Con la llegada del otoño, España se tiñe de colores ocres, cálidos y terrosos, y sus bosques se preparan para un fenómeno mágico que despierta los sentidos y la pasión de los amantes de la naturaleza y la gastronomía de nuestro país. Las primeras lluvias dan paso a un espectáculo tan silencioso como asombroso: el surgimiento de una abundante variedad de setas y hongos que emergen de la tierra como si de tesoros ocultos se tratase.

Es en esta estación cuando los bosques exhiben toda su riqueza, ofreciendo un banquete de sabores y aromas que atraen a recolectores ávidos de experiencias culinarias únicas y a quienes buscan adentrarse en el mundo de micología, siempre con la cautela de conocer bien sus secretos para disfrutar de este regalo de la naturaleza de manera segura y respetuosa con el medio ambiente.

A lo largo y ancho de nuestro país la recolección de setas es una tradición arraigada, pero es importante recordar que esta actividad puede ser peligrosa si no se lleva a cabo de manera adecuada. En este artículo, te proporcionaremos los consejos necesarios para recolectar setas sin ponerte en peligro ni a ti ni a los demás. Además, enumeraremos el material preciso para esta actividad.

Primeros pasos antes de comenzar a recolectar setas

Antes de emprender tu búsqueda de setas, es fundamental dedicar tiempo a aprender acerca de las variedades comestibles y venenosas. Para ello, puedes recurrir a guías de campo, consultar libros especializados o buscar el consejo de expertos locales en micología que te permitirán ampliar tus conocimientos sobre este apasionante mundo.

Además, en tu travesía micológica, no debes pasar por alto el respeto a las leyes y regulaciones locales relacionadas con la recolección de setas. En algunas regiones de España, pueden existir restricciones específicas o requerir permisos particulares para acceder a ciertas zonas. Cumplir con estas normativas es esencial para una recolección responsable y sostenible.

En tercer lugar, es esencial seleccionar los lugares y épocas adecuadas para la recolección. Asegúrate de recoger setas en áreas donde tengas permiso o donde la actividad esté permitida. Además, investiga cuál es la temporada apropiada para cada especie, ya que este período puede variar según la región y el tipo de seta que quieras encontrar. Te animamos a respetar estos tres aspectos antes de comenzar tu aventura. 

¿Qué material necesito?

Para llevar a cabo la recolección de setas de manera segura es esencial contar con el equipo adecuado. Entre las herramientas y materiales necesarios destacan la elección de una cesta de mimbre o bolsa de malla para el transporte de las setas. Es importante evitar las bolsas de plástico hermético, ya que estas pueden acelerar la descomposición de las setas y tener un impacto negativo en el proceso de recolección. La utilización de una cesta de mimbre y no de cualquier otro material se justifica por varias razones:

  1. Primero, esta elección permite la circulación de esporas liberadas por las setas, lo cual es fundamental para la perpetuación de la especie y la regeneración de la población de setas en el ecosistema. Las esporas pueden dispersarse libremente, facilitando su reproducción.
  2. En segundo lugar, el uso de la cesta de mimbre protege el micelio, que es la parte subterránea de las setas responsable de su multiplicación. 
  3. Además, la elección de una cesta de mimbre minimiza el impacto ambiental de la actividad de recolección de setas, lo que contribuye a mantener el equilibrio ecológico y a preservar el hábitat de otras especies en el área.

También es importante elegir un buen cuchillo o navaja afilada para cortar los tallos de las setas en lugar de arrancarlas del suelo. Cortar las setas permite que las esporas continúen dispersándose, contribuyendo a la regeneración de la población de setas y su persistencia en el ecosistema. Además, al evitar dañar el micelio y el sustrato circundante, se conserva el hábitat y se evita la degradación del entorno.

Por último, en cuanto a la vestimenta, se recomienda llevar ropa impermeable y abrigada, especialmente si existe la posibilidad de que las temperaturas desciendan durante la ruta de recolección. Estar cómo y protegido de las inclemencias del tiempo es clave para disfrutar de la experiencia sin ponernos en peligro.

La importancia de limpiar e identificar las setas

Una vez recogidas, asegúrate de limpiar las cuidadosamente para eliminar cualquier suciedad o residuo. Además, es fundamental verificar que sean comestibles y se encuentran en buen estado antes de cocinarlas o consumirlas. Siempre es recomendable obtener información detallada previa sobre las setas que planeas recolectar, pero existen algunas indicaciones generales que pueden ayudarte a distinguir las venenosas de las comestibles:

  • Para empezar, es preciso categorizar las setas en dos grupos: las que tienen tallo y sombrero y las que carecen de ellos. Entre las primeras, presta especial atención a aquellas que presentan una forma que se asemeja a un intestino o cerebro en la parte superior de la cabeza, ya que suelen ser extremadamente tóxicas.
  • Otro aspecto útil a considerar es el color de las esporas, el cual se puede verificar fácilmente colocando la seta sobre un papel blanco para obtener un contraste claro. Aunque las setas venenosas pueden exhibir una variedad de colores, aquellas con tonalidades rosadas o pardas deben ser evitadas de manera categórica.
  • No te fíes de la opinión de personas inexpertas o de imágenes de internet, ya que el tamaño o el color de las setas pueden variar. En caso de duda, la opción más segura es buscar la asesoría de una asociación micológica local, ya que esta es la única vía válida para evitar peligros reales.

