¿Y eso es mejor o peor? Depende; lo que es seguro es que es distinto.

Una parte del PSOE quiere que algunas decisiones sean adoptadas por los militantes. Otra parte del PSOE opina que ciertas decisiones se deben decidir por los representantes de la militancia. Y el choque se ha producido alrededor de la votación de investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno de España.

Los que quieren que sean los militantes los que decidan ¿tienen ideas distintas, en lo político, de los que opinan que los que deben decidir, en estos casos, son los órganos representativos elegidos en su día por los militantes? Ninguna diferencia: ambas partes son socialdemócratas sin la menor duda y en línea con un historial PSOE con el que todos se identifican.

En mi opinión: si la diferencia entre ambos grupos fuera ideológica, estaríamos ante una crisis de difícil solución; como la diferencia es de tipo organizativo, en unos meses estará resuelta.

Claro que quedan días de escandaleras, pero no hay ningún riesgo de que el PSOE sufra divisiones traumáticas o escisiones fratricidas. La cuestión se resolverá (seguro) en meses: tan pronto la vida política tenga que hablar de leyes y decisiones que afectan a los ciudadanos.

Todo volverá a su cauce cuando volvamos a hablar de ideas.

No os olvidéis, compañeros y amigos: el PSOE lleva muchos meses sin ofertar ni un cambio social, ni una meta económica, ni nada en educación, ni cómo se defiende la sanidad pública, ni cómo se organiza España. Nada; sólo nos ha interesado saber quién decide ciertas cosas: si los militantes o sus representantes.

Esperad unos meses (complicados, sin duda, en lo personal para muchos compañeros) y empecemos a redactar esas ideas que deben mejorar la vida de los españoles. Para eso militamos en el PSOE.

(Fijaos si mi análisis puede ser de algún valor: ¿dónde la diferencia es más inquietante?, en Cataluña. Ahí sí hay diferencia de ideas).