La desaparición definitiva de las modelos y azafatas femeninas de todas las competiciones y eventos deportivos. Este es el objetivo de las asociaciones de mujeres que ven en la decisión de su retirada de la F1 anunciada este miércoles, una oportunidad. Este sería sólo el primer paso para acabar con el machismo y con el uso sexista del cuerpo de la mujer en el mundo del deporte.

“Aunque la práctica de emplear azafatas ha sido un elemento básico de la F1 durante décadas, creemos que esta costumbre no encaja con los valores de nuestra marca y está claramente en desacuerdo con las normas sociales actuales. No creemos que la práctica sea apropiada o relevante para la F1 y sus aficionados, los antiguos y los nuevos, en todo el mundo”, dijo ayer el director comercial de operaciones de la competición, Sean Bratches.

Pero también aseguraba que la presencia de azafatas está “claramente en desacuerdo con las normas sociales actuales” y es algo más que eso, según las asociaciones de mujeres. Que sea una imagen poco adecuada no puede ser la excusa teniendo en cuenta que el fondo es algo más grave que afecta a la sociedad: el machismo.

En esta línea, la directora del Institut Català de les Dones (ICD), Núria Balada, y la doctora en Sociología y experta en feminismo Andrea García han exigido una vez más el fin de las azafatas en el mundo del deporte y con ello, una nueva conciencia que deje a un lado la “cosificación de la mujer”.

Hay que recordar que existen casos en los que competiciones deportivas y marcas patrocinadoras ya han sido condenados por este uso de la mujer. La más reciente, la multa impuesta por la inspección de trabajo enviada tras la presencia de azafatas con indumentarias injustificadas en el torneo de tenis Conde de Godó.

Esta sanción ha sido recibida como muy positiva por las asociaciones de mujeres pues creen que sienta precedentes. Desde ahora, "las competiciones deportivas querrán hacer las cosas bien, para evitar que se repita una situación similar con las azafatas", ha celebrado Núria Balada.

Pero todavía queda mucho por lo que trabajar para que el machismo deje de ser un elemento más de nuestra sociedad y cultura. Por ello, "es necesario eliminar unos estereotipos que únicamente perpetúan la cosificación de la mujer".

La F1 se suma a la lucha por la igualdad

Durante los últimos años la imagen de las azafatas sosteniendo el paraguas contra el sol a los pilotos a la salida de cada Gran Premio ha sido muy criticada, al igual que en otras competiciones como las rutas ciclistas, por dar una imagen sexista. Pero las cosas están cambiando.

El primer campeonato que tomó la decisión de respetar a las mujeres y apostar por la igualdad fue la carrera Tour Down Under de Australia. Dejaron en el pasado la imagen de las azafatas en los podios para que fueran ciclistas júnior los encargados de dar los premios a los ganadores.

En España, la Vuelta Ciclista también dio un gran paso por la igualdad haciendo que fueran tanto hombre como mujeres los que repartieran los típicos ramos de flores y los trofeos.

Se sumaron competiciones como la Volta a Cataluña, la Vuelta al País Vasco o el Challenge de Mallorca en España. Pero en las competiciones de motor todo seguía igual hasta que en el Campeonato Mundial de Resistencia de la FIA, en 2014, se eliminaron las azafatas en la línea de salida.

Este miércoles se anunció que las conocidas como azafatas “paragüeras” dejarían de ser una realidad.

Dar visibilidad al deporte femenino

Sobre el rol de la mujer en el deporte, la doctora en Sociología y experta en feminismo Andrea García ha explicado que "uno de los principales problemas es que las niñas, cuando ven las competiciones, el único referente femenino que encuentran son las azafatas y eso está lejos de motivarlas para ser deportistas".

"El día que el deporte femenino esté presente de la misma forma que el masculino, la figura de la azafata caerá en un sinsentido".