Hasta ahora todas las noticias sobre las finanzas españolas estaban centras en las Cajas de Ahorros. Pero -por sorpresa- ha empezado la danza en el sector bancario. ¡Ya era hora! Soy de los que han entendido al Gobernador del Banco de España desde que empezó la crisis financiera que nos azota. Fernández Ordóñez ha hecho lo que tenía que hacer con enorme prudencia y a tiempo lento. Pero lo ha hecho. La fusión del Banco Popular con el Banco Pastor es el inicio de las danzas que vamos a presenciar en la Banca.

Escribía ayer sobre los errores del Banco Popular. Todos se confirman con esta fusión seguramente “recomendada”. No olvidarse de dos datos: el Banco Popular es el banco que tiene más “ladrillo” en sus activos; el Banco Pastor no superó los tests de solidez realizados por Europa.

El Banco Popular iba a sudar sus errores hipotecarios y el Banco Pastor iba a a sentir en el cogote el aliento del cierre (o la nacionalización caritativa). Pero, alguien, les ha obligado a fusionarse.

No entro ni en las condiciones de la fusión ni en los detalles de cómo quedan los responsables de las dos entidades. En un drama financiero como este, la letra pequeña no significa nada para el ciudadano.

Lo importante: el Banco de España reconoce que hay bancos con problemas y se ha puesto a la tarea de reducir su impacto en la economía española.

Naturalmente que se me dirá que, menuda solución es unir a dos bancos cojos cuando pedimos al sector que empiece a correr los cien metros lisos. Es verdad a medias. Siempre que se unen algo malo con algo regular la mezcla es de un sabor tolerable. Así tenemos que actuar en un sector que tiene un sabor bastante regular. Y no olvidarse que alguna ayuda se les prestará desde el Estado.

Lo dije respecto al Banco Popular y lo reitero hoy que se une con otro:la banca mediana en España es buena o mala según el nivel de riesgo que haya contraido con el mundo de la construcción. Como los ladrillos van a conocer nuevas rebajas en su valor, los que arriesgaron en hipotecas, lo tienen difícil.

Me gustaría hoy (día complicado en lo económico) dejar claras algunas cuestiones personales. Trabajo con el Banco Popular desde que empecé mi vida empresarial. Casi nunca me ha fallado. Pero digo, pregono y reitero que el Banco Popular estaba muy bien definido por su desaparecido presidente Luis Valls y que su sucesor señor Ron nunca supo lo que tenía entre manos. Garantizo a los clientes del Popular que los empleados y directivos básicos son estupendos. Más aún, el sistema informático del Popular para operar por internet es mejor,por ejemplo, que el del Banco de Santander.

Pero los máximos directivos del Banco Popular hicieron una moción de censura a la política seguida durante años por el equipo de Luis Valls. Y su falta de respeto lo van a pagar caro.

Ya se que algunos me recuerdan que Luis Valls era del Opus. Nunca estuve de acuerdo con él en esos terrenos religiosos; pero seguramente, si hubiera sido cuáquero, también hubiera sabido hacer banca.

Bueno, señor Ron: ¡menudo lío le han colocado! Sólo un consejo: trate de hacer algo que tenga que ver con la estrategia de su antecesor. Si le da tiempo.