Pero nos preguntamos boquiabiertos cuál es el ideario político de la nueva presidenta. No lo conocemos. No lo conoce nadie, aparte de los clichés tradicionales de la derechona, ahora entregada en cuerpo y alma al neoliberalismo tan grato a los poderosos. No es Cospedal precisamente una ideóloga al estilo de su compañero de filas José María Lasalle, que sí puede decirse de él que es un ideólogo con acentuada dimensión intelectual. O, como mínimo, lo parece.

De brocha gorda
Cospedal es, por el contrario, una política de brocha gorda, aunque su apariencia física proyecte, a primera vista, una imagen más sosegada y razonable. Lo que le va, sin duda alguna, es meterse en la mêlée, donde se encuentra ciertamente a gusto. Su ideario incluye, eso sí, un eje que vertebra la mayoría de sus intervenciones públicas. Ese eje se caracteriza casi siempre por acusar gravemente a sus adversarios de delitos sin aportar ninguna prueba. Es decir, que Cospedal políticamente tiende a ser una embustera compulsiva.

La diosa Nammu
Su alocución veraniega desde Marbella, hace dos años, la elevó a los altares de la diosa Nammu, a la cual la leyenda de los sumerios consagra como diosa de la mentira. Proclamó Cospedal entonces que al PP le constaba que se estaban produciendo escuchas telefónicas ilegales a pesar de “que no tienen nada que ver con los sumarios”. Sostuvo también la colosal falsedad de que España se asemejaba, con el Gobierno socialista, a un Estado policial. Más tarde, acusó al PSOE de Castilla-La Mancha de pagar a detectives que, según señaló, espiaban a los dirigentes populares. Acerca de una cosa y otra, Cospedal no ha podido demostrar ante la justicia que eran verdad. Pero sí logró el efecto “calumnia que algo queda” y probablemente consiguió de este modo, en buena parte, la Presidencia de Castilla-La Mancha.

Presunción de inocencia
Sin pruebas, suelta siempre todo aquello que perjudica al Gobierno. En cambio, se ha desgañitado con frecuencia salvando a Francisco Camps y compañía en base a la presunción de inocencia. Presunción de inocencia para los suyos y condena sin pruebas para los socialistas. Éste, pues, es el verdadero referente político de Cospedal con el que nos amenaza ya Rajoy si vence en las generales. Tomamos nota.

Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM