Por otra parte, al menos en lo que hace a España, es demasiado pronto para que mucha gente no contemplemos todo eso con enorme suspicacia y sin pensar que se trata únicamente de una operación de imagen con el único objetivo de recuperar el poder perdido. Entre otras cosas porque mientras unos y otras hacen ese esfuerzo de autocrítica vemos que “el aparato”, todos los que dentro del PSOE siguen con sus trabajos remunerados, con sus pequeñas cuotas de poder, parecen por ahora no darse del todo por aludidos, siguen discutiendo entre nombres más que quemados y siguen sin aportar ideas verdaderamente de ruptura y refundación. También es cierto que se comienzan a visibilizar movimientos por parte de la militancia que piden renovación total de personas e ideas, pero está por ver qué influencia tienen al final,  porque los partidos, todos, se han convertido, como ha denunciado el 15M y como cree la mayoría de la gente, según las encuestas, en grandes empresas; en “marcas”, como dicen los propios dirigentes, en autistas alejados de la realidad y empeñados en ocupar espacios de poder a costa de lo que sea.

Que el PSOE o los partidos socialdemócratas europeos puedan hacer esta renovación y crear mayorías de izquierdas, que ya existen, pero que no se manifiestan con el voto, depende nuestro futuro. O conseguimos reforzar los mecanismos democráticos de la Unión Europea, o conseguimos recomponer como sea esta descomposición paulatina de la Europa Social o nos lanzamos al abismo de un espacio económico neoliberal puro en el que los excluidos sean cada vez más, la desigualdad cada vez mayor, el dolor humano y la infelicidad insoportables, y en el que finalmente aparezca la violencia y se comience con el círculo de violencia y represión que ya conocemos.

No parece fácil romper la inercia que mueve por ahora a los partidos. Acabamos de ver como en Grecia, en plena descomposición del país, el PASOK ha votado a favor de los mercados y ha unido sus votos a los de la derecha y la extrema derecha, ahora en el gobierno griego. No habrá una recuperación socialdemócrata si no hay una auténtica renovación de las ideas, una recuperación de las viejas ideas socialistas que son más necesarias que nunca. No será posible hasta que alguien comience a hablar en serio de plantarle cara a los mercados, de devolver la soberanía al pueblo, de la posibilidad de cambiar de sistema económico mediante el voto, de redistribuir la riqueza, de dar prioridad a lo que es de todos, a lo público, de dignidad, de felicidad...No será posible hasta que comiencen a hablar en serio de todo eso y no sólo de ponerle parches a un sistema que desgraciadamente todos hemos visto como, en los últimos años, ellos mismos contribuían a socavar. Para que les tomemos en serio, tiene que parecer que están hablando en serio,  y es necesaria una ruptura con su pasado reciente, una auténtica refundación.

Beatriz Gimeno es escritora y expresidenta de la FELGT (Federación Española de Lesbianas, Gays y Transexuales)
http://beatrizgimeno.es