El Papa Francisco da prioridad en sus viajes a los países más necesitados. En ese marco, ha comenzado su segundo viaje a África para visitar Mozambique y Madagascar. Antes de marcharse, la pasada semana, participó en la habitual audiencia general en la Plaza de San Pedro. Allí saludó al lehendakari Íñigo Urkullu, quien después se reunió con el cardenal Pietro Parolin, para presentarle una propuesta llamada Share (compartir, en inglés).
Una vez más, el Partido Nacionalista Vasco demuestra que puede haber una derecha civilizada, en contraposición a los devaneos ultraderechistas de Vox, detrás de los que van PP y Ciudadanos, como si estuvieran hipnotizados. El PNV muestra siempre su sentido de Estado, sin importar si gobierna la derecha o la izquierda.
Mientras el trío de Colón sigue erre que erre con su discurso xenófobo, Urkullu presenta Share en el Vaticano, para intentar poner fin al sinsentido de la Unión Europea respecto a la acogida de inmigrantes. Unos quieren poner puertas al campo y otros, que tienen los pies sobre la tierra, buscan y proponen soluciones.
Está claro que los países del sur de Europa no pueden hacerse cargo de toda la oleada migratoria. España, Italia, Malta y Grecia son la frontera sur de la Unión Europea que, como tal, no puede endilgar toda la responsabilidad del control solo a esos países. En ese sentido se presenta Share, que propone un reparto de inmigrantes basado en tres cálculos: PIB per cápita (50%), población (30%) y tasa de paro (20%). Algo parecido se hace en Alemania para redistribuir a los inmigrantes en sus länder, aunque allí solo se toma en cuenta el PIB y la población. Las casualidades no existen. En Alemania gobierna esa derecha civilizada, que tanto molesta a los radicales. Si la ultraderecha asoma la cabeza, la canciller Angela Merkel mira hacia la izquierda y forma Gobierno de coalición con los socialistas. Mucho menos de lo que pide Pedro Sánchez a PP y Ciudadanos, que es la abstención en la investidura.
El PNV es un partido realista, muy lejano de los populismos de uno y otro signo a los que nos hemos acostumbrado en los últimos tiempos. Y para demostrar que su propuesta no es un castillo en el aire, en Euskadi ya ha puesto en marcha –y con éxito- el proyecto Patrocinio Comunitario, en el que participan ciudadanos y ONGs para acoger e integrar refugiados.
El Papa, tan sensible a ese drama, ya ha hecho saber su interés en la propuesta Share. Del éxito de ésta depende que sigamos creyendo que la derecha puede ser civilizada y que la Iglesia puede ser de todos.
Enric Sopena es Presidente Ad Meritum y fundador de ElPlural.com