Pedro Sánchez ha vuelto a demostrar su compromiso con los jóvenes, para que ninguno tenga que abandonar sus estudios por motivos económicos. Ha vuelto a incrementar la partida para becas, que será la más elevada de la historia para beneficiar a un millón de alumnos y alumnas. ¿Qué cantidad ha destinado? 2.535 millones de euros, frente a los 1.500 millones que aprobó Rajoy en 2018. Esto representa casi el doble. ¡Las comparaciones son odiosas!

De esto Feijóo no quiere que se hable. No quiere que se hable de subir las pensiones porque él está en contra de subirlas. No quiere que se hable de subir el Salario mínimo, porque él se opone a aumentarlo. No quiere que se hable de ayudas al transporte público, porque él no quiere ayudar a la clase media trabajadora. No quiere que se hable de bajar el precio de los alquileres, porque le dan igual las familias. Y no quiere que se hable de subir las becas, porque él está en contra de que el hijo o hija de una familia de clase media trabajadora pueda estudiar en igualdad de oportunidades con los de los hijos de un banquero o del director de una gran empresa energética.

Feijóo y los suyos prefieren embarrar la política, dividir a los ciudadanos y generar odio. Están más cómodos criticando la amnistía, esa misma amnistía que ellos iban a aprobar si hubiesen gobernado, pero que no les gusta si lo hacen los socialistas. Y son unos cínicos recalcitrantes cuando con los antecedentes que tienen y siendo el PP el único partido condenado por corrupción, tratan ahora de dar lecciones, cuando deberían esconderse cada vez que se habla de esto.

Ante tanto ruido, hay que detenerse, reflexionar y preguntarse: ¿Es mejor como país destinar 2.535 millones a becas como hace Pedro Sánchez o dar becas para centros privados a familias con ingresos superiores a 100.000 euros anuales como hace Ayuso? ¿Es mejor aumentar un 6% en educación como hizo el Gobierno de la nación en su último presupuesto o ser la comunidad que menos invierte educación pública por alumno de España como es el Madrid de Ayuso? ¿Es mejor apostar por la universidad pública como hace el Gobierno progresista o favorecer las universidades privadas, como hace Moreno Bonilla, quien prevé 4 nuevas en Andalucía? ¿Es mejor aprobar un Plan de Refuerzo Escolar en matemáticas y comprensión lectora de 500 millones como Pedro Sánchez o recortar 44.652 millones de euros en educación como hicieron los gobiernos de Aznar y Rajoy?

Sin educación no hay futuro. Por ello, los gobiernos socialistas siempre han apostado por un buen sistema de becas por justicia social y por defender la igualdad de oportunidades. Pedro Sánchez ha incrementado un 72% el presupuesto de becas en seis años. ¡Casi nada! Lo ha hecho en todas las etapas educativas, sobre todo en Universidad, y con el objetivo de que los estudiantes puedan recibirlas cuanto antes, para poder afrontar sin incertidumbres el curso.

Frente a ello, el discurso de la derecha siempre ha sido que sobran alumnos en la Universidad. Cuando dicen esto no están pensando en sus hijos e hijas, sino en los de la clase media trabajadora. Por eso el PP recorta en educación y en becas. Con Rajoy 120.000 estudiantes tuvieron que abandonar la Universidad por falta de recursos económicos. Pero no eran sus hijos. Los hijos de los que más tienen no necesitan becas para poder estudiar.

Con Rajoy, el entonces ministro de Educación José Ignacio Wert, endureció los requisitos académicos para obtener y mantener las becas. En vez de aprobado simple, para ahorrarse la matrícula el primer año los aspirantes a ayudas debían obtener un 5,5 de nota media. Para pedir la parte de alojamiento y manutención el estudiante debía conseguir un 6,5. A partir de ahí, para mantener la matrícula gratuita en 2º curso era necesario aprobar el 65% de los créditos matriculados, y para acceder al apoyo económico, el 85%. Además, subieron las matrículas, de media un 20%. Donde más fue en las Comunidades del PP: Madrid y Castilla y León. ¿Ya no nos acordamos?

El PP robó el futuro a miles de jóvenes, porque una carrera universitaria favorece el acceso al empleo. Lo confirman varios estudios. Según el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas, los universitarios tienen un 13% más de opciones de encontrar un empleo; y según el VIII Informe Infoempleo Adecco, el 55% de las ofertas de empleo cualificado de España requieren titulación universitaria.

Por eso el gobierno de Pedro Sánchez trabaja para que ningún joven se quede atrás. ¿Y cuáles son las principales novedades en becas para este año? Aumentar un 5% los umbrales de renta para tener beca y así incrementar el número de becarios. Rebajar el porcentaje de discapacidad del 33% al 25% para acceder a las ayudas para estudiantes con necesidad específica de apoyo educativo. Excluir del cómputo de los rendimientos patrimoniales las subvenciones al alquiler de la vivienda habitual. Además, se mantendrá la ayuda adicional de 400 euros para el alumnado con necesidades educativas especiales y el aumento de la beca de residencia para estudiantes que deben cambiar de localidad de 1.600 a 2.500 euros.

Para el próximo curso 2024-2025 se recogen, por primera vez, becas para menores víctimas de abuso sexual. Y las mujeres que acrediten la condición de víctimas de violencia de género, sus hijos e hijas menores de 25 años y las personas menores sujetos a su tutela, no les serán de aplicación los requisitos establecidos en relación con la carga lectiva superada en el curso 2023-2024, ni el límite del número de años con la condición de beneficiario de becas, ni la exigencia de superar un determinado porcentaje de créditos, asignaturas, módulos o su equivalente en horas en el curso 2024-2025 para el que hayan resultado beneficiarias de la beca. Estas peculiaridades también se aplicarán a las personas menores de edad que acrediten la condición de víctima de violencia sexual.

Y termino, sin educación no hay esperanza, no hay futuro como país, aunque la derecha no quiera enterarse. Las becas han pasado de ser un privilegio con el PP a convertirse de nuevo en un derecho con Pedro Sánchez. Los socialistas siempre reivindicaremos una universidad pública y de calidad, que genere talento y contribuya a la creación de empleo, accesible a toda la ciudadanía gracias a un buen sistema de becas entendido como un bien social y no para el negocio de unos pocos.