Asimismo, para evitar riesgos innecesarios, recordamos la regla de oro de la recolección de setas: nunca recoger setas que no puedas identificar con certeza. También es importante abstenerse de recolectar setas descompuestas, empapadas en agua o que hayan estado expuestas a heladas durante la noche, ya que estos factores dificultan su correcta identificación y aumentan los riesgos.

Síntomas de una intoxicación por setas

Los síntomas de una intoxicación por setas pueden variar según la especie y manifestarse inmediatamente después de su consumo o incluso después de varias horas o días. No obstante, la mayoría de estas intoxicaciones suelen causar síntomas gastrointestinales relativamente leves, como vómitos, diarrea y dolor abdominal. Además, pueden acompañarse de sudoración, mareos, vértigo, agitación, alucinaciones, lagrimeo o enrojecimiento de la piel.

Si existe la más mínima sospecha de una posible intoxicación, es crucial buscar asistencia médica de inmediato. Alternativamente, se puede contactar con el número de emergencia 112 o el Instituto Nacional de Toxicología en el teléfono 91 562 04 20. En caso de acudir a servicios de urgencias, es de vital importancia llevar una muestra de las setas, preferiblemente crudas o incluso con los restos del plato, aunque sea necesario recuperarlos de la basura, ya que facilitará un diagnóstico rápido y un tratamiento concreto que acelere la recuperación.

¿Cómo debemos conservarlas?

Las setas son delicadas y se deterioran con rapidez, por lo que es muy recomendable que se consuman lo antes posible. No obstante, existen distintos métodos de conservación por si deseas disfrutarlas fuera de temporada o varios días después de haberlas recogido: las setas se pueden desecar, congelar o conservar en aceite, vinagre o salmuera. Sin embargo, si eliges la conserva casera, debes tomar precauciones especiales para evitar el botulismo y seguir las recomendaciones específicas de manipulación y tratamiento térmico.

¿Cómo recolectar setas de manera sostenible?

La recolección de setas de forma sostenible no solo es posible, es fundamental para preservar el equilibrio ecológico y proteger el medio ambiente en España. Estas son las indicaciones principales para recoger setas de manera responsable:

  1. Educación continua: sigue aprendiendo sobre las setas y su importancia ecológica. Consulta libros, guías de campo y expertos locales para mejorar tus conocimientos.
  2. Recolección responsable: deja algunas setas maduras en el lugar para que puedan liberar esporas y contribuir a la regeneración de la población. Evita recolectar todas las setas de una misma área en una sola salida.
  3. Respeta la naturaleza: mientras recolectas, respeta la flora y fauna que te rodean. No perturbes el ecosistema y disfruta de la naturaleza de forma responsable.
  4. No uses rastrillos: nunca se debe utilizar un rastrillo o cualquier objeto punzante para remover el suelo ya que de esta manera ponemos al descubierto el micelio, la parte enterrada de la seta que le permite multiplicarse. 
  5. Todas las setas son importantes: no debes destruir ejemplares desconocidos o que no sean comestibles ya que tienen su misión dentro del ciclo vital.
  6. Contribución científica: si encuentras especies raras o desconocidas, considera informar a micólogos locales o instituciones científicas para contribuir al conocimiento científico y a la conservación.
  7. Nada de productos químicos: evita el uso de pesticidas o productos químicos que puedan dañar el suelo o el ecosistema.
  8. Comparte tu concienciación: promueve prácticas responsables al compartir tus conocimientos sobre la recolección sostenible con otros recolectores.

La recolección de setas se convierte en una experiencia verdaderamente gratificante cuando se hace con seguridad y sostenibilidad. Al seguir atentamente estos consejos, no solo podrás sumergirte en la belleza de la naturaleza de forma responsable, sino que también jugarás un papel clave en la preservación de este recurso de valor incalculable.

No olvides nunca consultar y acatar las regulaciones locales, así como respetar las leyes vigentes, para asegurar que tu recolección sea segura y un ejemplo de cuidado de nuestro entorno natural. La armonía entre el ser humano y la naturaleza es posible, y la recolección de setas es un vívido recordatorio de que podemos disfrutar de los tesoros de la tierra con respeto y gratitud.