Por increíble que parezca, el PP saldría reforzado de la crisis de la COVID19, según la encuesta publicada en ElPlural y elaborada por Electomanía. Un partido que no tiene reparo en utilizar políticamente a los muertos, con un líder que se puede olvidar de todo, menos de poner en su Twitter el número de fallecidos -lo que más desgasta al Gobierno-, sube en el conjunto de la derecha. Mientras, la izquierda baja en el total de la tendencia, aunque el PSOE resiste como primera fuerza, y prácticamente no sufre el impacto.

Lo que supondría una buena noticia para la derecha, en una segunda lectura, más reposada, demuestra que la mayoría de los votantes no compra esa extrema agresividad. No hay gobierno en el mundo que resista sin daños una caída anunciada del PIB del 9,2% y una subida del paro hasta el 19%. Bastaría con hacer una oposición medianamente responsable, para lograr apoyos mayoritarios de quienes buscaran  desesperadamente un cambio porque cuando la economía va mal, el cambio se dibuja como una  esperanza.

En contraposición a esa irresponsable e inmoral oposición, está el liderazgo de Pedro Sánchez. El Presidente se lo pone difícil a los que tienen por deporte la crítica permanente. Este Gobierno ofrece la imagen de disponer de un buen equipo. Mal que pese a los que quieren quebrarlo, es evidente el esfuerzo de coordinación entre los partidos de la coalición y de ésta con los equipos médicos y de seguridad. Lo que trasladan es la imagen de un Ejecutivo que da la cara.

Tan desnortada está la oposición, que también critica la sobreexposición. Ya se sabe, si hay poca comunicación, mal. Si hay un Gobierno que da la cara asiduamente, es un Aló Presidente, al estilo de Maduro. En todo caso, que nunca falte la referencia a Venezuela.

En el bloque de la derecha, el que sale malherido es Vox. Seguramente está relacionado con que Pablo Casado tiene muchísima visibilidad en los medios de comunicación. Tampoco hay que olvidar que, ante la torpeza manifiesta de Santiago Abascal para comunicar, el partido ultra se siente huérfano ante la incomparecencia, desde hace bastante tiempo de su secretario general, Javier Ortega-Smith, bastante más hábil frente a los micrófonos.

Más difícil de explicar es la bajada de  que señala la encuesta. Pero, ya se sabe que es algo que, aunque no sea una norma, se repite muchas veces en los equipos de coalición. El partido mayoritario come terreno al minoritario.

 Es verdad que todos estos datos son producto de un estudio realizado en un momento de incertidumbre y sin elecciones generales a la vista. Pero sirve como termómetro para saber que la ciudadanía valora mayoritariamente la gestión de Pedro Sánchez y que ahora la derecha más radical que optaba por Vox está traspasando su intención de voto al PP.