La transparencia está prohibida de facto en el PP. Parece que cuanta más mierda y opacidad se acumulen, mejor. De la trama Gürtel a los misterios del hundimiento de Bankia, hay todo un rosario de presumible delincuencia que afecta o roza directamente al PP.

Golpe o complot
Para salvarse in extremis de Gürtel se cargaron, mediante un golpe contra la legalidad vigente o un complot evidente, a Baltasar Garzón. Estas cosas, a ver si se van enterando los populares, son más propias de una dictadura que de una democracia.

Comparecencia de Rato, ni hablar
El veto a la comparecencia de Rato no se ha producido formalmente aún, pero lo voceros populares ya han advertido de que el exvicepresidente de Economía del Gobierno Aznar no tiene porqué presentarse ahora en la Cámara Baja.

Un agujero negro comprometedor
Según la doctrina Rajoy, el máximo jefe de una empresa financiera tan relevante como caja Madrid/Bankia no tiene porqué perder el tiempo dando explicaciones y arriesgándose a que emerja un agujero negro comprometedor.

El dinero público
Ningún otro exresponsable de Bankia/Caja Madrid recibirá el placet para exponer en sede parlamentaria cuáles han sido las causas del hundimiento de Bankia, de momento rescatado con el dinero de todos los ciudadanos. O sea, con el dinero público.

La guerra de la sucesión
La derecha colocó, hace unos 16 años, en Caja Madrid -como número 1 de la entidad- a Miguel Blesa, amigo íntimo de José María Aznar. Ésta fue su principal virtud para ser elevado a la Presidencia de la citada Caja. Luego se abrió la guerra de sucesión y las distintas facciones del PP se pelearon hasta la saciedad buscando enchufarse como fuere.

Un chollo, al menos aparente
Esperanza Aguirre apadrinó a Ignacio González, su actual vicepresidente. Mariano Rajoy se quitó de encima la sombra de Rato y optó por regalarle un chollo, al menos aparente, como el de Bankia. La política, pues, no al servicio de la ciudadanía, sino al servicio de los populares y sus amiguetes. España, mientras, entre el autoritarismo o una dictadura de facto.

Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM