La Dirección General de Tráfico (DGT) y las autoridades autonómicas han comenzado a implantar un nuevo tipo de señalización en las carreteras españolas: la línea roja continua. Este sistema, que refuerza la tradicional línea blanca, tiene como objetivo mejorar la seguridad en tramos especialmente peligrosos y reducir el número de accidentes.

¿Por qué se ha introducido la línea roja?

La línea roja tiene una función clara: advertir a los conductores de que están en una zona de alto riesgo, donde los adelantamientos están completamente prohibidos. Su color llamativo refuerza la percepción del peligro y busca captar mejor la atención de quienes circulan por estas carreteras.

Una de las primeras vías donde se ha implementado es la carretera A-355 en Málaga, un tramo que une Marbella con Cártama y que ha sido catalogado como uno de los más peligrosos de España. En apenas 10 kilómetros, se registraron 10 fallecimientos en un solo año, lo que le ha valido el sobrenombre de la “carretera del miedo”.

¿Cómo funciona esta señalización?

En este tramo concreto de la A-355, la línea roja se extiende a lo largo de 4 kilómetros en una carretera de un solo carril por sentido. La idea es simular una mediana virtual, ya que la vía carece de una separación física entre ambos sentidos de circulación. Esta medida se complementará con la instalación de cuatro radares pedagógicos, dispositivos que informarán a los conductores sobre su velocidad y recordarán la importancia de respetar las normas de tráfico.

¿Qué pasa si se cruza una línea roja?

El Real Automóvil Club de España (RACE) recuerda que cualquier línea continua, sea blanca o roja, implica la prohibición de adelantar. No respetarla supone una infracción grave, que puede conllevar:

  • Una multa de hasta 400 euros
  • La pérdida de cuatro puntos en el carnet de conducir

Las autoridades han advertido que se reforzará la vigilancia en estos tramos y se emplearán radares para detectar infracciones.

Más allá de la línea roja: otras medidas para reducir los accidentes

La línea roja es solo una de las estrategias que la DGT y las comunidades autónomas están implementando para mejorar la seguridad vial. En la A-355, por ejemplo, también se han instalado barreras de contención más resistentes y se han reforzado las señales de advertencia a lo largo de los últimos años. Sin embargo, el número de siniestros sigue siendo preocupante, lo que ha llevado a adoptar nuevas soluciones.

Además de esta medida, la DGT ha intensificado sus esfuerzos en otras áreas:

  • La instalación de radares de tramo en vías con alta siniestralidad
  • Campañas de concienciación sobre los riesgos de los adelantamientos indebidos
  • Más controles de tráfico en carreteras secundarias, donde ocurren la mayoría de los accidentes graves

Si los resultados son positivos, es probable que la línea roja se extienda a otras carreteras con características similares.

En otros países europeos, la utilización de colores llamativos en la señalización vial ha demostrado ser efectiva para reducir la siniestralidad. Ahora, queda por ver si en España este sistema logra disminuir los accidentes en tramos tan conflictivos como la A-355.