Él tiende a ser de los que –como Jaime Mayor Oreja- les parece que la dictadura fue de una “extraordinaria placidez.” “Si no te metías en política te dejaban vivir bastante en paz”, remarcó recientemente este esperancista agradecido. “Yo no soy del PP, soy de Esperanza Aguirre”, me dijo poco antes de los comicios de marzo de 2008.

Pintoresca teoría
En su columna de El Mundo, Dragó sostuvo ayer la pintoresca teoría de que “los progres, en su deriva conservadora, han arriado la bandera del amor libre. Su puritanismo atufa”. Pero la realidad social no coincide ni de lejos con las ocurrencias obsoletas de este aparente bufón de la corte de la Princesa Aguirre. Los recuerdos sobre sus andanzas sentimentales o sexuales de cuando fue del PCE los repite siempre; ayer, también. Huelen a naftalina de perdulario.

Con sarcasmo
Dragó se rasgaba sus vestiduras, con sarcasmo, ante el intento del Gobierno de retirar de los medios de comunicación los anuncios llamados de contactos y que han acabado convirtiendo ciertas páginas diarias en una inmensa mancebía. ¿Le preocupa, lo más mínimo, al menos, el tráfico de mujeres o el de las esclavas sexuales? Y esto sin rebobinar sus manifestaciones y exhibiciones en torno a las menores de edad.

“Pena de muerte civil”
“La corrección política es el nuevo rostro del viejo puritanismo. Pretende éste que todos los varones hagamos voto de pobreza, obediencia y castidad (...) La izquierda, si sigue en el machito, aplicará la pena de muerte civil a quien no se la corte”, afirma el demagogo.




Pilar Rahola, Enric Sopena y María Antonia Iglesias



Los meapilas y su púlpito
Y de pronto, asegura lo siguiente: “Los meapilas tienen púlpito en la tele”. ¿Quiénes son los meapilas, según semejante embaucador? Sigue con su obsesión maligna referida a Pilar Rahola y María Antonia Iglesias y me incluye. Me denomina “Monseñor Dapena, que llama Plural a un medio de intoxicación especialista en lo contrario, fue miembro (con perdón) del Opus o tal se dice”. A Rahola la denomina “La Rajola, incesante, cual tortura de gota del agua, raja”. “A María Antonia Iglesias, Sor María Antonia, a la que el buen Campany llamaba, con crueldad, de un modo que yo, por piedad, no voy a repetir, se arrodilla el domingo en su apellido. Entre los tres convierten La Noria en la Rota. Es sólo un ejemplo”.

Ataques a las personas
Sus ataques son ad hominem. Son ataques a las personas, que es el insulto más visceral y más fácil. Pilar Rahola y María Antonia Iglesias son dos periodistas y analistas políticas de primerísima división. Cuando en alguna ocasión aparece Dragó en La Noria cualquiera de las dos lo deja sin esfuerzos por los suelos. Con María Antonia, se hace hipócritamente el “bueno” y le perdona un vergonzoso insulto, sólo propio de fascistas. Ese “buen Campmany”, ya fallecido, era un fascistón de toda la vida. Lo que escribía de Iglesias en ABC era vomitivo e intolerable.

Viniendo de él
En cuanto a mí, debo decir que si Dragó me elogiara, ese gesto sí me inquietaría viniendo de él. El PLURAL.COM es uno de los escasísimos medios digitales, profesionales, progresistas. Ésta es nuestra etiqueta y estamos muy orgullosos de la misma y procuramos ser coherentes. Llevamos casi cinco años en la Red. Ahí estamos y gentes como Dragó no sólo no nos moverán, sino que nos motivan. Una cosa es la derecha civilizada o moderada, que respetamos y apoyamos, y otra la derecha ultramontana.

Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM