¿Se acabó la guerra fría? El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, y el presidente de Vox, Santiago Abascal, se han citado este miércoles a la conclusión de la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados, la última hasta el próximo mes de septiembre. Según transmiten desde la formación conservadora, ambos dirigentes han mantenido un “encuentro informal” con motivo del final del periodo de sesiones en el que han tratado el “contexto político nacional e internacional", desde un tono cordial y respetuoso.
Sendos líderes se han citado tras varios meses enquistados en una guerra sin cuartel, recrudecida tras las últimas informaciones sobre el caso Koldo. Los ultraderechistas elevaron el tono contra Génova, presionando al máximo para que Feijóo guiara a la derecha y ultraderecha parlamentaria a una moción de censura para descabalgar a Pedro Sánchez del poder. No obstante, según apuntan desde el entorno conservador, han aprovechado la coyuntura para abordar el aumento del gasto en Defensa y la cumbre de la OTAN.
El encuentro se ha celebrado en el despacho del presidente del Partido Popular en la primera planta del Congreso de los Diputados, transcurriendo en un tono “cordial y respetuoso”, siempre desde la “lógica discrepancia entre partidos diferentes”. El marco de la reunión es llamativo, incrustado en un contexto de proliferación de titulares que apuntan a casos de corrupción del entorno socialista, personificados por el momento en sus dos ex secretarios de organización -José Luis Ábalos y Santos Cerdán-. Los populares resaltan en privado el carácter “informal” del encuentro con Abascal, encuadrándolo en el final del periodo de sesiones.
¿Una moción de censura?
La ultraderecha lleva semanas presionando al Partido Popular para presentar una moción de censura contra Pedro Sánchez, pero desde Génova se han aferrado a la idea de que activar la herramienta constitucional concede un “balón de oxígeno” al presidente del Gobierno porque no dan los números. Creen que la foto de una victoria del jefe del Ejecutivo lo que propiciaría sería un cierre de filas con sus socios, incluso el PNV y Junts, que para el PP serían los más asequibles para atraerlos al redil.
Los de Abascal han confirmado la reunión con Feijóó, aunque no han ofrecido más detalles sobre su contenido, aunque sí sugieren que el presidente del partido “dice lo mismo en público que en privado”. Es decir, se mantienen en sus trece a pesar de haber cosechado fracasos en las dos mociones de censura que ha presentado. La cuestión es que en esta legislatura no dispone del mínimo de diputados necesarios para hacerlo por su propio pie -se requieren 35 escaños-.
Pero en Génova insisten, tanto en público como en privado, de que el problema no es que no quieran, sino que no les salen las cuentas. El propio Feijóo lo recordaba la semana pasada, arguyendo que le faltaban “cuatro votos” para poder hacerlo. Sin embargo, tal y como recordaba el propio Borja Sémper cuando se le ha interrogado por ello, son “incapaces” de convencer a esos cuatro parlamentarios porque tienen principios.
En cualquier caso, este encuentro supone el fin al deshielo entre Feijóo y Abascal, que han estado casi dos años sin reunirse. Un tiempo en el que se han roto los acuerdos de gobierno en cinco comunidades autónomas, a pesar de que sí han apoyado a los ejecutivos conservadores desde fuera con el respaldo a los presupuestos en Comunidad Valenciana, Murcia y Baleares.