En ninguno de los párrafos de sus “papeles” he visto la más mínima intención de cambiar de arriba abajo esta injusta y pervertida sociedad sino más bien pedir cambios razonables, cumplimientos de promesas, reivindicaciones elementales para que el sistema imperante funcione.

Dicen que las promesas electorales no se cumplen y que en Alcañiz iban a hacer un hospital pero que al final lo han cambiado por un circuito de coches. Lógicamente eso no les gusta ni a los ciudadanos de la provincia de Teruel ni a nadie. Tampoco les agrada que en Nava del Rey (Valladolid) el alcalde se haya subido el sueldo un 238%. Lógico, se trata de un abuso. Deberían dejar de votarle.

También hacen hincapié en el aeropuerto de 140 millones que se montó Fabra  que ni funciona ni tiene permisos. Eso ya no sabemos si es una tomadura de pelo  o una nueva presunta estafa. Y siguen con infraestructuras prometidas que nunca llegaron, con ambulancias que tardan tres horas a llegar al hospital más cercano o presupuestos de instituciones que se aprobaron en su día pero que se los llevó el viento.

Obviamente también han redactado textos en donde se eleva lo cotidiano a reivindicación con más calado político pero lo que resulta incomprensible es que estas cosas del día a día, por esperpénticas que parezcan, deberían haber sido denunciadas hace tiempo por los políticos que se sientan en ayuntamientos, diputaciones, comunidades autónomas  y congreso de los diputados.

Porque si los diputados de Teruel no saben defender ese hospital que fue cambiado por un circuito, realmente ¿qué están haciendo?. Si la oposición en la Comunidad Valenciana no es capaz de alzar más y mejor la voz y dar un vuelco en las urnas a la cadena de tropelías del Partido Popular, quizás deba “hacérselo mirar”. Algo está pasando.

Mucha vergüenza deben estar pasando algunos representantes políticos al ver la que han tenido que montar los del 15M (dormidas en Sol y demás plazas de España  o recorrerse el país de arriba abajo) para acabar reivindicando hechos tan elementales. Les están poniendo en ridículo ya que están demostrando día a día la incapacidad de alguno de ellos.

Pero en lugar de echarse en cara lo que hace uno o lo que reivindica otro, quizás sea el momento de  que tanto los del 15M como los representantes elegidos y los movimientos sociales se pongan de acuerdo para frenar lo más grave que está ocurriendo en este país: el desmantelamiento del estado de bienestar en España.

Todas las encuestas o sondeos dicen que la mayoría de los ciudadanos, independientemente del partido al que voten, valoran el estado  de bienestar (sanidad, educación, políticas sociales) pero en cambio existe poca conciencia a la hora de emitir el voto.

Desgraciadamente, aún sabiéndolo, muchos progresistas se quedan en casa porque se sienten cabreados, defraudados o cansados y la mayoría de los votantes de derechas, lo dejan de lado, para introducir la papeleta de PP o CiU, aún conociendo que allí donde gobiernan éstos  partidos están desmantelando todas las políticas sociales conseguidas en los últimos 30 años.

Estos partidos (PP- CiU) son los que ejecutan pero detrás de ellos están los famosos mercados que no son otra cosa que los bancos, fondos de inversión  o agencias de calificación. Su objetivo: concentrar el dinero en el sector privado, en el negocio.

Una maestra aventajada en este tema es Esperanza Aguirre, quizás sea por antigüedad, pero ella junto al alcalde de Madrid se llevan la palma a la hora de adelgazar el sistema de salud, enseñanza y ayudas sociales. Cada día nos despertamos con noticias de este tipo que multiplicado por los años que lleva en el poder, el resultado es demoledor.

Lo último que he leído es que el Ayuntamiento de Madrid ha decidido que los Servicios de apoyo Socio laboral para mujeres en paro dejarán de existir a partir del 1 de agosto. Después de 7 años, el Ayuntamiento ha decidido cerrar los siete centros que atendían a mujeres de 18 distritos. Las Empresas de Trabajo Temporal son las favorecidas.

Pero eso que se está llevando a cabo, pasito a pasito en la Comunidad Madrileña lo está haciendo igual  el President  Artur Mas de forma acelerada.

Su conseller Boi Ruiz anuncia torpemente cada  día  algún cierre de servicio, unos días toca a los ambulatorios, al día siguiente urgencias y al otro recortan ambulancias. Si realmente los catalanes valoran positivamente sus servicios sociales, cosa de la que estoy convencida ya que todos los estudios lo avalan, no acabo de comprender por qué votaron al señor Mas y por qué ahora no salen a la calle.

Porque que nadie se confunda, después de sanidad vendrá la educación y a continuación o al mismo tiempo  las ayudas a ancianos, mujeres, discapacitados….y no es porque no haya dinero. Dinero hay, pero una parte se dedica a otras prioridades y la otra se pierde por el camino en casos de corrupción.

Ahí es donde los políticos elegidos por el pueblo junto a las asociaciones y al Movimiento 15-M deben centrar sus denuncias para que ningún ciudadano vaya a votar en noviembre sin saber la que le puede caer.

Mercè Rivas Torres, periodista y escritora