El potaje de vigilia es una deliciosa receta que combina de manera exquisita ingredientes como los garbanzos cocidos y el bacalao fresco. Este plato, típico de la Semana Santa española, es una auténtica delicia para el paladar y una excelente forma de disfrutar de los beneficios nutricionales de los garbanzos y el bacalao.

Para preparar este plato, es fundamental contar con garbanzos de excelente calidad, ya sean secos o cocidos. Los garbanzos son la base de este potaje y su sabor y textura son fundamentales para el resultado final del plato. Para esta receta, no obstante, hemos optado por usar garbanzos cocidos; de esta manera, nos evitamos tener que dejarlos en remojo 24 horas antes.

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Lo mismo ocurre con el bacalao: habitualmente se suele utilizar un bacalao salado, pero en la actualidad es posible comprarlo en la pescadería ya desalado y nosotros hemos usado esta opción. En todo caso, recuerda que, si lo compras salado, tienes que dejarlo en remojo entre 24 y 48 horas y tienes que cambiar al agua cada 8 horas.

Recuerda que, aunque el potaje de vigilia es un plato tradicional, no hay una única receta para prepararlo. Puedes añadir o quitar ingredientes según tu gusto personal. Por ejemplo, si no te gusta el bacalao, puedes sustituirlo por otro tipo de pescado. O si prefieres un potaje más ligero, puedes reducir la cantidad de garbanzos. Lo importante es que, independientemente de las modificaciones que hagas, el resultado sea un potaje sabroso y nutritivo que disfrutes comer.  A continuación, te contamos cómo preparar esta deliciosa receta.

El origen del potaje de vigilia data del medievo
El origen del potaje de vigilia data del medievo.

Introducción

  • 300 g. de garbanzos de bote
  • 300 g. de bacalao desalado
  • 250 g. de espinacas frescas
  • 2 cebollas medianas
  • 4 dientes de ajo
  • 1 huevo
  • 1 rebanada de pan
  • 1 cucharada de postre de pimentón de la Vera (agridulce o dulce)
  • 1 hoja de laurel
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal (al gusto)
Cómo hacer el potaje de vigilia paso a paso | YouTube/Anna recetasfáciles
El potaje de vigilia es muy fácil de hacer | YouTube/Anna recetasfáciles

Cómo hacer la receta del potaje de vigilia paso a paso

Preparar este delicioso plato tradicional es mucho más fácil de lo que piensas, y además si optas por hacerlo con garbanzos de bote y bacalao ya desalado, como es este caso, ahorrarás mucho tiempo.

  1. El primer paso para preparar el potaje de vigilia es lavar los garbanzos cocidos con agua, para así que no quede ningún rastro de la gelatina. Pásalo varias veces por el grifo hasta que no haya restos.
  2. Seguidamente comenzamos a preparar el sofrito picando unos dientes de ajo y cortando en juliana las cebollas. En una sartén a fuego medio, y con el aceite de oliva ya caliente, echamos el diente de ajo y lo removemos hasta que coge un toque dorado.
  3. Quitamos el diente y, sin sacar la sartén del fuego, echamos la cebolla en juliana y añadimos un poquito de sal al gusto. Removemos la cebolla mientras se sofríe hasta que esté pochadita y reservamos.
  4. Con el sofrito ya listo, cocemos unos huevos duros y luego los partiremos en dos mitades. Puedes echar tantos huevos como se quieran comer (normalmente es medio y uno entero por persona).
  5. Hecho esto, es momento de poner en una cazuela a fuego medio los garbanzos y el caldo de pescado (también vale caldo de verduras). Con la cazuela ya caliente, echamos el sofrito y removemos bien, y seguidamente se echan las espinacas.
  6. Cuando las espinacas ya hayan reducido su tamaño, echamos el bacalao en trocitos. Para que se integren bien, coge la cazuela de las asas y muévela en vaivén hasta que se haya mezclado todo bien.
  7. Dejamos la cazuela a fuego bajo durante cinco minutos y ya estará listo el potaje de vigilia.
  8. Finalmente, hay que freír pan en la sartén y, cuando esté dorado, se machaca junto con el diente de ajo que hemos usado antes. Lo agregamos a la cazuela con el potaje y mezclamos. Además, añadimos los huevos duros partidos que habíamos cocido, y ya estará listo para servir.
Un plato de potaje de vigilia
El plato de vigilia es una receta muy típica de Semana Santa.

Origen e historia del potaje de vigilia

El potaje de vigilia es una receta tradicional que ha conquistado paladares el medievo y que es un clásico de la cocina española de la Semana Santa. Este plato se caracteriza por su riqueza en nutrientes y sabor profundo, gracias a la combinación exquisita de garbanzos y bacalao. Durante la época de Cuaresma, los viernes se convertían en días de abstinencia de carne, y aquí es donde entra en escena el potaje de vigilia, un plato contundente y nutritivo que cumplía con las restricciones alimentarias de la época.

Precisamente por el hecho de estar en Cuaresma, la Iglesia prohibía el consumo de carne, por lo que había que cambiar la fuente de proteína. ¿La opción más fácil para sustituirla? El pescado, y concretamente el pescado en salazón, que era el más común en las zonas no pesqueras. Además, el garbanzo era muy fácil de almacenar y de encontrar en las casas. Por tanto, acababa siendo un plato que podía hacerse fácilmente y que cumplía con las directrices de este tiempo cuaresmal.

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