El hígado graso no alcohólico es una condición que cada vez se detecta con más frecuencia, y tiene mucho que ver con el estilo de vida actual: poco movimiento y una alimentación alta en productos ultraprocesados.

El doctor Saurabh Sethi, especialista en hígado y salud intestinal formado en Harvard, "aproximadamente 2.000 millones de personas en el mundo padecen enfermedad del hígado graso, y una alimentación poco saludable es una de las principales causas". Por suerte, existen una serie de snacks deliciosos que pueden ayudarte a mejorar la salud de tu hígado.

Así pues, el especialista ha mostrado a través de su Instagram cuatro combinaciones de alimentos que podrían tener un efecto positivo sobre esta dolencia, siempre que se mantenga una rutina saludable.

Estos alimentos no han sido elegidos al azar. Según el experto, se han seleccionado por su impacto sobre el metabolismo de las grasas en el hígado, la inflamación y el equilibrio del microbioma intestinal.

Dátiles con nueces, un snack perfecto para luchar contra el hígado graso

Aunque los dátiles pueden parecer demasiado dulces para considerarlos saludables, en realidad son una fuente importante de fibra soluble. Esta fibra ayuda a ralentizar la digestión y la absorción de azúcar, lo que contribuye a evitar la acumulación de grasa en el hígado. Al combinarlos con nueces, el efecto se refuerza.

"Suelo combinarlos con nueces, que aportan ácidos grasos omega-3, para preparar un snack rápido y saludable", explica el doctor. En esta línea cabe destacae que hay estudios que han encontrado una relación inversa entre el consumo de nueces y la presencia de hígado graso no alcohólico.

Tomar dos dátiles acompañados de un pequeño puñado de nueces, un par de veces por semana, puede ser una forma sencilla y agradable de cuidar el hígado.

Dátiles con frutos secos

Chocolate negro con frutos secos

Una onza de chocolate negro con frutos secos también puede formar parte de una dieta favorable para el hígado. Lo importante es elegir un chocolate con al menos un 70 % de cacao, ya que así se obtiene una buena cantidad de polifenoles, unos antioxidantes que ayudan a reducir el estrés oxidativo, uno de los factores que contribuyen al daño hepático.

Si además se añaden frutos secos como almendras o pistachos, se suman grasas saludables y vitamina E, dos nutrientes importantes para proteger las células hepáticas."Los frutos secos contienen vitamina E, un nutriente esencial para el buen funcionamiento del hígado", recuerda el especialista.

Onza de chocolate

Manzana con miel y canela: un dulce tentempié para ayudar a tu hígado

Unas rodajas de manzana con un poco de miel cruda y canela no solo son una merienda reconfortante. También aportan nutrientes que favorecen el equilibrio entre el intestino y el hígado. La manzana contiene pectina, un tipo de fibra soluble que nutre a las bacterias beneficiosas del intestino y ayuda a eliminar grasas.

Según diversos estudios, el consumo regular de manzana mejora significativamente el perfil lipídico del órgano, ya que evita que se depositen y acumulen excesos de grasas, explica un artículo de RAC1.

Por su parte, la miel cruda puede favorecer el desarrollo de una microbiota intestinal saludable y, además, su consumo puede ayudar a reducir los niveles de grasa en el hígado".

Este es un snack que especialmente gusta a los niños", explica el doctor.

Manzana con miel

Yogur griego con frutos rojos

El yogur griego natural, sin azúcares añadidos, con frutos como arándanos o fresas destaca por su contenido en proteínas y probióticos. Según el doctor Sethi, "aporta una combinación de probióticos y antioxidantes beneficiosos para la salud intestinal y hepática", lo que tiene un efecto positivo en los niveles de grasa en el hígado.

Cabe destacar que dichas frutas son buenas para mejorar el perfil antioxidante gracias a los polifenoles y la vitamina C, que reducen la inflamación y el estrés en las células hepáticas. Una pequeña ración varias veces por semana puede ser un hábito fácil de mantener a largo plazo.

Yogur con arándanos

Más allá de los alimentos: otros hábitos recomendados

Por supuesto hay que tener en cuenta que estos alimentos pueden ser útiles dentro de un estilo de vida saludable, pero no sustituyen el tratamiento médico ni otras recomendaciones importantes. Mantener una dieta variada y equilibrada, rica en frutas, verduras y cereales integrales, por tanto, es fundamental.

También es clave incorporar ejercicio físico de forma regular, ya que moverse con frecuencia contribuye a reducir la grasa acumulada en el hígado. En ese sentido, practicar yoga puede ser de ayuda. Algunas posturas concretas como Ardha Matsyendrasana (torsión sentada), Bhujangasana (la cobra) o Dhanurasana (el arco) favorecen la circulación en la zona abdominal y estimulan funciones depurativas.

Cambiar productos procesados por alimentos reales, beber suficiente agua y descansar bien son otros pasos básicos para mejorar la salud hepática. Y todo empieza por pequeñas decisiones diarias.