Una buena noticia para el país. Una buena noticia para el PSOE. Una buena noticia para la mayoría de los españoles y españolas que creemos firmemente en la democracia. Hoy gana el respeto y la dignidad. Cinco días que han puesto a los ciudadanos a pensar si este tipo de política enfangada que promueve PP y Vox merece la pena. Unos días que deberán servir para cambiar las cosas y dignificar el servicio público.

Pedro Sánchez ha decidido seguir, con más fuerza si cabe, al frente de la presidencia del Gobierno de España después de escuchar a amplios sectores de la ciudadanía española y también a la militancia socialista. Buena parte de la sociedad estaba preocupada porque la ilusión, la pluralidad y la esperanza que vive nuestro país se convirtiese en un retorno al pasado, a la época más oscura de nuestra historia. Con su decisión, el presidente del Gobierno se ha convertido en símbolo de la convivencia tras plantarse ante la difamación, el acoso y la desinformación y ha dejado a la derecha y a la ultraderecha fuera de juego.

Feijóo, no solo no ha puesto el freno estos días, sino que ha apretado el acelerador para forzar al presidente del Gobierno a irse. Ya se frotaba las manos por obtener lo que no había ganado en las urnas. Se frotaba las manos ante el hecho de que por fin el Gobierno de España sería suyo. Pero se ha vuelto a equivocar. ¡Pedro Sánchez no se va, se queda!

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Sánchez se queda, más convencido aún si cabe. Ha asegurado que todo lo que ha ocurrido no va a ser un punto y seguido, sino que será un punto y aparte. Ha constatado que merece la pena seguir. Seguir a favor de la regeneración democrática y el avance en derechos y libertades. Seguir a favor de la política útil, que es aquella que mejora la vida de los españoles y españolas.

Pedro Sánchez no se rindió ni por la pandemia ni por la crisis económica ni por la inflación ni por la guerra en Ucrania ni por la sequía y no iba ahora a hacerlo por la miserable y mezquina forma de hacer política de la derecha lanzando mentiras sobre su familia.

Todo lo que el presidente ha tenido que soportar estos años ha sido duro, muy duro, con una derecha, que cada día más de ultraderecha, absolutamente tirada al monte, sin ningún ápice de moderación ni de sentido común ni de preocupación por ninguna otra cosa que no sea obtener el poder a cualquier precio.

Pero en esta historia no podían ganar los que degradan y ensucian la política. Por ello, el presidente Pedro Sánchez se ha comprometido a trabajar aún con más firmeza y serenidad por la regeneración de nuestra democracia; tratando de mostrar al mundo cómo se defiende la democracia. Dejando muy claro que hay que poner fin a este fango. Está claro que todos estos días le han servido para parar, reflexionar y establecer la necesidad de cambios legislativos necesarios que no permitan que todo valga en política. Una cosa es la discrepancia política y otro el ataque personal.

Pedro Sánchez ha demostrado que la mentira no puede triunfar contra la verdad, que el insulto no gana al argumento y, que el odio de algunos discursos no se impone a la convivencia. Los que creen, como el PP, que ellos son los únicos que pueden gobernar España, no pueden decidir por encima de la voluntad ciudadana. Por eso hoy gana la Democracia. Hoy gana la inmensa mayoría.

España necesita hacer esta reflexión colectiva. Abrir paso a la limpieza, a la regeneración y al juego limpio. Llevamos demasiado tiempo permitiendo que el fango colonice la vida pública. Las mentiras, los engaños, los “fakes” no pueden dirigir el debate político. Las víctimas de esas falsedades no pueden tener que demostrar su inocencia en contra de la regla más elemental de nuestro Estado de derecho. Detrás de todo esto, hay una derecha y una ultraderecha convencidos de que el único lugar que merecen las mujeres es el ámbito doméstico, que están obligadas a sacrificar su carrera profesional en beneficio de su marido. Si permitimos todo esto, como dice el presidente Pedro Sánchez, se le está haciendo un daño terrible a nuestra democracia.

La derecha y la ultraderecha han confundido libertad de expresión con libertad de difamación. ¡No todo vale! La política tiene que servir para buscar soluciones a los problemas de la gente. Sr. Feijóo, ¿cuántas propuestas ha hecho en los dos años que lleva al frente del PP nacional para mejorar la vida de los ciudadanos? Es evidente: ninguna.

Feijóo solo quiere el poder por el poder. ¿Para hacer qué? Eso no lo dice, y eso es lo peor. Cuando un líder no dice para qué quiere gobernar es cuando hay que ponerse a temblar. Porque detrás de su silencio están los recortes de pensiones, los recortes de derechos laborales y de sueldos, los recortes de becas, los recortes en sanidad, los recortes en dependencia. Y eso sí, muchos menos impuestos para los que más tienen. ¡Ya está bien!

Pedro Sánchez ha acertado, basta con ver el “informe caritas”. Basta ver los tuit y mensajes que han puesto la derecha política, mediática y económica más rancia y casposa tras conocer la noticia. Basta ver el pataleo del pseudo sindicato de extrema derecha que ya ha anunciado que seguirá acosando a Pedro Sánchez y a su mujer. Basta ver el enfado monumental de Ayuso y de Feijóo. Definitivamente, ¡Pedro ha acertado!

Sr. Feijóo, los españoles le dijeron mayoritariamente que no a un gobierno de PP y Vox. Y todos los millones que tiene la derecha económica; todos los medios de comunicación que controla la derecha mediática y todas los engaños que dice la derecha política no podrán con las ilusiones y los deseos de una mayoría de españoles que quieren vivir dignamente en nuestro país; un país plural y diverso que hoy constituye la envidia de Europa en derechos sociales, en economía y en empleo gracias a este gobierno. Una España con más derechos y libertades. Seguiremos avanzando. ¡Pedro Sánchez ha vuelto!

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