Es una idea, nada menos, de Joao Doria, el alcalde de la ciudad más poblada de Sudamérica, Sao Paulo, y posible candidato del Partido de la Socialdemocracia Brasileña a la presidencia del país en sus próximas elecciones. Su propuesta se llama farinata, y es un compuesto preparado a base de alimentos con fecha de caducidad próxima. El ejército del país, ha explicado Doria a los medios locales de su ciudad, que tiene un índice de pobreza del 47%, ya lo ha probado varias veces, y el proyecto se ha definido tras años de investigación.

Un amplio plan de alimentación

La propuesta forma parte del ‘Plan Social Alimentos para Todos’, planificado para incentivar económicamente a los supermercados y restaurantes de la ciudad con exenciones fiscales y un método por el que estas entidades entregarían los alimentos próximos a caducar, para evitar el desperdicio, y la empresa Plataforma Sinergía, sin ánimo de lucro, realizaría la farinata a partir de ellos. "Esta es una innovación que esperamos que inspire a Brasil y al mundo, sólo vamos a lograr producir para esa finalidad a través de políticas públicas". La empresa ha subrayado que se pierden del orden de 1.300 millones de toneladas diarias de alimentos en el mundo, mientras que hay mil millones de personas sin alimento, y creen que la de distribuir farinata puede ser una idea que inspire a otros países.

También en los colegios

El alcalde ha anunciado incluso que la farinata se integrará en la merienda de los centros educativos. Pero las reacciones al compuesto no han sido positivas en todos los casos. Ya han apodado el alimento ‘el pienso para pobres, y toda una entidad como el Consejo Regional de Nutricionistas de Sao Paulo se ha expresado en un comunicado diciendo que esta iniciativa es una afrenta contra la dignidad de las personas y el derecho básico de alimentarse, y lo consideran una falta de respeto contra las políticas alimentarias de los últimos años. El alcalde sí ha obtenido el apoyo del arzobispado.