Hay mundial. Se despejó la incógnita. Efectivamente, Mercedes está un punto por encima de Ferrari. Pero es un punto tan pequeño, que cualquier elemento puede darle la vuelta a la balanza. La meteorología, la estrategia, los neumáticos, el safety car… Cualquiera de estos factores inclinará la balanza del gris al rojo.

Hoy ha salido gris, pero la gestión del Safety Car pudo haber cambiado el color del ganador, y es que si bien en Australia Ferrari acertó en la estrategia, esta vez se les escapó la posibilidad de cazar a la estrella.

En los primeros metros, y con meteorología cambiante, las salidas relámpago de Alonso y Verstappen fueron lo más destacado, hasta el accidente del día de Lance Stroll (aunque esta vez no haya sido culpa suya) y uno posterior de Giovinazzi que derivaron en la salida del Safety Car. Este momento y el secado definitivo de la pista nos ofrecieron unos momentos algo locos estratégicamente hablando del que sacó oro el holandés Verstappen que aprovechó las circunstancias para apuntalar un nuevo podio en su meteórica carrera, aguantando el ataque final de su compañero.

Finalmente destacar una vez más a Alonso, que mientras el McLaren se lo permite, es capaz de llevarlo mucho más lejos de lo que en teoría debería. El duelo con Sainz demuestra que el asturiano no ha perdido su “instinto” en una reacción impresionante de contra-adelantamiento que no terminó bien para él, al contrario del madrileño, que una vez más, lleva sin errores su Toro Rosso hasta los puntos, dejando claro que es uno de los pilotos más brillantes y fiables de la parrilla, siendo además el único que salió con neumáticos de seco en una pista húmeda.

Inmediatamente después, la rueda trasera izquierda del McLaren empezaba a humear y ponía fin a otra nueva exhibición del bicampeón español. Dos carreras, dos averías, dos veces en las que es el coche, y no el criticado motor el que se rompe. Ya no saben en Woking a donde mirar.

Lewis vuelve a ganar. El gran premio de Australia sirvió como estímulo sonoro cual mano sobre rostro de quien se queda dormido. No hay opción a la duda o la relajación. Si Hamilton y Mercedes no están al 100% van a perder. No hay un margen de error y de momento Bottas no está al nivel que tenía Rösberg.

Lo mismo pasa en Ferrari. Raikkonen no está al nivel de su compañero (no lo estuvo estos dos años con Vettel ni en el último año de Alonso en la scudería), lo que nos ofrece un apasionante campeonato por delante con dos coches y dos pilotos que van a tener que ofrecer el máximo para poder ganar.

Un dato muy interesante es que hubo más adelantamientos sin DRS que con el “artefacto”, lo que demuestra que el agarre mecánico, los neumáticos y los “bemoles” de los pilotos empiezan a tener el efecto deseado por la nueva reglamentación.

Nos esperan momentos apasionantes en los próximos 10 meses.

Clasificación tras 2 grandes premios:

 

1

Lewis Hamilton

Mercedes AMG Petronas F1 Team

1

43

2

Sebastian Vettel

Scuderia Ferrari

1

43

3

Max Verstappen

Red Bull Racing

0

25

4

Valtteri Bottas

Mercedes AMG Petronas F1 Team

0

23

5

Kimi Räikkönen

Scuderia Ferrari

0

22