Leo que el gobierno alemán ha caído. El canciller Olaf Scholz no ha resistido la presión y el país se encamina hacia nuevas elecciones el próximo marzo. Informan también que Alemania ya no es la locomotora económica de Europa y que ha entrado en recesión. Vive, además, muy cerca de sus fronteras, una guerra y una Rusia imperialista deseosa de cobrar nuevas piezas. Al otro lado del Atlántico, un incierto futuro con Donald Trump y sus locas teorías de “esto lo arreglo yo en 10 minutos” y, finalmente, una Europa dividida en intereses locales con gobiernos débiles, como el caso, también, de Francia y los triples saltos mortales del presidente Emmanuel Macron.

Ante esta situación, hay que tentarse la ropa. La geopolítica nos muestra un retrato de la realidad donde el populismo, el capitalismo salvaje y la postverdad alimentan un claro pesimismo que, paradójicamente, retroalimenta a este malévolo sistema y lo hace crecer exponencialmente. Quieren que los ciudadanos tengan miedo, y lo están consiguiendo. Así las cosas, es bueno leer a quienes ya vivieron experiencias parecidas, que nos pueden traer alguna enseñanza o, por lo menos, alguna reflexión pausada, racional y constructiva.

Recomiendo vivamente leer Entre guerras. Relatos de los vencidos del Nobel Heinrich Boll (Mishkin Ediciones, 2019) un conjunto de cuentos centrados fundamentalmente en los 15 años (1918 -1933) que duró la Alemania de la Constitución de Weimar, la ciudad que vio nacer a Goethe y Schiller. Ruptura cultural, que luego alumbró al mundo moderno; sufragio universal por primera vez; revolución feminista. Todo lo establecido hasta ese momento se sometió a revisión crítica y renovadora. La incertidumbre se convirtió en el espíritu de la época y el cambio de paradigma abrió las puertas a nuestra actual manera de entender la realidad. Ya nada fue igual.

En medio de todo ello, unos ciudadanos acomplejados y herederos de un desastre bélico. Böll desarrolla temas como la alienación, la culpa y la búsqueda de identidad en un mundo marcado por la violencia y la pérdida. Directo e irónico, permite al lector conectar emocionalmente con los personajes casi de inmediato. Lo dicho, el mandato de la incertidumbre.

Igualmente, en el Caixa Forum de Madrid puede visitarse, hasta el 16 de febrero, la exposición Tiempos inciertos, Alemania Entre Guerras una vuelta de tuerca sobre el mismo tema. La desolación de unos ciudadanos que disfrutaron poco de su libertad, porque el nazismo vino a prometerles grandeza, orgullo y supremacismo, a cambio de mirar para otro lado y negar el raciocinio y la libertad de pensamiento.

Ya sé que vivimos otros tiempos. Ha pasado un siglo, nada menos. Pero también sé que aquellos dardos envenenados tienen hoy, de nuevo, sitio de honor en las pantallas y las portadas, con nuevos líderes que creen en el pensamiento mágico y la manipulación de la realidad, cueste lo que cueste, para conseguir sus objetivos finales. En política, la Ética es un estorbo en los tiempos que corren.

La propaganda rusa echa mano siempre del ejemplo de Hitler para dar forma a la presión extranjera sobre sus intereses. Sus medios oficiales reviven contínuamente el ejemplo de la Gran Guerra Patria para mandar jóvenes al frente de Ucrania. En Estados Unidos y parte de Europa, Putin es visto como el nuevo invasor del III Reich, que paseó su poder por París a su libre antojo y sembró de muerte al continente.

La imagen de la quema de libros de mayo de 1933 por parte de unos envalentonados nazis fue el principio de un conflicto mundial. Ha pasado mucho tiempo y los más jóvenes no son conscientes del costo que tiene perder tu libertad de conciencia y pensamiento. Hoy toca preguntarse a quién le pertenece el mañana. Puede que no nos guste la respuesta.

boton whatsapp 600