismo de La Vila Joiosa)

Las aguas de La Vila son también un gran espectáculo para los amantes del buceo o el snorkel. Los más intrépidos pueden visitar un antiguo navío romano, hundido en el siglo I a más de 25 metros de profundidad. El pecio, llamado Bou Ferrer en honor a los dos buzos que lo descubrieron, iba cargado con miles de ánforas que habían contenido salsa de pescado. Es posible visitar en grupos organizados los restos de este importante naufragio.

Fiestas de Moros y Cristianos de Villajoyosa, abiertas a todo el mundo

Y si no te parecen suficientes alicientes para visitar La Vila, cuenta con las Moros y Cristianos, declaradas de Interés Turístico Internacional. Todos los años, del 24 al 31 de julio, los vileros celebran su semana grande para conmemorar la lucha de los cristianos en defensa de su tierra, amenazados por un ejército de galeras sarracenas que allá por el año 1538 pretendía conquistarles. Cuenta la leyenda que esa madrugada intervino prodigiosamente Santa Marta, patrona de la ciudad, enviando un fuerte vendaval que devolvió mar adentro los navíos de la media luna.

Cada 29 de julio tiene lugar El Desembarco, en La Vila Joiosa / (Foto: Turismo de La Vila Joiosa)

Ahora, cada 29 de julio, los vileros hacen su especial homenaje a su patrona y aquel hecho histórico a través de El Desembarco. Una treintena de barcos zarpan de madrugada llenos de festeros de las filaes moras para desembarcar en la playa al amanecer, donde les esperan las tropas cristianas. Simulan una batalla espectacular en la que son protatonistas el ruido de los trabucos y la pólvora.

Durante estas fiestas los vileros y vileras demuestran su carácter abierto y acogedor, invitando al visitante a sus cuarteles (locales de cada filá, sea cristiana o mora), para degustar, entre otras cosas, nardo, una bebida hecha con absenta y granizado de limón, típica de esta ciudad mediterránea, única en su entorno. 

Muy cerca de Villajoyosa están Guadalest, con su espectacular castillo que le ha valido entrar en la lista de los pueblos más bonitos de España, Benidorm, el 'Manhatan del Mediterráneo', Altea, con sus callejuelas blancas, y Calpe, custodiada por su imponente peñón.