Uno de los derroches energéticos más absurdos y más comunes en el hogar es el que generan los aparatos eléctricos y electrónicos cuando los apagamos sin llegar a hacerlo, es decir, dejándolos en el modo “stand-by” o en espera.

Esas lucecitas que se quedan encendidas en el televisor, el equipo de música o el ordenador cuando los apagamos desde el mando a distancia son en realidad un aviso al usuario, una llamada de atención: “Has acabado ya, podemos seguir”. Porque la realidad es que el aparato sigue en funcionamiento y consumiendo energía mientras ese piloto rojo está encendido, mucha electricidad: más de lo que creemos.

Según la Agencia Europea de la Energía, ese gasto oculto provocado por el “stand-by” puede llegar a suponer entre un cinco y un diez por ciento del total de la electricidad que consumimos anualmente en nuestros hogares.

Si tomamos como ejemplo una televisión moderna (tipo Smart TV) o una consola de videojuegos, ese consumo inútil equivale al 12 % del que realiza el aparato mientras vemos un programa de televisión o echamos una partidita. Un derroche que se multiplica en el caso de que el aparato se quede encendido durante todo el fin de semana, con la casa vacía, o incluso mucho peor: mientras estamos de vacaciones durante semanas o meses fuera del hogar.

En el caso de los cargadores de telefonía móvil, que mucha gente deja enchufados por que les da pereza desconectarlos, ese consumo puede equivaler al 20% del que se realiza durante el período de carga. Además, mantener el cargador conectado a la red constantemente acorta la vida del accesorio y puede provocar un percance domestico.

Según los expertos en consumo, en el caso de una familia de cuatro personas que viva en un piso de cien metros cuadrados con un equipamiento de electrodomésticos estándar, el derroche provocado por los aparatos que permanecen en stand-by puede llegar a ser de 1,5 kW/h, es decir 570 kilovatios anuales por esta causa, lo que equivale a casi 80 euros al año. Un malgasto tan absurdo como estúpido.

Para evitarlo tan solo es cuestión de apagar los aparatos desde el interruptor en lugar de desde el mando a distancia o desenchufar el cargador del móvil cuando la batería esté llena.

También podemos enchufar los aparatos en una clavija múltiple de las que vienen equipadas con interruptor y apagar desde allí todos los aparatos conectados a la vez. Un pequeño gesto doméstico que nos ayudará a hacer un uso más eficiente y más inteligente de la energía y nos permitirá arrimar el hombro a la urgente necesidad de reducir las emisiones que están provocando el calentamiento global del planeta.