La Navidad es la época por excelencia para reunirse con familia y amigos a disfrutar de una buena mesa, llena de platos suculentos y comidas en las que tampoco se puede saltar el postre. Carne, marisco, quesos o embutido no pueden faltar en ninguna comida navideña, acompañada por vino y los cócteles posteriores. 

De hecho, un estudio del marketplace Mentta demuestra que durante las fiestas navideñas la cesta de la compra aumenta un 65% en cuanto a productos calóricos y azucarados. En la misma línea, las ventas de productos como el vino, el jamón y el embutido suben un 35% y las de dulces lo hacen más de un 60%. 

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Aunque en Navidad nos centremos en disfrutar de la comida y la compañía, todos conocemos las consecuencias de estas 'comilonas' navideñas: malestar, dolores de estómago y unos kilos más en enero. Es en ese momento cuando las grandes comidas y cenas dejan paso a platos más saludables y ligeros para recuperar la línea. 

Prueba de ello son los resultados del estudio de Mentta, que asegura que el consumo de productos dietéticos aumenta hasta un 50% después de Navidad, coinciciendo además con el principio de un nuevo año y los famosos propósitos de llevar una vida más sana, comer mejor o apuntarse al gimnasio. 

Además de los productos dietéticos, también se refleja un importante aumento en el consumo de productos saludables como son las naranjas, los espárragos o los pescados azules, según el estudio. El consejero delegado de Mentta, Luis Miguel Gil, asegura que en enero también se observa una "clara tendencia al alza" de las ventas de productos ecológicos.

Más allá de consumirlos como parte de una dieta detox tras épocas de grandes excesos, este tipo de productos saludables deberían ser incluidos en una dieta sana durante todo el año según los expertos. Así, recomiendan llevar una alimentación sana y sin excesos durante todo el año, a pesar de las pequeñas excepciones que se pueden hacer durante las fiestas.