Aunque las patatas bravas no sean una de las recetas más perfectas de la gastronomía española, sí que son, por derecho propio, uno de los platos tradicionales favoritos de locales y visitantes. Su presentación más tradicional consiste en patatas cortadas en cubos, fritas y servidas con salsa brava —una mezcla ligeramente picante—, que es la que suelen encontrar en Madrid.
Sin embargo, conforme te vas moviendo por el territorio español, las patatas bravas van variando ligeramente. Por ejemplo, en el caso de Cataluña, es habitual que tengan la salsa brava mezclada con ajoaceite, conocido en esas tierras como alioli. Así mismo, hay casas de comidas que se aventuran a hacer su propia versión de las mismas y en el caso de un bar de un pueblo de Barcelona esta propuesta puede conquistar a todo tipo de paladares.

Las mejores patatas bravas de Sitges se encuentran en Papaya Beach
Sitges es un pueblo catalán que se encuentra a poco más de media hora de Barcelona y que se ha configurado como un destino turístico muy gay-friendly y un punto de encuentro para los amantes del cine fantástico, pues todos los años se celebra en este rincón de la comarca del Garraf el Festival de Cine Fantástico de Cataluña.
Esto lo ha convertido en un lugar muy turístico y en el que, como suele ser habitual en destinos de esta índole, se puede encontrar una gran variedad de establecimientos de hostelería que ofrecen todo tipo de recetas clásicas de la gastronomía catalana y del resto de España para el disfrute de los visitantes. Y, claro está, la receta de las patatas bravas no podían faltar en las cartas sitgetanas.
Pero, de todos esos lugares, hay un bar que se encuentra en un punto idílico de la ciudad que ofrece unas patatas bravas que no dejan indiferente a cualquier comensal. Hablamos de las patatas bravas del Papaya beach, un chiringuito que se encuentra ubicado en la playa de l'Estanyol, concretamente en el número 30 del Paseo Marítimo de Sitges. De esta forma, este local permite disfrutar de unas ricas bravas mirando al mar en un ambiente tranquilo y coqueto.

¿Pero qué es lo que hace que estas bravas sean tan especiales? En Papaya Beach, se sirven bañadas en la salsa brava pero, en lugar de mezclarlo con alioli, como es habitual en Cataluña, lo hacen con mayonesa. Pero es que, además, la salsa brava está aderezada con trocitos de almendra y avellana, lo cual producen que la mezcla que es crujiente, además de sabrosa.
"Desde que descubrí este local hace siete años, siempre que vengo a Sitges no me pierdo la oportunidad de probar estas bravas", nos explica un joven madrileño que está pasando unas vacaciones con su familia. "Hay otros locales en los que las sirven de una forma parecida, pero ninguna son como estas. Me atrevo a decir que son las mejores de España", sentencia. "Las patatas bravas son espectaculares, así que no pueden faltar", declara otro visitante que igualmente recomienda la ensalada burrata.

Las patatas bravas de El Cable, otra buena opción en Sitges
Si hablamos de unas bravas en Sitges, no podemos olvidarnos del sitio más famoso de la localidad en el que las sirven de la forma tradicional catalana: con salsa brava y alioli. Hablamos del bar El Cable, un local situado en pleno centro, en el número 1 de la calle Barcelona, y en el que parece que nunca se vacía.

Se trata de un bar de esos que dicen que son de toda la vida (se inauguró en 1940, aunque su posición actual no se abrió hasta 1953) y que también ha ganado fama entre los visitantes del Festival de Cine de Sitges, por lo que es habitual ver a actores o directores que se acercan durante esos días.
"Hacemos unas tapas muy buenas (nuestros clientes dicen que las mejores de Sitges y sus alrededores, y no seremos nosotros quienes lo neguemos). Algunas de nuestras tapas han alcanzado el grado de míticas: Las patatas bravas, los calamares a la romana o las croquetas de jamón, por ejemplo", explican sus responsables en su página de Tripadvisor.
En definitiva, tanto si buscas una versión más clásica como innovadora, en Sitges encontrarás todas las opciones posibles.

¿Cuál es el origen de las patatas bravas?
No hay duda de que las bravas son una de las mejores formas de disfrutar de las patatas que hay en España. Bueno, salvo si le preguntas al periodista británico Ian Dunt, que afirmó no solo que la cocina española estaba sobrevalodara sino que además las prabas "no eran más que patatas y ketchup". Imagino que le duele venir de una cultura cuyo máximo exponente culinario es un plato de pescado frito con patatas.
That patatas bravas thing is just chips and ketchup. They're not fooling anyone.
— Ian Dunt (@IanDunt) April 2, 2017
En cualquier caso, lo curioso es que aunque parezca que es un plato de esos de toda la vida y que se puede encontrar en toda España desde siempre, lo cierto es que no es tan antiguo como parece: diversas fuentes apuntan a que su origen tuvo lugar en los años 60 en Madrid, cuando comenzaron a servirlos en dos bares de la capital, Casa Pellico y La Casona, que ya no existen.
Otras fuentes apuntan a que esta tapa podria ser un poco más antigua, del siglo XIX, y que era un plato común entre la clase trabajadora, aunque no hay documentación que acredite el uso del término bravas, tal y como apunta este artículo de la web Palacios.