Nos dijeron que hablarían de programas, de socialdemocracia, de contenidos pero a pesar de seguir con mucho interés sus intervenciones, no veo dónde está la diferencia entre los dos candidatos.

Da la impresión que tanto a Chacón como a Rubalcaba sólo les interesa medirse a nivel de números. Saber qué peso tiene uno sobre el otro y a partir de ahí, negociar. Los que no querían hablar de nombres sino de proyectos han caído en la trampa. Acabarán uniéndose y formando una lista unitaria, lo único que decidirá el Congreso de febrero es quién la encabezará.

A los posibles votantes del partido socialista lo que les interesa es conocer sus propuestas, sus análisis, sus autocríticas y lo que menos es saber si las llevará a cabo uno u otro.

La conclusión que se puede sacar de semanas de debates es que tanto monta, monta tanto. Que no hay diferencias entre Rubalcaba y Chacón. Que eso de la edad no es importante, ni siquiera el sexo, ni la procedencia ni la extracción social.

Lo que importan son las ideas, las políticas a desarrollar  y esas no han salido en esta campaña.

Después de haber vivido unos años dificilísimos en el poder y tras una derrota radical,  era el momento oportuno para hablar de ideología, para criticar medidas liberales tomadas desde el Gobierno tanto por Zapatero como por Rajoy , para plantear nuevas alternativas, pero nos han defraudado.

Eso a nivel estatal, pero a nivel autonómico, más de lo mismo. Antes de celebrar un congreso federal se tendrían que haber celebrado los autonómicos, en donde la derrota electoral también fue aplastante y en donde el desconcierto y falta de rumbo es obvio.

Antes que buscar un secretario/a general del PSOE se tendría que haber analizado el papel llevado a cabo por los socialistas de Valencia, con Alarte a la cabeza, incapaces de quitar ni un solo voto a los gobernantes más corruptos, fanfarrones y gañanes de la península o al legado de Barreda en Castilla La Mancha. Haberse  auto criticado por los ERES de Andalucía o analizar por qué perdieron en Extremadura o Baleares. Preguntarse por qué Zapatero optó por obedecer a la neo liberal Merkel en lugar de defender a capa y espada otras posibles formas de actuar que no afectasen a los más desfavorecidos.

Primero hay que hablar de contenidos y lo último de las personas. Ellos lo decían, Alfredo y Carme, pero se olvidaron.

Porque ahora nos encontramos con unas comunidades abatidas, deshilachadas, con alma de perdedores y con dos personas que quieren dirigir un partido que no ha definido cuál es su rumbo, si hacia posiciones  de hacer “lo que nos manden”  o por el camino socialdemócrata. Porque la ideología existe y cuenta, a pesar de que la derecha siempre intenta darla por superada.

Todos hablan de cambiar el partido pero nos podrían explicar cómo, para qué. La realidad es que nuevamente los dirigentes del partido socialista han perdido  una oportunidad para rearmarse de nuevo y dar la batalla a la derecha que ha llegado al poder.

Las políticas neo liberales, inspiradas en la Sra. Merkel, que son las que está poniendo en marcha el Gobierno de Rajoy, necesitan un contrapeso socialdemócrata que  proponga alternativas. Eso a nivel español pero también europeo.

Los socialistas tienen en este momento la obligación de explicar a los españoles que otra política económica y social es posible. Sí, es posible, lo que ocurre es que esta crisis ha cogido a la socialdemocracia europea con el pie cambiado y nadie ha cogido con fuerza la bandera para trabajar todos juntos por otra forma de hacer y gestionar las cosas.

Chacon o Rubalcaba o viceversa, tendrían que haber hecho bien los deberes pues dentro de  tres o cuatro años deberán  decirnos cómo se van a presentar a unas elecciones, cuál es su programa, sus ideas,  nos tendrán que explicar cómo van a restaurar de nuevo todos los derechos que los ciudadanos estamos perdiendo día a día o  avanzarnos que simplemente se quedarán perdidos en el recuerdo.

Eso es lo que debe hacer el PSOE y no estar peleando como gallitos si yo tengo 100 delegados o 110.

Un poco de respeto a sus votantes.

Mercè Rivas Torres es periodista y escritora