Un reciente análisis de la plataforma eCarsTrade ha puesto de manifiesto un fenómeno cada vez más evidente en el sector automovilístico europeo: los coches eléctricos, especialmente los modelos más antiguos y de gama alta, están perdiendo valor a gran velocidad en el mercado de segunda mano.

El Tesla Model S: el coche con mayor depreciación

Según los datos recopilados, en un plazo de cinco años, un coche nuevo puede perder de media un 60 % de su valor original. No obstante, algunos vehículos eléctricos superan con creces ese porcentaje. El caso más destacado es el del Tesla Model S, cuya depreciación media alcanza el 64,2 %. Esto supone una pérdida de más de 60.000 euros respecto a su precio inicial de casi 94.000 euros. A pesar de haber sido un referente en el mercado de coches eléctricos, el Model S se ve ahora superado por modelos más recientes que ofrecen mayor autonomía y tecnología más avanzada.

Otros modelos afectados

El estudio también revela que incluso los modelos más recientes de Tesla no escapan a esta tendencia. Sin embargo, no son lo únicos: 

  • El Tesla Model Y: concebido como un coche familiar moderno, ha perdido el 58,5 % de su valor en cinco años.
  • El Tesla Model 3: un modelo algo más estable, registra una depreciación del 50,4 %.
  • El Nissan Leaf: ha visto reducirse su precio en más de 23.500 euros, un 60,4 % de su valor inicial.
  • El Chevrolet Bolt EV: este coche eléctrico ha visto una depreciación del 57,8% en los últimos 5 años  

El motivo: la velocidad de desarrollo tecnológico

Desde eCarsTrade señalan que el ritmo acelerado del desarrollo tecnológico y las nuevas expectativas de los compradores son factores clave. “Observamos que los precios elevados y las marcas futuristas no garantizan un valor a largo plazo. Los compradores del mercado de segunda mano exigen fiabilidad, bajos costes y características modernas”, explicó un portavoz.

Aunque las cifras varían según el mercado, el análisis ofrece una idea clara de la evolución del sector. Para quienes buscan un coche eléctrico usado, la depreciación puede ser una oportunidad. Sin embargo, para quienes adquieren un vehículo nuevo, representa un recordatorio sobre cómo las innovaciones constantes pueden afectar el valor de reventa.

En este contexto, el leasing aparece como una alternativa a considerar. Permite acceder a modelos actualizados sin afrontar directamente la pérdida de valor. No obstante, esta opción también conlleva limitaciones, como restricciones en kilometraje o penalizaciones por desgaste, por lo que conviene revisar las condiciones con atención.

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