Ignacio Garriga, líder negro del Ku Klux Klan en Cataluña, afirmó en una entrevista a la revista 'Redacción médica' -recientemente viralizado-, que "la sanidad universal y gratuita es una lacra". Su partido político, VOX, ha manifestado en muchas y diversas ocasiones su intención de acabar con la Seguridad Social en cuanto tengan poder para hacerlo. El líder del partido a nivel nacional, Santiago Abascal, declaraba recientemente en otra revista especializada, no en literatura o ciencias sociales, como podrían ustedes pensar, sino en armamento, que "hace falta un cambio radical urgente en la ley para que los españoles puedan disponer de un arma".

Garriga y Abascal, como el resto de los miembros de ese partido con el que gobierna el PP en comunidades autónomas y ayuntamientos, buscan la americanización de la España cuyas costumbres y maneras de pensar juran amar y defender hasta la muerte.

Los españolísimos y ultranacionalistas Garriga y Abascal, pertenecen a un movimiento internacional que desde Estados Unidos y bajo el ala protectora de Donald Trump, dirige las acciones de diversos peleles en España, Francia, Italia, Austria y otros países europeos en pos de la destrucción del sistema social y económico del viejo continente.

Aunque disfrazado de movimiento ideológico es en realidad puramente económico. Las grandes industrias sanitarias y armamentísticas norteamericanas quieren aumentar su mercado en Europa, una vez copado por completo el estadounidense. La supresión de la sanidad pública conlleva la llegada masiva de los seguros privados, que en una primera etapa se presentan como económicos y eficientes, pero que siempre, como ha ocurrido al otro lado del Atlántico, se convierten en exclusivos para los más pudientes. Quedando para las clases media y baja las únicas opciones de la muerte o la ruina económica.

Algo parecido sucede con las armas. El defiéndase usted mismo porque los cuerpos de seguridad del estado (esos con los que a Abascal y compañía les gusta tanto fotografiarse) son ineficientes, es un lema publicitario para promover el más que lucrativo negocio de la venta de armas. Los vendedores de armamento conocen muy bien cómo funciona el mecanismo del miedo. Los cobardes como Abascal, que presume de machote por llevar pistola, pero que no tuvo valor para enfrentarse a un año de mili, son los mejores clientes de esta industria. La sociedad norteamericana, según todos los estudios sociológicos que se han realizado hasta ahora, es, de todos los países occidentales, la que reconoce vivir con más miedo.

La esperanza de vida en España, con una renta per cápita que es menos de la mitad de la de Estados Unidos, es de 83,3 años; la de Estados Unidos es de 76'6. El índice de asesinatos en España, donde la gente, salvo Abascal, no suele tener armas de fuego, es de 0'6 por cada 100.000 habitantes; la de Estados Unidos, donde una amplia mayoría va armada para "defenderse" es de 7'8 por cada 100.000 habitantes. Es decir, ¡Trece veces superior! La media en España de homicidios los últimos años ha estado en torno a 300 anuales, con la tasa de Estados Unidos habría sido de 3.900 asesinatos al año. Pasaríamos de menos de uno al día a casi 11 diarios.

La conclusión a la que nos llevan estos datos es inequívoca: si lo que quieren es pagar más por la sanidad para vivir menos años, y armarse para que aumente trece veces la posibilidad de morir asesinado, VOX es su partido.