Aunque quedan unos días, hasta el 25 de agosto, para visitar en Madrid, en Fundación Mapfre, la exposición Berenice Abbott. Retratos de la modernidad, que incluye algunas de las fotografías de esta artista que dedicó su tiempo y talento a retratar personajes de distinto tipo, paisajes arquitectónicos de Nueva York y elementos científicos.

Berenice Abbott (1898-1991) nació en Ohio e inicialmente quiso dedicarse al Periodismo. Quizá de ese tronco común nació su vocación divulgadora de la ciencia. Finalmente se formó en Nueva York como escultora y viajó a Europa en 1921, solo con billete de ida. En París dio su primer gran paso como artista al ejercer de asistente de Man Ray, lo que le permitió empaparse también del trabajo de Eugène Atget, que terminaría siendo su mayor influencia y cuyo legado  difundiría trabajando a partir de sus negativos.

No tardó en llegar la conexión con la Ciencia. Fue directora fotográfica de Science Illustrated y fotógrafa de un importante libro de texto de Física. Y cuando en 1956 el Comité de Estudio de Ciencias Físicas (PSSC) impulsó nuevas vías y materiales didácticos para la ciencia (por ejemplo películas), gracias a la financiación de la National Science Foundation, los trabajos de Abbott adquirieron muchísima visibilidad en ellos. Se reprodujeron sus imágenes de una pelota rebotando para representar la gravedad, de la geometría de las pompas de jabón, las texturas de las telas sintéticas o el detalle del cuerpo de un escarabajo japonés, representado con una de las hojas que le sirven de alimento. Abbott terminó reivindicando la fotografía como una vía esencial para familiarizar al público con el conocimiento científico. Redactó un manifiesto en el que expresaba que "la fotografía es capaz de seguirle los pasos a la velocidad a la que avanza nuestro tiempo, y es un medio fiel a la realidad que encaja con para esta era del conocimiento".

La artista Abbott explicó que los procesos para crear estas imágenes requerían tiempo y grandes equipos humanos, que se ocuparan de los experimentos, y técnicos. Incluso patentó una serie de inventos relacionados con la fotografía, por ejemplo un nuevo tipo de cámara llamada Supersight camera (Abbott, 1945-1946), que era lo opuesto a una cámara oscurad: la imagen se proyecta muy grande y directamente sobre la película, produciendo una imagen con gran nivel de detalle y sin grano.