No es ningún secreto que Castilla-La Mancha esconde tras de sí algunos de los parajes naturales más hermosos de España. Sin embargo, unos son más conocidos que otros. Por eso hoy en ElPlural.com te recomendamos algunos regalos que esta provincia ofrece a quienes la visitan y que, por desgracia, no están tan extendidos.

Sierra del Segura (Albacete)

Estos parajes serranos de Albacete fueron escogidos, tal y como explica escapadarural.com por la cantante Rozalén para promover la lucha contra la despoblación. En uno de sus pueblos, Letur, organizó el festival de música Leturalma. Precisamente esta localidad albaceteña es una de las más bonitas de la Sierra del Segura.

Sin embargo, en toda la zona se suceden pueblos con unas características naturales difícilmente igualables y que han servido, incluso, como escenario cinematográfico. Así, por ejemplo, Liétor, Ayna y Molinicos 'participaron' de la famosa película Amanece, que no es poco.

Otras zonas como Nerpio destacan por sus pinturas rupestres, mientras que en Ayna es más que recomendable visitar la Cueva del Niño.

Para los senderistas, la sierra cuenta además con más de un centenar de senderos señalizados que ocupan un total de 1.600 kilómetros.

Segura

Serranía de Cuenca (Cuenca)

Afuera de la ciudad se encuentra un rincón de película que lleva por nombre la Serranía de Cuenca. Decimos de película porque también han servido de inspiración a joyas cinematográficas como El mundo nunca es suficiente, de la que se grabaron algunas escenas en los Callejones de Las Majadas.

Más allá de la anécdota, este paraje natural está repleto de zonas de agua naturales como el Molino de la Chorrera, donde nace el río Júcar, las lagunas de Cañada del Hoyo o la de Uña, las Torcas de los Palancares o el Nacimiento del Río Cuervo.

Pero lo que más destaca en la serranía de Cuenca es, sin duda, el Ventano del Diablo, uno de los mejores miradores de toda Castilla-La Mancha y de España. Se trata de una especie de cueva que 'se abre' y está elevada a unos doscientos metros por encima de un estrecho valle ribereño.

Tagus river gorge, Guadalajara (Spain)
Heparina1895. Wikipedia

Sierra Norte de Guadalajara (Guadalajara)

Dicen que en el noroeste de La Alcarria se respira el aire más limpio y puro de España. Si acudes a la sierra de Guadalajara lo comprobarás por ti mismo. Sobre todo si te das un paseo por Campisábalos o el Hayedo de Tejera Negra. Este segundo fue reconocido en 2017 como Patrimonio de la Humanidad. Bueno, en concreto el galardón se lo llevó su hayedo. Bosques frondosos y pura naturaleza en la que desconectar y respirar aire limpio.

Sierra Norte de Guadalajara EP

 

Parque Nacional de las Tablas de Daimiel (Ciudad Real)

Después de visitar Ciudad Real no puedes perder la oportunidad de recorrer el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel. Situado a 43 km de la capital cuenta con uno de los humedales más especiales de Europa.

El Parque Nacional de las Tablas de Daimiel debe su nombre a las denominadas tablas fluviales, un 'accidente' de la naturaleza propio del centro de la Península y que se nutre, en este caso, de las aguas producidas con el desbordamiento de los ríos Guadiana y Gigüela.

Tablas de Daimiel
Roberto Juárez. RTVE
 

Cascada del Chorro (Toledo)

Situada en el Parque Nacional de Cabañeros, la cascada del Chorro dispone de su propia ruta: la Rutal del Chorro. Pero en este parque encontrarás mucho más, y es que está repleto de bosques y matorrales mediterráneos. 

Debe su nombre a las chozas utilizadas por los pastores como refugio temporal a sus labores de campo y en él puedes encontrar todo tipo de fauna y flora: la cabra montés, el águila imperial ibérica y el buitre negro y más de 22 especies botánicas

Ideal para ir con niños y, en definitiva, para cualquiera que quiera estar en contacto con la naturaleza.

Paisaje del Parque Nacional de Cabañeros
Virgina Torralba. Wikipedia