Abre sus puertas en La Fábrica del Humor la exposición “Tinteros con tapón. La Libertad de prensa amenazada, producida por el Instituto Quevedo de las Artes del Humor de la FGUA, en colaboración con Reporteros Sin Fronteras.

La muestra, que permanecerá abierta al público hasta el 13 de junio, será inaugurada por Alfonso Armada, presidente de Reporteros Sin Fronteras, y Julio Rey, director de Artes Audiovisuales del IQH, en un acto que tendrá lugar a las 19 horas, y podrá ser seguido a través de la página web y el canal de Youtube del IQH, así como en sus perfiles de Twitter y Facebook.

A la salud democrática de un país se la puede auscultar, tomarla el pulso, a través de su capacidad de encajar las expresiones críticas emitidas por las caricaturas, parodias y reflexiones satíricas, que, como un eco de la ciudadanía, ponen el ojo y luego su metafórica bala en quienes detentan la autoridad.

Tinteros con Tapón es una exposición en la Universidad de Alcalá sobre la libertad de prensa

 

Reyes, banqueros, presidentes, ministras o ministros, incluidos los purpurados de la iglesia, jueces o magnates, se convierten en blindadas dianas móviles que, a pesar de nunca estarse quietas, no logran esquivar el dardo. Va en el cargo.

La irrupción tecnológica de nuevas formas y fuentes de información, la mega ampliación de su alcance, así como la imprescindible inmediatez que esta “revolución” implica, exige escrupulosos hábitos éticos a la profesión periodística. Compilar, analizar y difundir información relativa a la vertiginosa actualidad, es una labor de disección practicada con cuchilla de cirujano, pulcra y recta, capaz de retratar el alma pública de la noticia y a sus personajes, sean reyes, políticos o deportistas, abriendo el esternón de sus actitudes en “i griega”. Los creadores de viñetas, en su quehacer periodístico, también.

Como dice Matt Wuerker, dibujante de “Político”, sindicado “a la americana” en Universal Press, que distribuye sus viñetas, y también premio Pulitzer, que ‘el derrumbe del espacio para las viñetas políticas y el comentario satírico, porque los editores no tienen el valor de defenderse de las campañas de acoso de los grandes lobbies, es mortal para la libertad de expresión”.