Buenas temperaturas, vacaciones, fines de semana... son la combinación perfecta para salir a la playa o al campo y aprovechar para hacer un picnic con familia y amigos. Sin embargo, existen riesgos como las intoxicaciones alimentarias que pueden fastidiarnos un plan que se presenta perfecto. En Elplural.com recogemos algunas pautas recomendadas por la OCU para comer al aire libre con todas las garantías.
El calor, nuestra mayor aliado y enemigo
La temperatura es nuestra mayor aliada en este tipo de planes, pues es ella la que en gran medida nos 'empuja' a hacerlos Sin embargo, puede también convertirse en nuestra peor enemiga, ya que es una de las principales causas de las intoxicaciones. Para evitar accidentes se recomienda conservar la comida en lugares fríos y, por supuesto, mantener una buena higiene.
Está claro que no hay nada como la comida casera cuando vamos al campo o a la playa, pero hay que asegurarse de que lo que llevemos pueda conservarse a temperatura adecuada. Si no disponemos de elementos para poder hacer esto es preferible dejar de lado alimentos que pueden causar intoxicaciones, como las salsas.
10 pautas para difrutar de un picnic con garantías
Hay una serie de pautas que puedes seguir para mantener la comida a buena temperatura y evitar intoxicaciones. Antes de explicarlas hay que señalar que los niños, las personas mayores y las mujeres embarazadas tienen mayor riesgo de tener una intoxicación, por lo que debemos aumentar la precaución si hacemos picnic con ellos.
Algunos de los consejos que hay que obedecer cuando se come al aire libre son:
-Mantenernos y mantener la comida a la sombra.
-Llevar la comida en bolsas isotérmicas o neveras portátiles con placas o bloques refrigerantes.
-Envolver los alimentos por separado y evitar que toquen las paredes de la nevera. Por cierto, debemos asegurarnos de que ésta está bien limpia antes de salir de casa.
-Evitar abrir la nevera constantemente y separar la bebida de los alimentos.
-Distinguir muy bien los alimentos para evitar la contaminación cruzada. Es decir, separar bien los alimentos crudos de los cocinados y utilizar siempre vasos y cubiertos distintos.
-Utilizar una nevera proporcional a la comida que llevemos. Lo mejor es que la nevera quede completamente llena. Si llevamos poca comida es mejor usar una nevera más pequeña.
-Cubrir los alimentos que saquemos de la nevera, -aunque los vayamos a consumir inmediatamente- con una toalla y a la sombra.
-Si no tienes la certeza de que puedes mantener las sobras en buenas condiciones, deshazte de ellas antes de llevártelas a casa.
-Mantener siempre la higiene, tanto en el preparado como a la hora de manipular los alimentos ya en la comida.
-Compra alimentos 'con fecha'. Parece algo básico y, en parte, un poco tonto; pero muchas veces tendemos a comprar alimentos que están a pocos días de caducarse porque son más baratos y los vamos a consumir ese mismo día. Esto no es nada recomendable si vamos a comer a la playa o al campo.
