Aunque la modificación que se pretende hacer en la Carta Magna sea factible desde un punto de vista legal y constitucional, resulta inquietante que el centro derecha y el centro izquierda (PP y PSOE) hayan “sabido” cogerse de la mano para que a Europa le salgan las cuentas cuando han sido incapaces de barrer juntos el sucio patio que, de puertas adentro, desmerece la maltrecha economía española.

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